Si en Mendoza y Argentina el consumo de frutas y verduras es históricamente bajo, la situación económica y el incremento de precios ha terminado por darle un golpe de gracia a la situación. Según datos de la Unión Frutihortícola Argentina (Ufha) entre 2023 y lo que va de 2024 hubo un descenso de 50% en el consumo de estos productos.
Así lo afirmó a Los Andes Omar Carrasco, presidente de la entidad. “Ha bajado el consumo y esto obedece a la situación económica y financiera que existe en la sociedad. Además, ha bajado mucho el billete: se está trabajando mucho con billetera virtual. La mano viene bien dura”, advirtió.
“En 2023 se vio una baja importante en el consumo de la fruta y la verdura, pero continuó esa tendencia y hoy está mucho más fuerte y más firme. A nivel general, la situación está muy compleja y buscan alternativas que les puedan ayudar a pasar el momento tan crítico”, subrayó Carrasco.
En el mismo sentido opinó la licenciada Cecilia Llaver, decana de la Facultad de Nutrición de la Universidad Juan Agustín Maza. “Ya desde el año 2005, las primeras encuestas de nutrición y salud, demostraron y mostraron que ha bajado ampliamente el consumo de frutas y verduras”, explicó.
Agregó: “Actualmente con la gran inflación que ha habido ha disminuido aún más el consumo de frutas y verduras y eso claro que impacta en la salud en todas las etapas de la vida, sobre todo en el lactante, en la primera infancia, en la etapa escolar, en el adulto mayor, porque las frutas aportan vitaminas que deben ser consumidas diariamente, que el organismo no las sintetiza y que tienen que estar aportadas por los alimentos”.
La licenciada Carina González, especialista en Nutrición, también ha notado una baja que atribuyó al factor económico pero también a otras variables. “Otro factor es la falta de tiempo, de preparación y cocción, y que se inclinan por los delivery, por eso hay un consumo alto de alimentos ultraprocesados”.
La variable cultural es sin dudas otro elemento de peso y en un contexto de deterioro del poder adquisitivo y más demanda laboral, además de jornadas cargadas de actividades, muchos buscan resolver el tema de la comida rápidamente y eligen otras alternativas. González sumó los hábitos alimentarios y las creencias presentes en las familias como la preferencia por cierto tipo de comidas y tabúes. De hecho, hasta subrayó: “Hay gente por una cuestión de hábitos familiares y de practicidad, de tiempo, no consume verduras y frutas porque consideran que llevan mucho tiempo de preparación y van a lo más simple y hay familias que hoy no te consumen nada de ensalada”
Insuficiente
Tanto en Mendoza como en el país, el promedio de consumo de frutas y verduras en mayores de 18 años es de 2 por día. Es el dato que arrojó la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo realizada en 2018. El dato está muy lejos de las 5 porciones recomendadas.
“En la Argentina, los cambios en las prácticas alimentarias siguen la tendencia mundial y atraviesan todo el entramado social, y afectan especialmente a los grupos en mayor situación de vulnerabilidad. En particular, el consumo de frutas disminuyó un 41% y el de hortalizas, un 21% en los últimos 20 años”
El promedio diario nacional de porciones de frutas o verduras consumidas por persona fue de 2 porciones, sin mostrar cambios con respecto a la edición anterior, lo cual se ubica muy por debajo de las 5 porciones diarias recomendadas por la OMS”, advirtió el informe. Incluso, solo 4 de cada 6 come la cantidad recomendada y es mayor el consumo entre las mujeres.
Si el mercado y la práctica muestran un menor consumo cabe suponer que esto puede haber empeorado con impacto en la calidad de la dieta.
Además, son más los mayores de 50 años que se acercan a lo recomendado que quienes tienen menos de 49 años. Por otra parte, aumenta el consumo a más alto nivel de educación, entre quienes tienen cobertura de salud y tienen más ingresos en el hogar.
“La gente antes compraba montón de frutas y verduras, y hasta se tiraban, hoy no, compra por día”, señaló González y admitió que lo primero que corta es la fruta.
“La verdad es que está tan caro todo que primero compro la verdura para la comida y frutas llevo unas pocas porque es más como el postre, prefiero cubrir el plato principal”, relató Mariana respecto de su forma de compra y aceptó que antes comparaba por kilo y ya no comen fruta todos los días.
En tanto, González agregó que las personas se inclinan más por aquellos productos con hidratos de carbono: “Algo que le llene más, por ejemplo, con la carne, la papa, camote, lo que es el zapallo, acelga, ese tipo de cosas que lo pueden complementar con otro tipo de preparaciones, se empieza como a seleccionar los alimentos que te convienen y no se están fijando en una cuestión de nutrientes, pero hay que darle diversidad a la microbiota intestinal, darle variedad”.
Por eso recomienda a sus pacientes consumir los productos más económicos dentro de los de estación y que la clave es variar a lo largo de la semana para tener un aparte amplio.
“Las personas que consumen menos frutas y verduras están más propensas a adquirir infecciones, enfermedades”, afirmó Llaver. “Además de vitaminas y minerales -continuó- aportan fibra, que es indispensable para la alimentación diaria, que está muy disminuida también el aporte de la fibra en la alimentación por el gran consumo de harinas, de cereales, de hidratos de carbono, de azúcares, de alimentos chatarra, de muy baja calidad nutricional, entonces es indispensable el consumo de fibra a través de las frutas y las verduras y un buen aporte de agua, que lo que indican las guías alimentarias es por lo menos ocho vasos de agua al día a la población en general”.
Sobre el déficit en fibras también hizo hincapié González y se refirió a una encuesta realizada en el país que concluyó que sólo 40% de la población argentina consume entre 25 y 30 gramos de fibra recomendada por día.
Mejor productos de estación
“Siempre recomendamos que se consuman las de estación por tener mejor precio y además en esta época del año donde hace mucho frío no dejar de consumir aquellas que aportan vitamina C como es la mandarina, la naranja, pomelo, condimentar con limón, siempre tratar de acudir a las frutas de estación”, remarcó Carrasco.
Por su parte, Llaver recordó que la vitamina C aumenta las defensas, la inmunidad, favorece y protege al organismo de algunas infecciones. “Es bueno poder consumir por lo menos una fruta al día, aunque la recomendación serían dos, por lo menos una fruta al día que esté incorporada en la mesa familiar”, remarcó.
El asunto es que justamente comprando productos de estación se accede a los que están más frescos, a mejor precio y que además aportan los nutrientes que se requieren para la época.
Llaver enumeró entre ellos, la acelga y espinaca que aportan hierro y fibra, la zanahoria que aporta vitamina A, el repollo y el brócoli, que se consideran anticancerígenos.
Hay precios de frutas y verduras que se volvieron verdaderamente inalcanzables para muchos bolsillos últimamente. Tal el caso de los pimientos y el tomate, ya se había pasado por lo mismo con la lechuga y la palta. Es que se trata de un mercado muy fluctuante y por eso, desde la Unión Frutihortícola Argentina comunicaron una buena noticia: un marcado descenso de precios de productos que llegan desde el norte del país, sobre aquellos que allí están de temporada. En algunos casos llegan hasta un 75% de descenso.
El más emblemático es el caso del tomate, que llegó a costar 80.000 pesos el cajón y hoy está en 20.000 pesos, un 75% de disminución. Este impacto ya se ve en las verdulerías. Hasta hace unos días, con variables, llegó a conseguirse a unos 4.500 pesos y hoy puede haber por 1.700 pesos el kilo. También bajaron notoriamente el pimiento verde, el zapallito italiano, el redondo y la berenjena.
“El consejo que damos es que trabajen coordinadamente con su proveedor para que traigan mercaderías que estén en precios y que sean más frescas”, apuntó Carrasco. Dijo que entre lo que está de temporada y con mejor precio se cuentan la zanahoria, el camote, el zapallo inglés, el zapallo de calabaza.