El 20 de julio es uno de los días más esperados por muchos. En ese día se conmemora la amistad y muchos son los amigos que intentan dejar todo de lado para poder reunirse en esa fecha.
Bar, café, juntada en casa, videollamada, siempre se puede encontrar la forma de vincularse y acercarse a aquellos que no son familia pero terminan por ser un pilar muy importante en la vida de cada uno: los amigos. Más allá de este día particular, algunas horas antes se festeja otra razón y se trata de los amigos con derechos.
La idea de esta iniciativa surgió de un grupo de creativos publicitarios que originalmente lanzaron una campaña para promocionar un sex shop. Sin embargo, la campaña tomó un inesperado vuelo y tuvo una repercusión masiva, lo que llevó a que se consolidara y se repitiera año tras año.
Los creadores de la campaña explicaron que la ventaja de tener un “amigo con derechos” radica en poder disfrutar de encuentros sexuales sin compromisos, pero al mismo tiempo, mantener un vínculo más profundo que el típico “touch and go” (encuentro fugaz).
Este tipo de relación es muy diferente a lo que es la amistad y acá te lo explicamos. Una relación de amistad se basa en códigos y valores que no incluyen lo erótico. El afecto, la confianza, la empatía y la reciprocidad son pilares fundamentales que la amistad cultiva y protege.
¿Qué significa ser amigos con derechos?
La inclusión de lo sexual puede representar un desafío para ambos amigos, ya que les plantea la pregunta de cómo continuar la relación sin afectar esos lazos emocionales profundos que han construido a lo largo del tiempo. Es ahí donde nace este tipo de vínculo en el que solamente se mantienen encuentros casuales y relacionados con lo sexual, dejando de lado la amistad o no influyéndola.
El sexo entre amigos puede aparecer espontáneamente como parte de un encuentro que en forma inesperada se convierte en erótico. Los más jóvenes se conceden una libertad para “dar un pasito más” y lo viven sin culpas. Para ellos no se trata de una fantasía que se elabora ni de un una sorpresa inesperada, sino que forma parte de la intensidad emocional del vínculo amistoso que puede dar paso a un conocimiento más íntimo del otro.