Más de 150 días sin que suene el despertador, sin desperezarse a las apuradas y sin salir corriendo a la escuela. Pero también, sin compartir con los amigos, festejar los cumpleaños o ir al cine. La pandemia del Sars-Cov-2 cambió la vida de todos y, entre ellos, de los más pequeños, quienes estaban acostumbrados a la rígida rutina que exige la escolarización. Por estos días, si bien continúan con las tareas, han ganado en flexibilidad y en acompañamiento de la familia, cuyos miembros también han visto modificadas sus actividades habituales.
Para conmemorar este Día del Niño Los Andes habló con algunos chicos para averiguar qué es lo que más disfrutan de la cuarentena y qué extrañan de su vida previa al Covid-19. Con la sinceridad y picardía que los caracteriza ellos compartieron sus percepciones, experiencias y nuevas actividades aprendidas en este distanciamiento, que por el momento no tiene perspectivas de terminar.
Huerta propia
Valentina Canzonieri De Vita (9) atiende el teléfono con entusiasmo y cuenta que en estos días ha jugado mucho en su casa y que ha aprovechado para andar en bici. Pero, sin dudas, la actividad que más disfrutó fue la creación de su propia huerta en el jardín de casa. “Tenemos lechuga morada, acelga y hasta kale, que que tienen más proteínas que la carne”, detalló, demostrando gran conocimiento. Todos los días se dedica a cuidarla y, de hecho, ya ha podido probar su propia producción. “Salieron unos lechugones enormes muy ricos”, relató.
Para ella, otra ventaja de este tiempo en casa, ha sido compartir más con su hermanito de 5 años y estar con sus papás. “Hemos saltado mucho en la cama elástica y hemos visto más pelis que nunca”, aseguró. Por otra parte, reconoció que a veces le han dado ganas de irse de vacaciones, estar en la playa o ir al cine a ver una película. “De la escuela no extraño mucho por las tareas, pero sí estar con mis compañeros”, contó Valentina, quien de todas formas se junta con ellos virtualmente al menos una vez por semana. Para hoy, día del niño, esperaba celebrar visitando una granja para estar con los animalitos que tanto ama.
Un músico precoz
Lo mejor de esta cuarentena ha sido para Jeremías Gerardi (7) la posibilidad de aprender a tocar la guitarra. Se trata de una tarea a la que le ha puesto gran dedicación y que hoy se hace visible con pequeños callos que se están empezando a formar en sus dedos por tanto rasgar las cuerdas. “Aprendí con videos de You Tube. Estuvo muy bueno porque soy chico y creo que nadie aprende tan rápido”, manifestó, orgulloso de su logro. También recordó que su papá le hizo escuchar Zamba de mi esperanza y que desde entonces se propuso poder tocarla. “La estoy practicando mucho para grabar un video y mandárselo a mis abuelas”, adelantó.
Por estos días, disfruta de levantarse más tarde, estar en casa y pasar más tiempo con su familia. Lo que no le gusta tanto es hacer la tarea: “Cada vez me dan más y no me gusta porque me he olvidado algunas cosas”, reconoció. Para el festejo de hoy planea simplemente estar con su mamá, su papá y su hermana.
Remontar el barrilete en esta tempestad
El más pequeño de los entrevistados fue Santiago Tapia (6), quien vive en Rivadavia. Su mamá, Romina, lo acompañó en las respuestas ya que una vez al teléfono lo invadió la timidez. Ella se mostró agradecida ya que, al vivir alejada de la ciudad, cuenta con terrenos descampados cercanos donde su hijo ha pasado largas horas de la cuarentena.
“Él maneja muy bien You Tube pero no le hace bien pasar tanto tiempo encerrado, por eso me hace feliz cuando sale a jugar”, confió. De hecho esto lo ha llevado a redescubrir la magia de los barriletes. “Me gustan mucho porque vuelan alto y van lejos”, narró el pequeño. En su caso tiene uno de River realizado por su vecino Juan Álvarez, quien los confecciona magistralmente.
Aunque le encanta estar con su familia, Santi extraña la escuela y a sus amigos. “Hago las tareas en mi casa con un pizarrón, pero no es lo mismo”, señaló. En tanto su mamá valoró el reencuentro familiar. Para la celebración de hoy Romina ha proyectado una búsqueda del tesoro, una competencia de barriletes y cocinar bizcochuelos para pasar la jornada.
Hogareña
Por su parte, para Agustina Merino (13) lo mejor de la cuarentena fue adaptar sus actividades a su propio ritmo. “Me despierto a la hora que me organismo se quiera despertar y hago las tareas a la tardecita. No me gusta hacer las cosas con luz”, relató.
Además disfruta de cocinar, ver series y mirar redes sociales. Pero confiesa que a diferencia de otros jóvenes, no ha hecho tantas videollamadas.
“En realidad no me afecta tanto la cuarentena porque me gusta estar encerrada y que la escuela sea así, me parece menos exigente”, consideró.
Datos de Unicef
Para conocer más en profundidad el impacto de la pandemia en niños, niñas y adolescentes, Unicef realizó durante julio pasado un estudio en hogares argentinos que se difundió a principios de mes. En Cuyo fueron encuestadas 1.396 personas de 301 hogares. De los datos obtenidos se concluyó que “si bien la niñez no es el grupo de población más afectado en términos de salud, la pandemia los afecta en su educación, los expone a mayores situaciones de violencia, impacta en su salud física y mental y genera cambios en sus hábitos y rutinas”.
En este estudio el 96% de los chicos de entre 13 y 17 años respondieron que realizaron tareas virtuales de la escuela en casa durante el aislamiento. También un 96% dijo tener obligaciones de este tipo para realizar todos los días. En tanto un 71% asegura realizarlas solo y el 29% restante recurre a ayuda de algún miembro de su familia.
Con respecto a los medios de información el 77% respondió que el principal medio para informarse sobre Covid-19 es la televisión. En segundo lugar, el 50% lo hace a través de las redes sociales (Facebook, Instagram, Twitter, otras) y en tercero las cadenas de WhatsApp (con un 14%). El cuarto y quinto lugar lo comparten diarios papel y online y otros medios no especificados.
Para contactarse con sus amigos la totalidad de ellos ha utilizado el chat. Incluso, el 56% lo ha hecho desde su propio teléfono con acceso a internet vía wi-fi en su casa; el 32% accede a la web con su celular pero con datos; el 22% no tiene acceso a internet y el 5% faltante directamente no tiene celular.