Hoy se celebra en Argentina el Día Nacional del Ciclista, una fecha dedicada a reconocer el esfuerzo, la dedicación y la pasión de quienes eligen la bicicleta como medio de transporte o deporte. Cada 5 de diciembre, en nuestro país se homenajea a los ciclistas profesionales y a todas las personas que disfrutan del ciclismo en su día a día, ya sea para moverse por la ciudad, hacer ejercicio o como parte de un estilo de vida saludable y ecológico.
Aunque el ciclismo aún no es el medio de transporte más popular en el país, su uso ha ido en aumento gracias a los beneficios que ofrece. Entre ellos se encuentra: la reducción del impacto ambiental y la mejora de la salud personal.
¿Por qué se celebra el Día del Ciclista cada 5 de diciembre?
El 5 de diciembre de 1981, Remigio Saavedra protagonizó una hazaña que lo convirtió en un verdadero héroe en Argentina. A los 70 años, el hombre decidió repetir un desafío que ya había logrado en 1943, cuando recorrió en bicicleta los aproximadamente 1.100 kilómetros que separan Mendoza de Buenos Aires. En aquella ocasión, su objetivo era personal, pero también social: concientizar sobre los peligros del tabaquismo.
Su llegada, después de 18 horas y 45 minutos de recorrido, fue recibida por una multitud en el Velódromo de Palermo, en Buenos Aires. Este logro se sumó a una serie de victorias y gestas de Saavedra que lo hicieron merecedor de este homenaje. En reconocimiento a su contribución al ciclismo argentino, el 5 de diciembre fue declarado el Día Nacional del Ciclista.
¿Quién fue Remigio Saavedra?
Remigio Saavedra nació en Godoy Cruz, el 1º de octubre de 1911. El mendocino fue un ciclista de gran renombre, conocido por su impresionante resistencia y determinación. A lo largo de su carrera, ganó más de 300 competiciones, entre ellas la emblemática Doble Chivilcoy, la Buenos Aires-Mar del Plata y la Doble Junín. Pero lo que realmente lo catapultó a la historia fue su desafío personal de unir Mendoza con Buenos Aires en bicicleta.
El 13 de noviembre de 1943, Saavedra realizó la travesía por primera vez, logrando completar el recorrido en 17 horas, 55 minutos y 33 segundos. Cabe destacar que para realizar dicho tiempo, contó con el apoyo de un auto que lo ayudaba a reducir el impacto del viento, un detalle técnico que le permitió alcanzar un rendimiento sobresaliente. Saavedra, quien a los 32 años ya era una figura destacada, rompió todos los récords y superó el tiempo de los convoyes ferroviarios de la época.
La segunda vez que realizó este recorrido fue el 5 de diciembre de 1981, a los 70 años, un evento que le dio aún más notoriedad debido a su avanzada edad. A lo largo de su vida, Saavedra acumuló más de 300 victorias, de las cuales 200 fueron en pista, lo que lo consolidó como una de las grandes figuras del ciclismo en Argentina. Su capacidad para mantenerse competitivo a lo largo de los años, y la manera en que superaba obstáculos tanto físicos como emocionales, lo convierten en un verdadero ícono del deporte en el país.
Saavedra falleció el 5 de julio de 1998, a los 86 años, dejando un legado profundo en el ciclismo argentino y un ejemplo de vida para generaciones futuras. Ahora, su nombre sigue siendo sinónimo de perseverancia y amor por el deporte, y su figura es recordada con admiración tanto por los ciclistas como por los aficionados al deporte en general.