Dos familias que habían naufragado en el río Uruguay se salvaron gracias a una conservadora. Se trata de dos adultos y cinco niños que resistieron ocho horas aferrados a la heladerita.
Ocurrió el domingo por la tarde en la altura del arroyo Mandisoví Grande, en Entre Ríos. Leonardo Versalli junto a sus tres hijos y un amigo de él, que también estaba con dos niños, fueron a dar una vuelta en catamarán hacia la zona de Santa Ana.
“Veníamos navegando a la altura del arroyo y sentimos un golpe en uno de los flotadores”, contó Versalli. Sin embargo, no le dieron importancia porque “había mucho viento y oleaje” y “a veces el agua hace ese ruido”.
Siguieron avanzando y momentos después comenzaron a notar que el barco se estaba poniendo de costado. De inmediato chequearon las bombas para ver si estaban funcionando correctamente pero “no daban abasto”.
Eran cerca de las 19 cuando decidieron llamar a Prefectura. “Cuando vi que ya se nos estaba hundiendo la embarcación di aviso al 106 y le pasé todos los datos de los tripulantes y las coordenadas”, señaló.
“Lo primero que atiné fue a socorrer a los nenes para que no estén nerviosos y a agarrar todo lo que teníamos a mano”, recordó Leonardo.
“Pasó todo tan rápido que se puso de costado la embarcación, se hundió y quedamos agarrados de uno de los flotadores”, aseguró en diálogo con Todo Noticias.
Fue entonces cuando la heladerita salió a flote y se convirtió en la última esperanza de las dos familias. “Mi amigo ve que sale la conservadora por adelante, la agarró, la vació entera como para tener algo más para flotar”, contó. Aunque todos llevaban chalecos salvavidas, la heladerita “ayudó mucho en mantener a todos los chicos unidos” formando un círculo alrededor.
La hija de su amigo, de 15 años, sacó su celular, que todavía estaba encendido, y llamaron al 911. Sin embargo, pasaron ocho horas en el río hasta que los encontraron sanos y salvos.
Prefectura y varios conocidos se enteraron de la situación y los habían estado buscando con sus barcos. “Estamos todos bien. Fue una desgracia con suerte”, dijo Leonardo.
“Hace años tenemos embarcación, tuvimos tormenta, viento fuerte, oleaje, pero jamás me había pasado llegar a este extremo de que se me hunda”, remarcó el hombre. Tras la experiencia, su hija mayor, Bárbara, hizo un dibujo con el antes y después de lo que les pasó.