Quién dice que los jóvenes no pueden hablar de las distintas realidades sociales por la que atraviesan cada una de las personas que habitan este mundo. Así es y así lo hicieron un grupo de siete adolescentes que participaron y fueron protagonistas de una serie de charlas que organizaron Clubes TED-Ed Argentina y UNICEF, donde se tocaron distintos temas referidos a la falta de oportunidades, el silencio, las identidades fragmentadas, la vocación, los sueños, entre otros.
“Proyectá tu presente” fue como se denominó al evento donde se destacaron dos jóvenes mendocinas que expusieron distintos tópicos ante otro grupo de adolescentes en una escuela de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Esta presentación se realizó en el marco del Día Mundial de la Infancia, que se celebró el pasado 20 de noviembre con el fin de concientizar y sensibilizar sobre las problemáticas que afectan las vidas de las chicas y los chicos para apoyar su participación como defensores de sus propios derechos.
Pilar y Milagros fueron las chicas mendocinas protagonistas de estas charlas que marcaron al público y tuvieron mucha repercusión. Ellas mismas elaboraron sus presentaciones junto a un grupo de coaches del equipo de Clubes TED Ed que ayudaron en el proceso.
Milagros Molina tiene 20 años, es de Godoy Cruz y actualmente cursa las carreras de 1° año de Derecho y Traductorado Público de Inglés, además trabaja y es pastelera aficionada. En esta exposición para UNICEF habló sobre un tema titulado como “Mi identidad es como un cubo rubik” para transmitir la idea de que su persona tiene distintas combinaciones que la hacen ser como es. El ser auténtica y la identidad fueron las palabras claves de su charla que le llegó al público presente y a los no presentes también.
“Este espacio que nos dio UNICEF fue muy cómodo para poder expresar nuestras ideas libremente y conectar con otras personas que piensan igual o diferente a nosotros. Clubes Ted me ayudó a aprender cosas de una manera que no conocemos. Esto me hizo descubrir quién soy y la complejidad de mi identidad. La verdad que fue un hermoso espacio de libertad para que las voces de los jóvenes puedan ser escuchadas. Se sintió empoderante haber podido dar esta charla”, expresó la joven a Los Andes.
Además agregó: “Cada cosa que expongo en mi charla fue inspirado en mis experiencias personales y por lo que estoy atravesando en este momento. Ver como pares míos sufren sobre lo que yo hablo del tema del estereotipo de persona “multitasking” y como a veces el mundo y las personas cercanas a nosotros no logran comprender esta complejidad que tenemos dentro. Esto hace que uno mismo o las personas que atraviesan por esto tengan que ocultar ciertos aspectos, lo que produce que no podamos actuar con autenticidad”.
“No se si llegue a ver estos grandes cambios, pero sí confío en que mi idea pueda llegar a muchos lugares, donde más jóvenes y adolescentes puedan sentirse más confiados de quiénes son, aceptarse a uno mismo, aceptar al otro y así poder construir una sociedad más tolerante. Creo que personas pequeñas con ideas pequeñas pueden cambiar al mundo. Espero que esto sea el motorcito para que aquellas personas que cumplimos con el estereotipo de persona “multitasking” dejemos de recibir críticas sobre quiénes somos y lo que hacemos”, concluyó Milagros de manera reflexiva.
Por otro lado está Pilar Rodríguez, que tiene 17 años, es de Luján de Cuyo y estudia en el Instituto Cuyano de Educación Integral. Terminó de cursar 4to año y el año que viene será su última etapa en la secundaria. Todavía no tiene pensado qué hacer de su futuro, aunque tiene tiempo, es muy curiosa y le gusta aprender mucho.
“Desactivar el modo automático” fue la presentación que ella realizó y trató los temas de hacer una pausa, ser empáticos, contribuir y conectar con uno mismo. “Necesitamos involucrarnos para hacer de este mundo un lugar mejor. Si todos hacemos como que no pasa nada no vamos a llegar a ningún lado. Por eso hay que frenarnos y pensar si podemos hacer algo por el otro. A veces nos da miedo parar y está bueno hacerlo para saber qué nos importa, en qué me quiero involucrar y conectar con algo. Hay que empezar de lo chiquito, de lo cotidiano”, resaltó a Los Andes sobre su tema expuesto.
No solo se quedó con eso sino que también habló del camino que atravesó en esta gran experiencia. “Fue una locura todo lo que pasó, fue todo muy rápido y no termino de caer en todo lo que sucedió. El proceso fue una experiencia única porque aprendí mucho sobre mí, sobre otras personas y el mundo. Fue increíble comunicarse con otras personas que tienen unas ideas impresionantes”, resaltó.
Siendo tan joven, descubrió que su discurso le llegó de gran manera a la gente y tuvo gran devolución de satisfacción por parte del público. “Las repercusiones fueron muy lindas, me encontré con gente que me agradeció el mensaje que transmití y muchos se sintieron identificados. Fue una montaña rusa de emociones. Mi mayor miedo era que el mensaje no llegara o no se entendiera. Espero que le haya llegado a la mayor cantidad de personas posibles y haya sido clara”, concluyó la joven.