Dos nenas de 2 y 4 años fueron abandonadas en la General Paz y detuvieron a los padres

Los adultos se defendieron diciendo que no podían hacerse cargo y que por eso las dejaron en un parque al lado de la avenida. Ocurrió en Buenos Aires.

Dos nenas de 2 y 4 años fueron abandonadas en la General Paz y detuvieron a los padres
Dos nenas menores de edad fueron abandonadas por sus padres que fueron detenidos. - Gentileza / La Nación

Dos hermanitas de 2 y 4 años fueron abandonadas por sus padres el martes a la medianoche en el parque de la avenida General Paz, en la Ciudad de Buenos Aires. Efectivos de la Policía vieron el momento exacto del hecho, por lo que inmediatamente dieron con la detención de ambos adultos que se defendieron diciendo que no las podían mantener.

Los uniformados de la comisaría vecinal 9 B del barrio de Liniers vieron a una mujer corriendo, cerca de ella había dos niñas sentadas, solas, en el parque de la avenida General Paz, a la altura de la calle Ibarrola. Ante las preguntas de los policías sobre qué ocurría, la joven, visiblemente nerviosa, respondió cualquier cosa, lo que generó sospechas.

Sin embargo, los agentes se acercaron a las menores y la mayor de las niñas contó que la mujer, de 21 años, era su mamá. Fue entonces que la adulta se justificó alegando que no podía hacerse cargo de las pequeñas y que por eso había decidido abandonarlas, según detalló La Nación.

Luego se acercó un hombre, de 28 años, de nacionalidad boliviana, que dijo ser el padre de ambas nenas. Él también les dijo a los uniformados que no podían hacerse cargo de las criaturas y que por eso habían tomado esa decisión.

Rescatadas y detenidos

Los policías decidieron contener a las nenas, que procedieron a ser acompañadas de personal policial femenino, hasta que llegó una ambulancia del SAME para trasladarlas al hospital Santojanni y así realizarles un control sanitario, para verificar su estado de salud.  .

Mientras que, por otra parte, la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas Nro. 40 dispuso la inmediata detención de los padres y dio intervención al Consejo de Niños, Niñas y Adolescentes para que evalúen una rápida y posible solución para el futuro de las menores.

Su estado de salud

Se las ve bien, pasaron buena noche, están alimentadas, están judicializadas. Van a quedarse en el área de internación de Pediatría hasta que el juez disponga su destino. Están distraídas, fascinadas con los dibujitos que hay en el área de internación, no son muy conscientes por la edad de lo que sucede, pero no las veo angustiadas”, explicó a La Nación, Sol Quintas, la médica que atendió a las menores en el hospital Santojanni.

Luego comentó: “Estaban muertas de hambre y de sed. Clínicamente las vi estables, ni deshidratadas, ni con escoriaciones, ni con ningún golpe. Sí estaban con descuido de aseo. Después tuvieron una revisación más exhaustiva en Pediatría”.

Los efectivos de la policía ya les habían convidado para comer y beber mientras esperaban que llegara la ambulancia del SAME, en la avenida General Paz.

Me dijeron que vivían con la abuela y que la abuela no quería que la mamá fuese porque ‘mamá toma mucha cerveza’. Cuando yo llegué, estaban detenidos los padres y las nenas siendo alimentadas en otro lugar, nadie tenía el DNI de las nenas y no se lo acordaban. Aparentemente, la madre había tirado la mochila de la más grande, que la halló la Policía. Encontré el cuaderno de la nena del jardín y pude ver contactos de teléfonos, que se los pasé a una asistente social en el hospital”, detalló Quintas.

El rol de la abuela

La abuela de las niñas llegó de inmediato al hospital junto a las hermanas, según detalló la médica. “El vínculo aparentemente es bueno, las vi tranquilas con la abuela, pero ella desconoce la situación judicial que se va a desenlazar. Dijo que se iba a volver a la casa con ellas en un rato y yo le dije que a eso lo iba a disponer el juez”, sostuvo.

“Noto que se puede hacer cargo de las nenas, relata bien las cosas y es consciente de la enfermedad de su hija. Me dijo que [la madre de las niñas y su hija] tomaba, que quería conseguir un psiquiatra o una psicóloga y que no lo pudo lograr, pero no es consciente de la situación judicial”, continuó Quintas y agregó: “Hace un ratito la corrí a la abuela para cruzar unas palabras y las dos nenas vinieron a agarrarse a ella”.

La doctora contó que durante el traslado charló con la hermana mayor, quien le dijo que su padre la había buscado por el colegio y que habían pasado la tarde en Liniers. “Dijo que estuvieron ‘en el pastito’”, señaló.

Respecto a las palabras que cruzó con la abuela, detalló: “Me dijo que el papá las vino a buscar para pasar el día y después las traía. Entendí que se la dio al padre, que está en conflicto con la mamá, que aparentemente es alcohólica. La mamá frecuenta la zona donde las encontré. Ahí [el papá] se encontró con la mamá, empezaron a discutir, perdieron de vista a las nenas, que quedaron solas y bajaron la barranca. Ella cuando vio a la Policía le dijo ‘soy la tía’”.

Finalmente la profesional indicó que este tipo de situaciones se repiten en un promedio de tres o cuatro veces por año y agregó que en este caso hubo un final relativamente feliz, porque las criaturas estaban por cruzar la avenida General Paz y la más chiquita tiene poco más de un año y medio, por lo que era una situación de extremo peligro.

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