Ayer por la mañana un grupo de trabajadores nocturnos se manifestaron frente a la Casa de Gobierno para pedir que se reactive un sector muy golpeado desde el inicio de la cuarentena.
Es que desde marzo se cayeron las fiestas y cumpleaños que estaban programadas y cesó la actividad también en las discotecas.
Durante el reclamo, Rubi Carsul, dueño del boliche Olimpo, comentó que uno de los pedidos, es la flexibilización de los horarios. “Es imposible cumplir con los horarios planteados. Si vuelvo restaurant mi local, la gente no va a ir hasta Luján, después de terminar la jornada laboral, para estar llegando a las 21. con suerte y a las 23 que ya te estén apagando las luces”.
“La verdad que viene gente a cenar pero tenemos que apurarlos para poder cumplir con los horarios. Tengo miedo de que me apliquen multas, y más aún en este contexto económico”. Solicitamos que se extienda el horario hasta las 01 am. El poco tiempo de las personas en el local reduce el consumo, y esto podría ayudar a revertirlo", explicó Guillermo González, dueño de la empresa STAFF Catering, cuyo salón se reconvirtió en El Sitio Resto Bar, ubicado en Godoy Cruz.
También se presentó un protocolo para que se puedan habilitar estos lugares, que será evaluado por el Ministerio de Salud.
“Nos recibió una persona del Gobierno y la respuesta que nos dio es que somos unos privilegiados respecto a otros sectores, y en relación a otras provincias donde aún están en fase 1. Nos dijeron que no se puede pedir más porque no va a existir la aprobación del gobierno nacional”, contó Rubi. Sin fecha de una posible respuesta, aseguran que intentarán replicar la movilización el próximo miércoles.
“Queremos trabajar”
“No queremos subsidios ni nada por el estilo, queremos trabajar”, es la frase que repiten dueños y trabajadores del sector. “Estamos en un gris, sin ayuda para nada. En el sector trabaja una gran cantidad de personas: fotógrafos, camarógrafos, decoradores. Servicios que no tienen ninguna ayuda, porque hay muchos trabajadores no registrados”, explicó González. Si bien se estima que son alrededor de 1500 familias las que dependen del rubro en tiempos “normales”, que pueden ser aún más ya que, según González, "existen muchas empresas pequeñas en lugares más retirados de la ciudad, que posiblemente queden fuera de este número, por lo que no se puede contabilizar el impacto.
“Tuve que vender muchas cosas del negocio para poder sostenerlo, sobre todo el pago de los impuestos que es algo fijo. La cadena de pago es exactamente la misma de siempre, mientras que la cadena de ingreso se cortó por completo”, es la situación de Carsul.
“Han sido seis meses trágicos sin ningún tipo de ingreso. Hemos tenido que reintegrar las señas de eventos. En general, son eventos pactados con un año de anterioridad. Al principio de la cuarentena, se reacomodaron, pero finalmente fueron anulados, sobre todo las bodas, que son los festejos para los que viene gente de afuera”, es el caso de Staff Catering. “Yo contaba con un respaldo económico y con el sueldo de otro trabajo de mi esposa, que nos permitió sostenernos. Tuve que destinar ahorros para uso personal, no del negocio, que me alcanzó al principio para pagar impuestos y a los empleados”, agregó Guillermo quien cuenta que logró poner en funcionamiento el Restó Bar con la ayuda de otras empresas y emprendimientos de familiares y amigos, y que previo a que se permitiera esa actividad utilizó los vehículos de la logística de la empresa como taxiflet, para mudanzas, para distribución de una droguería. “Lamentablemente no puedo dar trabajo por el momento. Espero poder hacerlo pronto pero depende que se levante el nivel de consumo”, es el deseo de la familia de Staff, empresa con 26 años de trayectoria en eventos.
“No hay respuesta sobre los eventos. No se ve un futuro y hay rumores de que podrían volver recién en octubre del 2021”, dio González.