Ser chofer de colectivos suele ser un trabajo con sus riesgos y sus premios: deben afrontar en su rutina diaria los humores de todos los pasajeros que transportan y lidiar con más de uno que los maltrata para poder viajar sin pagar.
Pero dentro del día a día de estos trabajadores, hay espacio para actos cargados de solidaridad y empatía que pasarían desapercibidos si no fuera por la propia gente que se encarga de viralizarlo en las redes sociales con mensajes de gratitud.
Pues bien, esto es lo que ocurrió en Buenos Aires cuando un trabajador del volante se encontraba en uno de sus habituales recorridos y le tocó frenar en una parada donde lo esperaban dos adolescentes y una mujer adulta.
Se trataba de dos chicas que iban a la escuela y aguardaban el transporte, pero una de ellas era discapacitada y estaba sentada en su silla de ruedas. Lamentablemente, la unidad que conducía el chofer no contaba con rampas especiales pero el solidario conductor no se hizo el distraído sino que detuvo la unidad y fue hasta la puerta de atrás para cargar primero la silla y luego a la joven.
El trabajador hizo lo mismo cuando llegó a destino: frenó el micro, fue hasta el fondo, bajó la silla y luego a la adolescente. Antes de continuar con su ruta, el hombre y la nena se dieron un toque de puño como gesto de agradecimiento.
Una de las personas que viajaba en el colectivo filmó toda la secuencia y aseguró que “lo voy a recontra viralizar”. Luego lo compartió en Facebook y afirmó que “El día de ayer, el chofer de la línea 293 interno 604 hizo esto. No hace falta contar más, me pongo de pie y le digo Dios lo bendiga y lo guarde siempre. Le costó mucho porque la puerta del colectivo era angosta y con dos escalones. Les pido lo viralicemos, para que las empresas cumplan con las normas!!”.