Según un relevamiento realizado por una compañía de servicios de empleo, en Argentina el 90% de las empresas no cuenta con políticas proactivas para la contratación de personas trans. Se trata de una de las minorías que sufre mayor discriminación en el sociedad y sobre todo en el ámbito laboral.
El dato surge de un relevamiento realizado en 2020 por Adecco Argentina en más de 340 departamentos de Recursos Humanos de compañías nacionales y multinacionales que desarrollan actividades en el país.
Asimismo, un 63% de las personas consultadas reconocieron no contemplar estrategias para evitar sesgos inconscientes en sus procesos de selección.
En tanto, desde la organización Contratá Trans, afirmaron que el 70% de las personas trans no ha asistido a entrevistas de trabajo desde que asumieron su identidad de género.
La Ley de cupo laboral travesti-trans, que fue aprobada el 24 de junio pasado, no solo contempla un mínimo del 1% para toda la planta laboral del Estado Nacional, sino que además prevé incentivos económicos por contratación para el sector privado.
Las entrevistas
El mismo estudio reveló que, de las personas del colectivo LGBTI que tuvieron entrevistas laborales, el 46% fueron rechazadas y el 54% vivió esta experiencia entre 2 y 4 veces. Un 17% fue rechazada entre 5 y 10 veces y otro 17% por lo menos una vez. El 10% dijo haber sido rechazada más de 10 veces y el 2% dijo haber sido rechazada siempre.
El 51% cree que recibió el rechazo por ser parte del colectivo. Sin embargo, a la mayoría (85%) jamás le informaron el motivo del mismo.
“Es importante que las empresas tengan en cuenta que todo equipo de trabajo integrado por personas de distintos colectivos genera entre sus integrantes miradas mucho más amplias, diversas y enriquecedoras a la hora de buscar soluciones”, destacó Sabrina Capparelli, Gerente de Marketing y Comunicación de Adecco Argentina & Uruguay.
“Sin dudas, la inclusión y la diversidad en las empresas es un tema que viene ganando terreno, pero claramente todavía falta mucho camino por recorrer. Es importante también el rol del Estado para incorporar estos temas a la agenda e implementar políticas y acciones para generar una mayor inclusión”, agregó.
Promover la diversidad sexual en el ámbito laboral no sólo contribuye a derribar prejuicios, sino que facilita que las personas puedan expresar libremente quiénes son y vivir sin discriminación en su lugar de trabajo.
Por parte de las compañías, cuando se les pide que apoyen la diversidad va más allá de las contrataciones, implica también generar instancias de formación, diálogo y sensibilización en todos los niveles de la empresa sobre distintas cuestiones vinculadas a la diversidad sexual y la identidad de género.
No obstante, es necesario el diseño de políticas y planes estratégicos que manifiesten el compromiso activo.