El Aconcagua llega a su cierre de temporada con 10% más de ascensos

De acuerdo a prestadores turísticos que organizan los ascensos, 2.800 andinistas se animaron al Coloso de América este año. El período fue más concurrido que en 2019, en prepandemia.

El Aconcagua llega a su cierre de temporada con 10% más de ascensos
Los prestadores privados consideran que la cantidad de montañistas que realizaron campañas esta temporada fue superior a años anteriores, marcados profundamente por la pandemia. | Foto: Gobierno de Mendoza

El Aconcagua, la montaña más alta de América, va culminando una temporada de ascensos y trekking superando los niveles prepandemia, según los prestadores turísticos, quienes aseguran que la venta anticipada de los permisos permitió ofrecer el producto antes, haciendo atractivo el destino para el montañistas que buscan escalar el Coloso de América. Sin embargo, se va ampliando la franja de usuarios que persigue el mismo objetivo, fomentada por una batería de servicios, como el glamping y otras comodidades que va ofreciendo una de las cordilleras más imponentes del mundo.

Con una altitud de casi 7.000 metros sobre el nivel del mar, el Aconcagua se abre en noviembre y cierra en abril para realizar distintas actividades, siendo este año el primero en que funcionó normalmente, después de dos años con muchas dificultades por la pandemia de Covid-19.

De acuerdo con datos no oficiales y a los que accedió Los Andes mediante los cálculos que realizan las firmas que promueven los ascensos, hubo 2.800 deportistas de distintos puntos del mundo que hicieron la proeza de escalar el Coloso de América.

El balance

El coordinador logístico de Inka Expediciones, Pablo Tetilla, aseguró: “Este año notamos que hubo un 10% más de ascensos con respecto a 2019 y quiero destacar que fue una estrategia acertada la de la Provincia al promover la venta de los permisos de manera anticipada. Se trabajó muy bien y hay que destacar el esfuerzo de todo el equipo, tanto de los empresarios, como del equipo de rescate y del helicóptero por la tarea compleja que se hace aquí”.

Tetilla destacó que, además del montañista que busca llegar al Aconcagua y vivir la experiencia extrema de naturaleza, también se presentó la demanda del deportista amateur que busca confort y que utiliza los servicios de gastronomía, glamping, internet, entre otras comodidades que hoy se ofrecen en una de las montañas más convocantes del mundo. Son los andinistas que hacen ascensos largos, que demandan entre 15 y 20 días de expedición.

El referente de una de las empresas más importantes del rubro, destacó la mejora de la infraestructura y los cambios en el servicio de rescate. “Vimos un cambio para mejor y los médicos tienen mucha experiencia para trabajar rápido y reducir al máximo los tiempos para llegar a socorrer a los expedicionarios, más este año, en que el tiempo fue muy malo y había mucho hielo. El año que viene se debería mejorar la seguridad en distintos sectores, frente a una nueva temporada tan compleja desde lo climático”, señaló Tetilla.

Los Andes consultó a la Dirección de Recursos Naturales de la provincia para actualizar los datos oficiales de toda la temporada, pero señalaron que no contaban con la información procesada.

Nuevos desafíos

Como desafío a futuro, desde Inka Expediciones mencionaron que deberían mejorar las condiciones para la visita al Parque Aconcagua, donde sólo hasta enero hubo 47.793 ingresos, de los cuales se destacan 1.580 ascensos, 1.129 trekking, 281 trekking corto, 70 largos, 12.564 paseos a la laguna y 32.169 visitantes al circuito corto.

“Es una materia pendiente dar servicios y hacer una fuerte promoción del Parque, que es para el público en general que va por el día. Pero por la legislación actual no se puede construir o hacer instalaciones. Sería muy interesante potenciarlo para las personas que quieren conocer el Aconcagua pero no hacer el ascenso”, opinó el prestador privado Pablo Tetilla.

E insistió en que, en el caso del trekking, el nivel de servicio está a la altura de cualquier otro pico a nivel mundial, por lo que destacó el esfuerzo conjunto entre el empresariado y el Gobierno de Mendoza.

El guía de montaña Pablo Tapia, de la empresa Acomora Expedición, coincidió con Tetilla que fue un año de mucho trabajo y que se notó en el volumen de demanda y la cantidad de montañistas para realizar las campañas, muy superior a años anteriores.

Todos los años se van abriendo nuevos mercados para llegar a aquellos que practican este deporte y el 2023 tuvo la particularidad que hubo andinistas rusos.

“Como una meta para el próximo año es importante optimizar la seguridad por la nieve que se va acumulando en las laderas y que hace necesario que muchas personas vayan vinculadas para realizar la travesía y escalar”, coincidió con Tetilla, otro de los expertos consultados.

Una temporada polémica

Este año el cambio en la contratación del servicio médico y del helicóptero para rescates generó cruces con la empresa que brindaba el servicio anteriormente, que puso un manto de sospechas sobre el proceso licitatorio.

X- Medicina, la firma que ganó la licitación para hacer prestaciones médicas en el “techo de América”, había sido cuestionada por uno de sus competidores. Pero luego, un dictamen de Fiscalía de Estado terminó de validar este convenio que durará hasta 2026.

La empresa cotizó el servicio de guardia de $129.000, haciendo un total de $265,7 millones para las cuatro temporadas. El Gobierno autorizó el gasto para todo 2022 en $18,6 millones.

De acuerdo con las cifras oficiales, hasta enero de 2023 hubo 80 evacuaciones y 18 rescates. Mientras que se contabilizaron tres muertes en el pasado mes de febrero.

La primera muerte este año en el Aconcagua fue la de Moi Oystein, un ciudadano noruego de 62 años. El andinista se descompensó el sábado 4 de febrero mientras estaba en plena subida y falleció cuando se encontraba a unos 6.000 metros de altura.

Luego, se conoció la tragedia en la que perdió la vida John Michael Magness, un estadounidense de 58 años, que falleció al día siguiente.

Mientras que el tercer deceso de la temporada fue el del estadounidense Ayn Vincent Day, de 39 años, quien falleció intentando hacer cumbre a pesar de la recomendación que habái recibido de los guías de frenar la escalada por las malas condiciones climáticas.

La polémica por el maltrato de las mulas

A principios de este mes, la fundación Cullunche hizo públicas una serie de fotografías en las que se ve a las mulas de carga del Aconcagua en malas condiciones, lastimadas y en situación de abandono, por lo que apuntaron contra los operadores de la zona.

La problemática, que según el Gobierno es investigada desde febrero, se habría desencadenado luego de la baja del Programa de bienestar animal de mulas cargueras.

Desde Ambiente se desmintió que no se esté haciendo un control de la sanidad y del cuidado de las mulas y se aclaró que está bajo su órbita. Indicaron que se realiza una profunda investigación con los arrieros que trabajan en el Aconcagua y que, además, están debidamente identificados.

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