Tras la liberación de Mauro Aguirre, exdocente de la Universidad Nacional de Cuyo denunciado por abuso sexual y violencia de género, el Consejo Superior de esa casa de estudios emitió un comunicado en el que expresó su preocupación por la causa y pidió celeridad a la Justicia en su investigación, especialmente, para asegurar la protección de las víctimas.
“El Consejo Superior de la Universidad Nacional de Cuyo expresa su preocupación y solicita el avance en la investigación y juzgamiento de los hechos que se investigan en los autos n° “P-18825/19 - fiscal C/Aguirre, Mauro y otros” los cuales tienen su génesis en el año 2018. Dicha causa resulta de especial interés para esta casa de altos estudios y su comunidad educativa, ello en atención a quienes se encuentran comprometidas en carácter de víctimas”, dijo la unidad académica.
La UNCuyo resaltó que es una “institución pública comprometida con la eliminación de la violencia de género en todos sus sentidos y ámbitos”.
“Lo ha demostrado con acciones institucionales concretas y políticas públicas. Nuestra institución educativa puso de manifiesto un accionar concreto que intenta erradicar de fondo las estructuras machistas y hetero-patriarcales”, se agregó en el documento de repudio.
“La dilación del proceso penal en el que se analizan las denuncias que involucran la integridad sexual de integrantes de esta comunidad universitaria, nos pone de alerta y nos obliga a, cuanto menos, tomar un posicionamiento y exhortar a quienes tienen a cargo la investigación penal la resolución inmediata del caso”, subrayó.
Ante lo ocurrido en la causa, el Consejo Superior manifestó nuevamente su solidaridad con aquellas jóvenes denunciantes, pertenecientes a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
“Requerimos también a quienes se encuentran a cargo de la investigación penal se arbitren los medios necesarios a los fines de proteger y evitar la revictimización de todas aquellas personas que se hayan animado a denunciar, como así también a quienes deban prestar o hayan prestado testimonio de lo sucedido”, insistió.
“Como universidad es nuestro deber elaborar las medidas para que la violencia contra la mujer sea eliminada de cualquier ámbito en el que deseen desempeñarse, sea en el rol de estudiante, de docente, de egresada o de personal de apoyo académico y ciudadanía en general”, añadió.
“La UNCuyo y su comunidad educativa acompañan a las denunciantes, sus familias y sus afectos en la búsqueda de justicia”, cerró.
El docente Mauro Aguirre, liberado
El pasado 29 de agosto, el Tribunal Penal Colegiado N°1 hizo lugar a la defensa del exdocente de la UNCuyo Mauro Aguirre y ordenó la libertad bajo caución de 200.000 pesos.
Según informaron fuentes judiciales a Los Andes, se ordenó el cese de la prisión domiciliaria, pero con reglas de conducta, ya que tiene prohibida la salida del país y no puede tener contacto con las víctimas o denunciantes.
El Tribunal entendió que, en el tiempo transcurrido, el hombre no ha entorpecido la causa. Sin embargo, también quedó confirmada la elevación a juicio por siete hechos de abuso sexual con acceso carnal agravado por su rol de educador.
En 2018, durante un encuentro de mujeres en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, seis estudiantes denunciaron públicamente a Aguirre por situaciones de violencia de género y abuso sexual.
Tras conocerse la denuncia, las autoridades de la facultad dieron intervención a la Consejería de Género y Sexualidad y se inició un sumario y acciones penales en contra del por entonces profesor de ese establecimiento y líder de la agrupación universitaria AUN. En esa oportunidad también se apuntó como partícipes necesarios a otros dirigentes de esa organización estudiantil.
Luego de eso, Aguirre fue suspendido por el Consejo Directivo de la FCPyS y el 10 de mayo de 2019 la Unidad Fiscal de Delitos Contra la Integridad Sexual dispuso su detención, tras tomarles declaración a las jóvenes que lo denunciaron.
Durante ese proceso, Aguirre adelantó su trámite jubilatorio. Además de fundador de AUN, el exprofesor fue uno de los referentes en Mendoza del Movimiento por la Dignidad y la Independencia (Modin), partido dirigido por el ex carapintada Aldo Rico, y llegó a ser convencional constituyente en 1994 por ese espacio.