El Covid-19 ya se ha cobrado la vida de 10 embarazadas en Mendoza y con la pandemia se transformó en la primera causa de muerte para este grupo. Además, este año se observa mayor impacto luego de que en los inicios se creyera que no representaban un grupo de riesgo.
Durante 2020 se notificaron tres muertes maternas tras haberse contagiado el coronavirus, 30% del total según datos de la Dirección de Maternidad e Infancia de la provincia. Durante 2021, han sido siete las muertes asociadas a ese virus. De ellas, cinco son muertes maternas que ingresan dentro de la tasa de mortalidad ya que este parámetro estadístico incluye los decesos ocurridos durante la gestación y hasta los 42 días posteriores al evento obstétrico. En tanto, las dos restantes son consideradas muertes maternas tardías y no se incluyen dentro de la medición de este indicador.
Como parámetro valen los datos de años anteriores. En 2017 murieron cinco mujeres dentro de los parámetros de mortalidad materna. En 2018 fueron nueve, en 2019 fueron seis y en 2020, ocho; de las cuales tres eran pacientes con Covid-19. Los números de 2021 parecen anticipar un aumento en la cantidad de muertes maternas.
Lo que aprecian los especialistas es que esta segunda ola que está afectando más a personas jóvenes, provoca que lleguen a los hospitales más embarazadas con cuadros graves.
“Esto también se ha visto en el mundo y es la primera causa de mortalidad materna en el país, por eso se le ha dado importancia y se ha tomado esta decisión rápidamente”, dijo la directora del área, Mónica Rinaldi, en referencia a la apertura de inscripción el miércoles pasado para que también reciban la vacuna antiCovid.
La propia directora informó que hasta ahora 100% de las muertes maternas de 2021 han sido por Covid.
En abril una joven falleció en La Paz, según se informó en ese momento luego de la realización de una Interrupción Voluntaria del Embarazo. Sin embargo, el caso está en investigación y por ello no se suma a las notificaciones de muerte materna hasta que se sepa realmente qué sucedió.
Más complicaciones
En el hospital Lagomaggiore están observando esta situación de agravamiento. Ernesto Olcese, jefe de Perinatología, informó que este año tuvieron una muerte materna atribuible a Covid en una mujer que además tenía enfermedades previas consideradas de riesgo: era obesa e hipertensa. Por ello suponen que las patologías asociadas hicieron que el cuadro fuera más grave.
“Sí hemos visto en el resto de las pacientes complicaciones más severas que el año pasado”, afirmó. Explicó que la complicación más importante es neumonía y en segunda instancia que las pacientes presentan un síndrome de coagulación que las lleva a hacer una trombosis por lo que se complican sus cuadros de base.
“No podemos dejar de lado las comórbidas”, remarcó, porque dijo que la mayor parte de las pacientes que reciben tienen, especialmente, sobrepeso u obesidad por lo que consideró que es un “combo”.
“El Covid en la embarazada produce trombosis exagerada respecto de lo normal y eso complica el cuadro porque las pacientes hacen un tromboembolismo pulmonar con mayor frecuencia, a lo que se puede asociar su neumonía y eso es lo que hoy lo hace más peligroso”, detalló.
Además del mayor riesgo de presentar trombos, Rinaldi sumó las dificultades para el abordaje de pacientes con ventilación porque el bebé desplaza el diafragma hacia arriba.
Explicó que por otra parte se presenta una tasa de prematurez superior a la normal y es de 20% en las pacientes con Covid. En general, no se adelantan demasiado sino un poco antes de las 37 semanas.
“Estamos viendo cuadros graves en personas jóvenes en UTI y lo mismo afecta a las embarazadas”, advirtió el licenciado Gustavo Rinaudo, presidente de la Sociedad Obstétrica de Mendoza. Por eso, consideró positivo que todas las embarazadas accedan a la vacunación porque son dos vidas las que están en juego si el Covid se agrava. “Hoy sabemos que muchas personas sin comorbilidades han fallecido”, subrayó.
Respecto de los partos prematuros explicó: “Han aumentado las amenazas de partos pretérmino por Covid (...) si la embarazada termina en una UTI se está observando que se adelantan los partos, el pronóstico de la mujer no es del todo favorable y por eso se decide así”.
Antes de la pandemia, las muertes maternas obedecían a causas directas, como hemorragias o eclampsia (hipertensión); o por algún tipo de enfermedad de base de la persona gestante, por esteatosis hepática del embarazo, aneurisma y/o paro cardiorrespiratorio (en domicilio).
Con este panorama, parte de la preocupación es que desmejoran los indicadores de muerte materna que los últimos años venían mejorando. Rinaldi explicó que es el temor que tienen los organismos internacionales.
Pero el asunto tiene además otra derivación. A fines de mayo, la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne, advirtió que la continua interrupción de los servicios de salud reproductiva y materna para las mujeres debido al Covid-19 podría borrar más de 20 años de avances en la reducción de la mortalidad materna y el aumento del acceso a la planificación familiar. En muchos casos, las personas gestantes espaciaron los controles por temor a la infección.