Camila, una joven mamá cordobesa, llamó llorando y rogando a la policía. El motivo: su bebé había dejado de respirar. Una situación límite que fue entendida de esa manera por quien estaba del otro lado de la línea, la sargento Cristina Ramírez.
-¡¡¡Holaaa, por favor, estoy acá en la ruta, se me está muriendo mi bebé, necesito ayuda, por favor!!!
- Mamá, mamá, necesito que te tranquilices, ya va la ambulancia para allá pero necesito que te tranquilices para que salvemos a tu bebé.
Ramiréz es paramédica además de policía. Por eso supo desde el primer instante que decirle a la joven para que cesara su llanto desesperado y empezara con las tareas de auxilio a su hijo, de nombre Bautista.
Junto con su pareja, circulaban por la avenida Circunvalación a la altura del barrio Aeronaútico de Córdoba cuando debieron parar porque el niño dejó de respirar.
Con la ayuda de la sargento, la mujer dio vuelta al bebé (de un año de edad) y logró que llorara y volviera a respirar. En ese momento, llegó una patrulla a auxiliarlos.
Fue allí cuando de manera personal la agente Jazmín César le practicó primeros auxilios a la criatura. Con la llegada de la ambulancia, un patrullero de la Policía Caminera los acompañó hasta el centro de salud donde finalmente el pequeño fue asistido.