La confirmación de la muerte del andinista y experimentado guía de montaña mendocino Ignacio Javier Lucero (50) y de los dos expedicionarios que estaban con él en el cerro Marmolejo (en la Cordillera de los Andes chilena) enlutó a Mendoza y a La Pampa -de donde eran oriundas las otras dos víctimas fatales (Raúl Espir y Sergio Berardo-. Pero, además, causó una importante conmoción en Argentina y Chile, dentro y fuera del ámbito del montañismo.
Y es que Nacho Lucero -quien vivió por y para la montaña- llevaba a cuestas, junto a todo su equipo, una emotiva historia de superación. Porque en 2011, cuando intentaba por primera vez hacer cumbre en el Manaslu (Nepal, dentro de la siempre imponente e impactante Cordillera del Himalaya), el mendocino sufrió un infarto masivo. Y, mientras se preparaba para que lo operaran ante este cuadro, sufrió un ACV casi en simultáneo.
Pero Nacho no se dio por vencido, completó la rehabilitación -momento en que conoció a su inseparable amigo, el perro Oro- y juntos siguieron yendo y viniendo, ascendiendo y descendiendo distintos cerros y montañas. Probablemente ahora también se encuentren juntos y abrazados -como se los vio en tantas fotos-, ya que Oro falleció en 2020.
Casi 50 cumbres al Aconcagua, expediciones por los picos más atractivos de todo el mundo, una aventura de 90 días que lo llevó de Alaska a la cordillera de Pakistán y viajando en plena pandemia en 2021 y un segundo intento -también trunco- por hacer cumbre en el Manaslu en octubre del año pasado fueron algunas de las infinitas anécdotas que vivió, coleccionó y disfrutaba repasar Nacho.
EL RENACER DE NACHO LUEGO DEL INFARTO MASIVO Y ACV, LA HISTORIA QUE CONMOVIÓ A MIRTHA LEGRAND
El domingo 9 de septiembre de 2019, en uno de sus tradicionales programas de almuerzos, Mirtha Legrand compartía su mesa con varios invitados. Entre ellos estaban la cantante Amelita Baltar, y también Nacho Lucero.
En un momento del programa, Baltar comenzó a repasar la oportunidad en que sufrió un ACV mientras daba una entrevista. La artista recordó cómo fue el momento, cómo reaccionó, cuánto duró y cómo fue el tratamiento posterior y cuáles fueron las secuelas. Mientras tanto, el andinista mendocino (quién había sufrido el infarto masivo y ACV 8 años antes en Nepal) solamente se limitaba a oír con atención.
Sin embargo, cuando Amelita Baltar concluía con su relato, Mirtha propuso un brindis porque todos los allí presentes gozaban de muy buena salud. Y, antes de cambiar de tema, la conductora le dio lugar a Nacho Lucero para que contara su historia. Y el mendocino captó la atención de todos los presentes con su reconstrucción de lo vivido el 3 de octubre de 2011 en uno de los picos más potentes del Himalaya.
“Por vos, Nacho Lucero, que te acabo de conocer”, dijo Mirtha al momento de proponer el brindis. “Soy montañista, soy guía de montaña y produje un ACV en mi historia. Ahora puedo hablar, lo contaría al revés, estoy programándome hacia un éxito. Vengo del Himalaya, de subir ‘un 8.000′, y lo cuento así porque fue al revés. A mí me motivó superar un ACV y un infarto”, contó Lucero, quien -por entonces- tenía 46 años (aunque tenía 38 cuando sobrevivió a los dos episodios en Nepal).
“Quedé muy mal, no podía caminar bien, se me habían cortado las alas. No podía tampoco leer, hablar, no tenía lenguaje. Yo soy profe de Literatura y perdí el lenguaje y mis piernas”, destacó.
En ese momento, Nacho contó que comenzó a esforzarse y a planificar su rehabilitación. “Y en esa rehabilitación tuve a un ángel, que es Oro, mi perro de asistencia”, siguió Nacho, quien estaba con su fiel compañero en el estudio de televisión.
“A hora que él come, se pone sobre mi falda. Y es a la misma hora a la que debo tomar las pastillas”, contó el andinista, fallecido recientemente en el cerro Marmolejo. “Él es lo que me falta de corazón, la potencia que me falta me la da Oro”, agregó.
Lucero contó que Oro llegó a su casa de forma misteriosa, y que apareció de un día para el otro y que, incluso, una vecina fue quien le dijo que el perro iba todas las noches y se acostaba a dormir en la puerta de su casa.
El andinista y guía mendocino contó que luego del infarto masivo y del ACV pudo ascender picos de 8.000 msnm y que, incluso, logró marcas que antes no había conseguido.
“TODOS EXPONEMOS LA VIDA EN ALGO”
Entre risas, Mirtha Legrand le preguntó a Nacho Lucero si no sentía que exponía su vida en cada expedición. “Todos exponemos la vida en algo. En el escenario, cantando, en la mesa”, contestó Nacho.
“Es como un libro. El placer de un libro no está en la última palabra, está en el tránsito. Entonces, una montaña se lee, se construye, se panifica”, resumió el querido andinista mendocino.
Además, repasó que toda la expedición estaba integrada por personas argentinas y que Oro estuvo a punto de ir, aunque finalmente -y por cuestiones de procedimiento de la línea aérea-, finalmente el perro no pudo viajar.
“Yo le puse Oro, salió del inconsciente. Mi sobrina no sabía que yo tenía un perro, entró y me preguntó: ‘¿Y ese perro?’. ‘Es Oro’, le dije, salió del inconsciente”, concluyó.