Ian Daniel Ojeda tiene 4 años y una leucemia linfoblática aguda lo puso a prueba con lo más duro que pueda atravesar un niño. A su enfermedad, que lo mantiene lejos de su hogar, se le suman numerosas necesidades económicas para que su mamá pueda solventar los gastos en Mendoza.
Fue en febrero cuando recibieron el diagnóstico. Inmediatamente Ian y su mamá fueron derivados desde San Luis, donde viven, al Hospital Notti para los primeros tratamientos médicos, que se extendieron más de la cuenta por sus permanentes recaídas.
Así, los médicos anticiparon que ambos deberán permanecer al menos un año más en esta provincia. Las internaciones son intermitentes entre el hospital y un hospedaje situado a pocos metros, en calle Sarmiento y Pasaje Correa 2845 de Guaymallén.
Los análisis permanentes a los que el niño debe ser sometido, vaivenes en su salud, transfusiones de sangre y controles, mantienen a su mamá en estado de alerta. El resto de sus hijos vive de la venta de pasteles y otras changas, en su ciudad.
“Mientras estamos internados en el Notti los dos recibimos la comida, pero no puedo sostener los gastos cuando nos toca estar en el alojamiento. Ian necesita comer alimentos que suban sus defensas y la plata se me agota enseguida”, expresó su mamá en diálogo con Los Andes.
Desolada, al borde del llanto, expresó que su hijo es un “guerrero con muchas ganas de vivir”.
“Ha venido sobrellevando todo esto con gran fortaleza pero algunas situaciones son límite, como cuando me falta el dinero y no puedo darle lo que necesita, por ejemplo pañales, que muchas veces necesita; apósitos, leche, yogurt y alimentos dulces para elevar sus defensas”, enumeró.
Ian ha transitado muchos días semi-dormido debido al efecto de la medicación y soportó los efectos colaterales de la quimioterapia, siempre con gran dignidad.
Así pasó, por ejemplo, el Día del Niño. Fue entonces cuando un conocido de María Rosa se enteró de la situación y de inmediato se puso en contacto con Alejandro Martínez, quien suele ponerse en la piel de Spiderman y visitar niños enfermos en el Hospital Notti.
Poco después, El Hombre Araña, el personaje favorito de este pequeño de hermosa sonrisa, apareció de sorpresa en la habitación que ocupa junto a su mamá.
“Se puso muy contento y lo vi sonreír después de mucho tiempo. Pero él había recibido la quimio el día anterior y estaba muy caído”, recordó la mamá. Precisamente a las pocas horas Ian levantó temperatura debido a una bacteria que circula en su organismo y debieron volver al Notti.
“Me explicó el doctor que esa bacteria debe ser eliminada con la medicación correspondiente y para eso le están realizando cultivos permanentes. Tiene moretones por todas partes debido a los pinchazos. Su ánimo tiene altibajos”, expresó su mamá, para agregar: “Lo veo sufrir y sufro a la par”.
“Económicamente estamos muy mal. Nos cuesta sostenernos los días en que estamos fuera del hospital y ya no sé dónde recurrir para pedir ayuda porque acá no conozco a nadie”, reiteró.
Ian debe ser cambiado de ropa conmucha frecuencia, por eso su mamá pidió especialmente remeras, buzos y pantalones talle 10 y calzado número 29 o 30. También alimentos, especialmente leche, frutas, verduras, carne y yogurt. Todo esto es indispensable para que el niño recupere fuerzas mientras está alojado a una cuadra del Hospital de Niños.
María Rosa deberá permanecer junto con su hijo al menos 10 meses más, siempre dependiendo de los resultados del tratamiento.
“Me desespera saber cómo haremos y soy conciente de que necesito trabajar, pero al mismo tiempo Ian me necesita. No puedo dejarlo con cualquier persona en esta situación, sobre todo si hay alguna urgencia”, sostuvo.
“Las defensas tan bajas implican riesgos. Recién ahora mejoró de sus lastimaduras debido al efecto de la quimio, pero tuvo días terribles en los que ni siquiera podía ponerse de pie”, resumió.
Más allá de que el panorama es desolador, María Rosa tiene confianza en la recuperación.
“Sé que saldremos de todo esto, confió en Dios. Pero mientras tanto, mientras mi niño se recupere, necesito imperiosamente la ayuda de la gente”, concluyó.
El hombre araña sorprendió al nene de San Luis
Alejandro Martínez, animador de eventos infantiles y con una gran trayectoria solidaria visitando niños enfermos en hospitales, dijo que la sonrisa de Ian, el pasado miércoles, cuando vio a El Hombre Araña, lo “derritió”.
“No hay nada que me ponga más feliz que ver a un niño con cáncer contento de ver a su personaje favorito. A la vez pude constatar las necesidades de esa madre”, indicó Alejandro, para señalar: “Espero que todos podamos poner un granito de arena”.
Cómo ayudar
El contacto de María Rosa Flores es 2664 96-3653 (característica de San Luis). Ella y su hijo se encuentran en el Hospital Notti y en un alojamiento llamado Huarpe, en Pasaje Correa 2845, esquina Sarmiento, de Guaymallén.