Víctor tiene 64 años, es de Alta Gracia (Córdoba), y el jueves 28 de noviembre viajaba en el auto junto a su esposa. Habían elegido Mendoza como el destino de unas esperadas y merecidas vacaciones, teniendo en cuenta esa atracción especial que la familia siente por estas tierras, las mismas que ya habían visitado en varias oportunidades. Pero esta vez sería distinto. Y es que, prácticamente desde el primer momento en que pisaron suelo mendocino, el viaje no salió como lo tenían previsto.
Aún en su auto particular, cuando circulaban por la ruta 7 a la altura de La Dormida (Santa Rosa), Víctor sufrió una grave descompensación cardíaca. Y fue una cadena de acciones solidarias, la intervención de personas que estuvieron en el momento justo y en el lugar indicado, lo que le permitió al cordobés salvar su vida. Y el sistema de salud público jugó un rol fundamental y clave en esta historia, con final feliz.
Porque, tras sufrir la descompensación, Victor fue trasladado en el acto a distintos centros asistenciales, hasta que, ya durante la madrugada del viernes 29 de noviembre, fue derivado al Hospital Central. Allí fue operado de urgencia y frente a un cuadro en el que, de haberse prolongado unos minutos más, no le habría permitido al hombre vivir para contarlo.
“El Hospital Central de Mendoza es el orgullo de la provincia, donde trabajan y enseñan en la UNCuyo médicos de excelencia, en el que tanto el empresario como el jornalero buscan atenderse por igual. En un futuro (no tan) distópico, el hospital público no existiría. Y con ello, quizás, mi viejo tampoco”, escribió en su cuenta de Instagram hace unos días Valentín, uno de los hijos de Víctor y quien viajó a Mendoza para visitar a su padre en el post operatorio.
“Nadie se salva solo: la solidaridad nos hace mejores personas. Nosotros no pagamos impuestos en Mendoza, pero hoy los mendocinos salvaron a mi papá. Gracias”, concluyó Valentín en el emotivo mensaje.
CADENA DE FAVORES
Víctor y toda la familia tienen un cariño especial por Mendoza desde siempre. Según contó Valentín a Los Andes, han viajado varias veces para visitar la Ciudad de Mendoza, Luján de Cuyo, San Rafael y hasta disfrutar de la nieve en Penitentes en sus años de esplendor. Por esto mismo fue que, a fines de noviembre, Víctor y su esposa llegaban a la provincia para volver a disfrutar de la generosidad de Mendoza.
Lo que no se imaginaban aquella noche del jueves 28 de noviembre es que conocerían otra cara de la solidaridad mendocina, esa que salva vidas.
“Mis padres estaban a la altura de La Dormida, en la ruta 7, cuando mi papá se empezó a sentir muy mal. Llegaron a una estación de servicio YPF y en el lugar los playeros les indicaron que fuese a un puesto sanitario que estaba a un kilómetro”, reconstruyó Valentín.
Los propios trabajadores de la estación se comunicaron telefónicamente con los médicos del puesto sanitario, por lo que cuando Víctor y su esposa llegaron al lugar ya estaba la ambulancia lista para trasladar al hombre, quien estaba sufriendo una descompensación cardíaca.
El primer destino del hombre fue una clínica en Santa Rosa, luego lo derivaron a otra de San Martín. Pero, dada la complejidad de la situación, la decisión inmediata fue trasladarlo directamente al Hospital Central.
“Ya era cerca de la 1 del viernes, y una médica pidió la derivación al Central. Ella dijo que era el mejor lugar de Mendoza para que lo atendieran. Y ella articuló todo para que lo estuviesen esperando ya en el lugar”, contó Valentín.
Según resaltó el joven cordobés, durante el trayecto San Martín - Ciudad de Mendoza (el destino era el Central), todas las personas que intervinieron del operativo se pusieron a disposición del matrimonio. La esposa de Víctor y madre de Valentín manejó el auto familiar, siempre detrás de la ambulancia. Y, ante la situación de nerviosismo y desesperación, hasta una de las enfermeras en Santa Rosa le dio su número de teléfono a la mujer para lo que necesitara.
VOLVER A VIVIR
Entre las 2 y las 3, ya durante el viernes 29 de noviembre, Víctor ingresó al Hospital Central. Quedó internado en la Unidad Coronaria, en observación y a la espera de la cirugía.
“Lo recibieron muy bien. Al día siguiente, mi papá se estabilizó, ya estaba lúcido y consciente, y le hicieron unos estudios. Ese sábado viajamos con mis hermanos a Mendoza, para estar con ellos”, contó Valentín.
Los hijos de Víctor se instalaron unos días en Mendoza para llevar adelante las gestiones de la obra social. Al ser el hombre afiliado a la obra social de docentes de Alta Gracia, por medio de un convenio con OSEP se hizo cargo de los gastos de la cirugía y de 80% de los insumos (el resto lo costeó la familia).
En cuanto a la cirugía propiamente dicha, tuvo lugar el martes pasado y la comandó Sergio Felici junto a todo el equipo médico del Central y la Unidad Coronaria. En total, Víctor estuvo 9 días entre la internación y el post operativo. Además, luego del alta, el paciente deberá permanecer unos 10 días más en Mendoza antes de regresar a su Córdoba natal.
“Mi post iba dedicado a agradecer al sistema de salud público de Mendoza, y también a la empatía y solidaridad de la gente de Mendoza”, concluyó Valentín, quien resaltó que, ni bien se descompensó su padre en Santa Rosa y fue derivado al Central, todos repitieron y coincidieron en que “no podría estar en un mejor lugar”.
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