No es un estudiante de alguna de las carreras disponibles dentro de la oferta académica y educativa de la UTN. Tampoco es un vecino de esos que llevan ya varios años viviendo en la Quinta Sección. De hecho, su vivienda es completamente diferente a la de otros habitués y lugareños de esa zona de la Ciudad de Mendoza. Se podría decir que es hasta atípica en comparación con otras.
Sin embargo, este nuevo “vecino” y quien encontró su hogar en el interior de la UTN mendocina no deja de ser el centro de atención. Porque, bien instalado en uno de los árboles del patio interno de la casa de estudios, un búho parece haber encontrado su lugar en el mundo. O, al menos, desde hace poco menos de un mes.
Y es que todos los días, de mañana o de tarde, este imponente búho -quienes lo ven a diario calculan que mide entre 40 y 50 centímetros- se queda posado en una de las ramas del árbol, contemplando todo a su alrededor. Poco parecen importarle a esta misteriosa ave las decenas de personas que, a diario, se paran alrededor del árbol a mirarla, señalarla y hasta tomarle fotos y filmar videos.
“Hace como un mes que está ahí, no pasa desapercibido. Y todos los días lo vemos en la rama”, destacaron desde la UTN a Los Andes.
“Por su apariencia y fisonomía, no hay dudas de que es un búho. Es probable que el bicho esté instalado en el lugar, porque hay árboles muy altos -tipo eucaliptus- que es donde suelen instalarse”, destacó la veterinaria y presidenta de la Fundación Cullunche, Jennifer Ibarra.
Según destacaron los especialistas, la presencia de este búho y de otras especies silvestres es una muy buena noticia, ya que actúan controladores biológicos ante la presencia de otras especies que pueden convertirse en plagas (por ejemplo, roedores).
Además, y por otro lado, la especialista aclaró que no se han liberado ni liberarán lechuzas en la Ciudad de Mendoza, sino que se utilizarán cajas de madera en los árboles para intentar atraerlas (aunque son lechuzas que ya pululan en Mendoza). El objetivo es que, por medio de la caza, trabajen en el control de plaga de roedores.
EL BÚHO DEL QUE TODOS HABLAN EN LA UTN
Al ingresar a la UTN Regional Mendoza por calle Rodríguez, hay una escalera que conecta la vía pública con un patio interno. Por allí, de hecho, se accede a la Plazoleta del Estudiante, un espacio para los alumnos y docentes de la universidad. En ese espacio verde sobresalen varios árboles, y sobre las ramas de uno de los más altos se encuentra el lugar que este búho ha elegido para pasar sus días.
“Por lo general lo vemos quieto, pero siempre de mañana o tarde aparece”, agregó otra persona que, a diario, asiste a la universidad. Y aclara que, concretamente, está en uno de los árboles que se encuentra en la puerta del buffet.
“Debe ser todo un espectáculo encontrar a estos ejemplares. Ojalá que la gente, más allá de asombrarse con su presencia, no lo moleste ni se le dé por tirarle cosas o intentar lastimarlo”, reflexionó -en voz alta- Ibarra, de Cullunche.
CÓMO ACTUARÁN LAS LECHUZAS CON QUE SE INTENTA CONTROLAR LAS RATAS EN MENDOZA
Hace unos días se confirmó la noticia de que la Ciudad de Mendoza recurrirá a lechuzas -“parientes” de los búhos, aunque especies distintas- para intentar reducir la presencia de roedores en las calles mendocinas. Y es que la lechuza es uno de los principales predadores naturales de ratas y otras especies.
El anuncio, oficializado a fines de agosto, llevó a que más de uno entendiera que liberarían a lechuzas en la ciudad para que sean ellas quienes, instaladas y en plan de caza, vayan contra las ratas. Sin embargo, no es así.
El proyecto que integrará a las lechuzas también como controladores biológicos ha sido diagramado junto a distintas instituciones académicas y científicas que han trabajado en la temática y respetan todo un marco normativo aprobado previamente. Entre ellas se destaca el IADIZA y la Dirección de Recursos Naturales Renovables de Mendoza, por ejemplo.
“Nadie va a liberar lechuzas, eso es algo que hay que aclarar. Lo que se va a hacer es instalar dos cajas -una ya está lista para ser colocadas- con la idea de atraer a las lechuzas. Van a ser espacios disponibles por si ellas quieren quieren ocupar y quedarse ahí. Pero lechuzas en la ciudad hay muchas, no se van a liberar nuevas”, explicó Ibarra, de Cullunche.