El traslado de las elefantas Pocha y Guillermina está tomando más tiempo del estimado. Las bajas temperaturas que se registraron en las últimas semanas más la pandemia han complicado el entrenamiento que necesitan para el viaje.
Sucede que en los días fríos las elefantas han optado por pasar más tiempo al sol para calentar sus cuerpos que entrenando con los cuidadores. Si bien el ecoparque tiene calor en sus graneros, es casi imposible combatir las noche extremadamente frías que se registraron en algunas noches de este invierno.
Según explicaron en la página de Global Sanctuary Elephants, Pocha y Guillermina a menudo han optado por renunciar a las golosinas especiales que les dan de premio durante el entrenamiento a cambio de un tiempo al sol.
En el Ecoparque de Mendoza las instalaciones no permiten sesiones de entrenamiento de contacto protegido a menos que los elefantes estén dispuestos a ir a la zona inferior de su recinto, y esa es su elección.
Cómo el recinto está prácticamente por debajo del nivel del suelo, la mayor parte del acceso humano es solo desde arriba de las cabezas de los elefantes, excepto en las dos áreas de entrenamiento y donde se encuentran las cajas de transporte.
Sin embargo, esta semana Guillermina y Pocha se han mostrado más dispuestas y los veterinarios han podido recolectar dos muestras de sangre de cada una que son necesarias para continuar con el proceso.
Con las bajas temperaturas, la sangre en sus oídos se vuelve más restringida y limitada, lo que dificulta la toma de una buena muestra. Esta vez las elefantas fueron más tolerantes con el procedimiento y esta recolección marca el próximo hito hacia su transferencia.
Vacunas y cuarentena
Otro de los factores ha condicionado el traslado ha sido la pandemia. El tránsito a través de la frontera está limitado tanto por tierra como por aire y los viajeros argentinos deben cumplir con una cuarentena de 14 días, explicaron desde Elephant Sanctuary Brasil.