Tras 200 días de restricciones por el aislamiento y posterior distanciamiento, la cercanía del Día de la Madre genera cierta inquietud. La celebración es el domingo 18 de octubre y se presentará en un escenario de pandemia que en la provincia prohíbe las reuniones familiares y sociales.
El Ministerio de Salud reconoce que muchos ya están rompiendo la disposición y aunque aseguran que se decidirá la próxima semana, si persisten las condiciones actuales no habilitará las reuniones familiares para esa fecha. La decisión está atada a la contagiosidad, la cantidad de casos y la disponibilidad de camas, entre otros datos, que se analizarán los días previos.
Fuentes de la Casa de Gobierno sostienen que esperarán el informe semanal del viernes para saber cómo se comporta la situación epidemiológica y que por ello, recién tendrán definiciones la próxima semana. Apelan al argumento habitual: el nuevo coronavirus genera condiciones muy cambiantes, por ello creen que aún falta mucho para la decisión.
De todas formas, en el escenario actual no creen que sea posible una apertura. La ocupación de camas en los hospitales está en una situación crítica, cercana al 90% si se considera sector público y privado.
Las buenas condiciones del tiempo pueden ser un punto a favor para reuniones al aire libre y menor propagación del virus, una de las variables que podrían considerarse. Sin embargo aseguran que por una cuestión sanitaria sería riesgoso habilitar reuniones y que podrían derivar en una explosión de casos.
“Como está el escenario hoy es imposible que se dé una apertura, además el Día de la Madre es familiar, se junta toda la familia y no están dadas las condiciones sanitarias”, apuntó una fuente del área.
Aunque nada está descartado, tampoco creen que se llegue a implementar una Fase 1, como se hizo el día de la Primavera, cuando se limitó la circulación durante casi dos días. Así es que por el momento, si no hay cambios, no habría ni flexibilización ni endurecimiento.
Hartazgo y preocupación
Las alternativas son mantener las restricciones actuales, endurecerlas o flexibilizar para dar un respiro al agobio. Es que muchas de las madres están comprendidas en el segmento que más restricciones ha tenido: los mayores de 60 años, a quienes se les ha pedido expresamente que se mantengan aislados. Por ser un grupo de riesgo ante la posibilidad de contagio con el virus Sars Cov-2 y más chances de evolucionar a un cuadro grave, muchas, desde marzo, han visto poco y nada a sus hijos y familiares.
La situación ha tenido un impacto fuerte en el estado anímico de muchos, a tal punto que desde áreas de gobierno se han generado estrategias de acompañamiento psicológico. La distancia ha generado estados de depresión y angustia y los familiares ven con preocupación cómo podría impactar esto en el estado de salud de sus familiares.
“Estamos pensando cómo hacer para estar cerca ese día, mi mamá es grande y está viviendo con mucho sufrimiento no poder vernos, ese día a la distancia puede ser muy duro para ella”, comentó Mariela.
Por otra parte, hay quienes ya están agotados de la situación mientras que también hay quienes directamente se oponen a las medidas restrictivas. Un celebración de tanto peso con restricciones puede ser contraproducente en el ánimo social y en la adhesión voluntaria a las disposiciones a las que apela la gestión de Rodolfo Suárez.
Ya la ministra de Salud, Ana María Nadal, había aceptado a este diario que es cada vez más difícil implementar restricciones. También este medio reflejó el domingo la opinión del ministro de Salud de la Nación, Ginés González García: cree que octubre será “un mes complicado”, con mucha circulación de virus y casos.
Por ello, las autoridades apelan a la responsabilidad social para evitar una situación más crítica. Así, si todo sigue igual, lo más probable es que se mantengan las restricciones vigentes.
La fuente sugirió que por solidaridad y prevención este año el saludo sea por videollamada, dado que debe entenderse que se está en una situación excepcional. La única opción que se permite para reunirse es en restaurantes y cafés con ciertas restricciones, como seis comensales por mesa, aunque en muchos no aceptan el ingreso de mayores de 60 años, considerados grupo de riesgo.
“Una reunión es inoportuna ahora”
Especialistas consultados coinciden: entienden el malestar de la gente pero ponen por delante el riesgo sanitario. El epidemiólogo Hugo Pizzi es uno de ellos, cree que la mejor manera de mostrar amor por las madres es cuidándolas con distancia.
“Es inoportuno permitir reuniones familiares, ya que los riesgos son grandes y con una oferta de camas con menos posibilidades, ya que hay sectores colapsados”, expresó.
“Estamos en un mes crítico epidemiológicamente y nos va a mostrar la realidad de la curva epidemiológica. Soy muy optimista y creo que nos va a empezar a suceder lo que sucede en Buenos Aires y Capital Federal, con más oferta de camas y menos casos diarios, pero el interior está en una etapa de gran contagiosidad”. E hizo referencia a Hipócrates: “en una pandemia, las víctimas más certeras son los indolentes y los imprudentes”.
El doctor Sergio Saracco, director del Observatorio de Salud Pública de la facultad de Ciencias Médicas de la UNCuyo, remarcó que ya se sabe que hay una alta circulación viral y que se extenderá. Por eso apuntó a lograr conciencia social e incorporar conductas preventivas a largo plazo.
Desde su punto de vista, si se coloca una fase 1 por pocos días, la gente, al no juntarse este fin de semana, se juntará el otro. Pero por otra parte, no serían necesarias más restricciones porque estas ya existen: lo que hay que lograr es generar conciencia.
Por eso, hay que educar en las medidas de prevención: uso del barbijo, lavado frecuente de manos, distancia de dos metros, no compartir cubiertos ni mate y si la gente se va a juntar que lo haga al aire libre donde hay menos riesgos.
En Las Heras, los hoteles alojamiento son ahora hoteles convencionales
Los hoteles alojamiento están entre los segmentos que han resultado más afectados por las restricciones debidas a la pandemia.
El departamento de Las Heras le encontró la vuelta y habilitó su funcionamiento como hoteles tradicionales, lo que implica el pernocte por al menos una noche. Esto, tras 200 días sin poder trabajar, cuando se declaró en marzo el aislamiento obligatorio.
Así comenzaron a trabajar el viernes, con la particularidad de que quienes allí se alojen no pueden compartir lugares comunes.
Pero, además, la comuna tiene en estudio habilitar los salones de fiestas como si fueran restaurantes. Los beneficiarios está previsto que sean 15 emprendimientos, que tendrán la aprobación de practicar esta modalidad mientras dure la pandemia.