El grooming y el ciberacoso disminuyeron en Mendoza y ahora comienza una etapa educativa y de prevención

Tras un pico durante la pandemia aseguran que ahora los casos disminuyeron. El Ejecutivo presentó un proyecto de ley para adherir al Programa Nacional de Prevención y Concientización.

El grooming y el ciberacoso disminuyeron en Mendoza y ahora comienza una etapa educativa y de prevención
Ciberacoso. Imagen ilustrativa.

“La pandemia es lo peor que nos pasó en todo sentido”, fueron las primeras palabras de Claudia Najul, senadora provincial y ex ministra de Salud Desarrollo Social y Deportes, al ser consultada por el grooming y el ciberacoso en Mendoza. Tras un pico de casos influenciado por el encierro y el consecuente gran consumo de redes sociales, especialistas aseguran que bajaron los casos con respecto a la cuarentena. Sin embargo, advierten que “todavía hay mucho trabajo por hacer” en tareas de prevención, educación y justicia.

Entre todos los daños colaterales que trajo el Covid-19 uno fue el encierro y, como explicó Najul, “ese manejo del cierre de todo les daba a los abusadores todas las condiciones ideales para cometer los delitos”. Por eso, adentro de las casas aumentaron los casos de abusos, de violencia de género y también, como nos manejábamos mucho por redes, se incrementó todo este tema”, reflexionó la senadora provincial respecto al acoso en el ciberespacio.

De hecho, según una encuesta realizada por ESET Internet Security Argentina, para el 68,3% de los adultos consultados el grooming es una amenaza muy frecuente. Además, el 26,3% confirmó conocer un niño que ha sido víctima de grooming; y de estos menores un 52,9% tiene entre 11 y 15 años, y un 33,7% entre 7 y 10. En Mendoza, en específico, una fuente oficial vinculada a estas causas dijo a Los Andes que la edad “más proclive” en la que los menores son víctimas es entre los 12 y los 14 años, indistintamente del género.

Lo positivo es que, según indicó el especialista, en la provincia hubo un pico de denuncias durante la pandemia que ahora ha disminuido. En parte porque terminó la pandemia, aseguran, pero también por los trabajos preventivos, una de las claves para combatir el grooming y el ciberacoso según las autoridades. Para Claudia Najul, es muy importante “avanzar con todo este tipo de herramientas en un mundo que cada vez tiene más que ver con la tecnología, por lo que todo lo delictual se traslada allí”. Y sobre todo, continuó, continuar con acciones de “cómo proteger a niños, niñas y adolescentes de casos terribles que hemos tenido, incluso aquí en Mendoza”.

Uno de los hechos a los que hace referencia la ex ministra de Salud es al lamentable e icónico caso de Micaela Ortega, el cual impulsó la Ley Nacional 27590 para combatir el grooming, más conocida como “Ley Mica Ortega”. Sucedió en 2016, cuando la niña de 12 años fue asesinada por Jonathan Luna, luego de ser contactada y engañada a través de las redes sociales. Luego, el culpable sería condenado a perpetua en el primer juicio por grooming seguido de muerte en Argentina.

MENDOZA ADHIERE AL PROGRAMA NACIONAL

Para continuar con las medidas preventivas el gobierno, a través del propio gobernador Rodolfo Suárez, presentó en la Legislatura de Mendoza un proyecto de ley para que Mendoza adhiera a la “Ley Mica Ortega”, cuya norma creó el Programa Nacional de Prevención y Concientización del Grooming o ciberacoso contra niñas, niños y adolescentes. Así, el Ejecutivo pretende busca “prevenir y preservar la integridad sexual de menores que podrían sufrir acoso a través de soportes electrónicos”.

“Pronto tendremos media sanción. El grooming está penado en nuestro Código Penal, y lo que estamos peleando es que también el acoso sexual contra las mujeres lo esté. Todavía no lo logramos, pero por suerte el de niños, niñas y adolescentes ya está incluido”, resumió Claudia Najul. La referente, que ya había presentado iniciativas contra el grooming en Nación, celebró que “un programa de estas características haya nacido desde el Estado y además enviado por el mismo Ejecutivo, porque involucra a actores relevantes de la sociedad civil y es necesario porque abre los ojos”.

Ante la noticia, un investigador acostumbrado a lidiar con estos casos aseguró que todo tipo de prevención sirve “para que los chicos estén atentos” y que, de hecho, la disminución de casos se debe también a la concientización. “Es muy importante que los chicos conozcan y se los eduque en el tema”, concluyó el especialista.

Patricia Fittipaldi es una psicóloga mendocina que también ejerce como docente de nivel secundario, instancia en la que realiza talleres y campañas sobre grooming en escuelas junto a la organización Faro Digital. Ella afirma que, aunque los chicos “actúen como si ya conocieran la problemática”, “en realidad el problema es que ninguno de los grupos adolescentes conoce suficientemente a los riesgos que se enfrentan en el uso de las redes. Entonces, no tienen mucha idea de cómo manejarse”.

Por eso, y entre otros fundamentos, para la licenciada Fittipaldi “todo lo relacionado a las redes sociales debería trabajarse en forma transversal en las escuelas, desde primer año en adelante”. “Estaría bueno que hubiera un programa que tuviera ese tipo de trabajo más sistematizado, para los niños en particular y también para los adultos”, agregó la psicóloga.

PREVENIR, EDUCAR Y DENUNCIAR

Sobre su experiencia trabajando con adolescentes, Fittipaldi contó que “lo último que hacen es contarle a un adulto lo que les está pasando”. Claudia Najul, por su parte, advirtió que “tendemos a pensar que esto no nos va a pasar, que no le va a pasar a nuestras familias y son casos aislados o de otros lugares, pero no es así”: “El nivel de exposición de niños, niñas y adolescentes a las nuevas tecnologías nos exige atención, prevención y, sobre todo, acciones concretas”, sentenció.

En Mendoza, el principal canal de denuncias es en la Unidad Fiscal de Delitos Informáticos, cuyo número de contacto es el 261-348-7450. Quienes trabajan allí reconocen que generalmente algún allegado a la víctima es quien advierte la situación, como un padre o un familiar, y luego procede a hacer la denuncia. En estos casos, los investigadores recomiendan no borrar la conversación, llevar el dispositivo a la Fiscalía y, algo muy importante, que el adulto no se haga pasar por el niño para interactuar con el groomer, ya que la causa podría perder fuerza “por cuestiones técnicas” del Código Penal.

En cuanto a eso, y en relación al nuevo Programa Nacional de Prevención y Concientización del Grooming al que Mendoza busca adherir, Najul expresó: “Como siempre digo cada vez que la Legislatura vota una adhesión de estas características, lo más importante vienen después de aprobarla, de cómo el estado mendocino va a incorporar esta norma a sus instituciones y funcionarios. Hay muchísimo por hacer”.

La psicóloga Fittipaldi, por su parte, señaló: “Una cosa importante es que las problemáticas que están apareciendo en las redes son problemáticas que ya existen en la vida diaria, como la violencia de género, el acoso y el bullying. Es decir, se trasladan a las redes porque es una nueva modalidad, pero ya existen. Lo que causan las redes es que es más difícil intervenir sobre eso, porque hay más anonimato y capacidad de desaparecer, por eso es un fenómeno más difícil de abordar”.

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