La Payunia, ubicada en Malargüe, es una de las áreas naturales protegidas más imponentes de la Provincia de Mendoza. La amplia extensión de suelo volcánico -más de 665.680 hectáreas- , con la llamativa paleta de colores de la superficie y lo impactante del atípico paisaje, sumado a la majestuosidad del volcán Payún Matrú (uno de los de mayor altitud de la región y prácticamente visible desde cualquier punto del lugar), la convierten en un lugar asombroso.
Y si a todos estos atractivos naturales y típicos, ya de por sí atrapantes, se le suma que a primera hora de este miércoles la superficie del lugar amaneció cubierta casi en su totalidad de nieve -tras las precipitaciones y el temporal registrados durante la noche del martes y madrugada del miércoles-, las postales se convirtieron en más asombrosas todavía.
La autora de las impactantes fotos, compartidas en redes sociales, fue la guardaparques Jimena Martínez Chaves, quien se desempeña en la dependencia ubicada en esta extensa área natural protegida ubicada en los distritos de Río Grande, Agua Escondida y Río Barrancas, todos de Malargüe y situados a 90 kilómetros de la ciudad de ese departamento. De la Ciudad de Mendoza, en tanto, son 570 los kilómetros que la separan de este impresionante parque volcánico.
“En esta época es común que se cubra todo el ambiente volcánico de blanco, por las nevadas. Si son de gran magnitud, también impiden el ingreso a los visitantes, esto determinado por la autoridad de aplicación, el Guardaparque. Eso a fin de evitar accidentes e incovenientes a los turistas”, destacó el responsable de Guardaparques en Zona Sur, Darío Ponzina a Los Andes.
Las impactantes fotos de La Payunia cubierta de nieve
En las postales y fotografías más características de La Payunia, que cuenta en total con más de 800 volcanes diseminados en toda su extensión, sobresalen los colores rojizos, negros y grises oscuros, combinados con el verde de la vegetación. Se trata de gamas y matices vinculados a la tierra volcánica, que es lo que marca y da identidad al ecosistema del lugar.
No obstante, en las fotografías tomadas por la guardaparques Jimena Martínez Chaves, esos hipnóticos matices de colores brillan por su ausencia, aunque dan lugar a otro espectáculo. Y es que, luego de las intensas nevadas que cayeron entre la tarde y noche del martes y la madrugada del miércoles, la mayoría de la extensión de La Payunia quedó cubierta por un puro y blanco manto de nieve.
Más allá de lo atípico del paisaje, teniendo en cuenta que la mayoría del año permanece con su apariencia original, La Payunia nevada tampoco es un paisaje extraño. De hecho, en época invernal, es común que se registren estas escenas.
Teniendo en cuenta que la altitud del área oscila entre los 1.700 mnsm y los 3.780 msnm, es entendible entonces que las nevadas no precipiten de manera uniforme, sobre todo en las 665.680 hectáreas que comprende La Payunia. Pero la nevada intensa incluyó los principales circuitos turísticos.
Los volcanes más altos de la región son el Payún Matrú (3.750 metros) y el Payún Liso (3.780 metros).
Fauna y flora
En el área natural protegida de La Payunia se encuentra uno de los principales focos donde habitan guanacos en territorio mendocino (junto con Llancanelo, Laguna del Diamante y Villavicencio, entre los principales). Por esto mismo, y dado que es un área de preservación y en la que hay importantes limitaciones y protecciones para permanecer, no es de sorprender entonces que quienes la visiten se topen con tropillas de guanacos pululando en el lugar.
La actividad volcánica que dio forma al paisaje se produjo a finales del período terciario –dentro de lo que se considera tiempo geológico reciente- y continuó, aunque alternadamente, hasta épocas prehistóricas. Es uno de los sitios de mayor densidad volcánica del mundo, con un promedio de 10,6 volcanes cada 100 kilómetros cuadrados.
Su diversidad biológica la ubica como un claro ecosistema de estepa patagónica y que, además, posee yacimientos arqueológicos.
En lo que hace a la fauna de La Payunia, el actor protagónico es el guanaco. Aquí habita la población más importante de Mendoza (y una de las más numerosas del Centro-Oeste Argentino), con cerca de 14.000 individuos. También habita el puma, uno de los principales depredadores del guanaco, y otros mamíferos como el zorro gris, el zorro colorado, el gato del pajonal, la liebre mara y el piche patagónico.
En cuanto a aves, las especies presentes son el chorlo cabezón, la monjita castaña, el yal carbonero y la calandria mora. A ellos se suma el ñandú –o Choique-. Los reptiles también tienen una marcada presencia, como son el matuasto de las flechas, el geko austral y varios endemismos -especies exclusivas de una o unas pocas regiones-como el lagarto cola de piche y la lagartija escorial.
Entre tantas especies vegetales, en La Payunia predominan el solupe negro, la leña amarilla, tres especies de jarilla, la pichanilla y la melosa (gran parte de la población arbustiva). Los pastizales, en tanto, están presentes en el tupe y la flechilla e, intercaladamente, aparecen manchones de junquillo. También se encuentran algunas especies cactáceas (de ambiente árido). Antiguamente, los pobladores del lugar utilizaban la raíz de la leña amarilla para encender fogatas y plantas como la pichana de flores amarillas, para preparar tinturas.
Los volcanes
El Payún Matrú es uno de los volcanes más grandes y representativos del lugar. Además de sus 3.750 metros, presenta una caldera volcánica de 9 kilómetros de diámetro, producto de una fuerte explosión y su posterior colapso. Justamente este hundimiento es el que dio lugar a una laguna semipermanente en el lugar.
El otro volcán destacado es el Payún Liso (3.780 metros), que contiene en su cráter un planchón de hielo en invierno y una lagunita en primavera.
También se destaca el volcán Santa María, que emitió una de las mayores coladas -mantos de lava fluida lanzada durante las erupciones- del área (se extiende a lo largo de 17 kilómetros).
Pampas Negras, al sudoeste del Santa María, es otra de las áreas de La Payunia y que se caracteriza por la presencia de cráteres. El Campo de bombas, en tanto, es una zona colmada de formaciones circulares de material piroclástico llamadas “bombas volcánicas” (burbujas de roca fundida eyectadas por el volcán que, al enfriarse, adquieren mayormente forma de bola o gota).
Cuánto cuesta ingresar a La Payunia y qué se puede hacer
Al ser un área natural protegida, para ingresar a La Payunia es necesario adquirir un ticket. Se puede vía online a través de este sitio (https://www.mendoza.gov.ar/areasnaturales/la-payunia/) y tiene un costo de 750 pesos por persona –para residentes en Malargüe- y de 1.500 pesos para turistas (del resto de Mendoza y de otros lugares).
Más allá de esta inversión básica –que permite el ingreso a la reserva y el acceso a baños y otros servicios en este punto-, se exige a los visitantes que lleguen hasta el puesto de guardaparques del lugar que lo hagan con sí o sí con un guía habilitado para poder hacer la visita. Este debe gestionarse previo a llegar al área protegida, ya que en La Payunia no hay guías disponibles. Para más información, hay que comunicarse con el área de Turismo de la Municipalidad de Malargüe (2604471659).
“Por el momento el único circuito turístico habilitado que posee es el de los volcanes. Se preserva un ambiente volcánico con más de 800 conos, campos de lapillis y material volcanico. Se realiza un circuito bastante extenso que lleva de entre 4 y 5 horas, dónde se encuentran 6 paradas. Esta zona se encuentra atravesada por la ruta provincial 183, por lo que es de acceso público ese sector”, destacó Ponzina.
En cuanto al resto de la reserva, el delegado de Guardaparques en el Sur insistió en que se deben solicitar turnos vía web, donde se abona y adquiere el ticket de ingreso. Además, resaltó que sí o sí se debe completar con un guía.
“Esta actividad demanda prácticamente todo el día, ya que las distancias son bastantes largas. En el ingreso los recibe el personal de guardaparques, dónde se le ofrece a los visitantes las instalaciones y recomendaciónes para preservar el lugar. También son los guardaparques quienes se encargan de recorrer el área periódicamente para fiscalizar que todo esté en orden, además de asistir a los visitantes”, concluyó.
Además, al tratarse de un área protegida, la caza está prohibida y penada. Cualquier persona que vea o desee denunciar alguna situación de caza furtiva puede hacerlo a través del portal de denuncia en la web de la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial (www.ambiente.mendoza.gov.ar) o al mail fauna-drnr@mendoza.gov.ar).
También se pueden comunicar telefónicamente a la Dirección de Recursos Naturales Renovables (261 4252090 y 4257065 interno 3411, de 8 a 13 hs, de lunes a viernes) o al 911 (Policía de Seguridad Rural de Mendoza).