Las apariciones de la Virgen María con tres rosas sobre su pecho, conocida como Rosa Mística, y los mensajes difundidos por la italiana Pierina Gilli cuentan con el aval del Vaticano. Ya que el Discaterio para la Doctrina de la Fe (DDF) de la Santa Sede declaró que no encuentra “ningún elemento que contradiga las enseñanzas de la Iglesia Católica sobre la fe y la moral”.
De acuerdo a las agencias de noticias católicas, esta declaración en la que se acepta esta advocación mariana está incluida en una carta publicada el 5 de julio por el prefecto del Discaterio, monseñor Víctor Manuel Fernández, y aprobada por el Papa Francisco.
La “luz verde” a la experiencia espiritual de la Virgen de Fontanelle -explican desde el Vaticano- se produce sobre la base de las Nuevas Normas para proceder en el discernimiento de supuestos fenómenos sobrenaturales publicadas en mayo, según las cuales la intención principal del discernimiento ya no es establecer el posible carácter sobrenatural del fenómeno, sino evaluar desde un punto de vista doctrinal y pastoral lo que ha resultado de su difusión.
Este 13 de julio -día de la solemnidad- fue diferente para los fieles en todo el mundo porque celebraron “con alegría el reconocimiento por parte de la Santa Sede de las apariciones, después de largos años de estudio”. En Mendoza, la misa en su honor será el 27 de julio, a las 10.00, tal como indica la cartulina en la fachada de la capilla Virgen de Guadalupe, al lado de donde hace 20 años había una gruta con la imagen de la Rosa Mística.
Pierina Gilli y la historia de las apariciones
En el seno de una modesta y religiosa familia campesina de Montichiari (Italia), Pierina Gilli nació el 3 de agosto de 1911. Fue la primera de nueve hijos. Creció -dice la página del Santuario Diocesano Rosa Mística-Madre de la Iglesia- dedicada a la familia, al trabajo y a la oración, soportando pacientemente las dificultades debidas a la pobreza material y la frágil salud.
La mujer, que trabajó como ama de llaves y enfermera en un hospital y llevó una vida muy sencilla hasta su muerte en 1991, afirmaba haber recibido mensajes de la Virgen en 1947 y 1966 en la localidad de Fontanelle, en el sur de Montichiari, en la provincia de Brescia.
Los fenómenos místicos que protagonizó abarcan dos épocas: la primera se remonta a 1947, cuando la Virgen se apareció a Pierina presentándose con los títulos de “Rosa Mística” y “Madre de la Iglesia”.
Según relata el sitio del Santuario, fue el 13 de julio de 1947 cuando Gilli la ve vestida toda de blanco con tres rosas en el pecho en lugar de las tres espadas, que aparecían a sus pies en la aparición anterior: la rosa blanca, habría indicado el espíritu de oración; la rosa roja, el espíritu de sacrificio; la rosa amarilla, con reflejos de oro, el espíritu de penitencia.
En aquella ocasión, Pierina informó que la Virgen le habría pedido que el día 13 de cada mes se celebrara con particular solemnidad una jornada mariana, precedida, como preparación, de un tiempo de oración y penitencia de 12 días de duración.
El segundo ciclo de apariciones ocurrió en 1966 en Fontanelle. Allí, el 13 de mayo, la Virgen indica a Pierina una fuente específica, como lugar de purificación y gracia.
Ya en 1966 se comenzó a construir en el lugar un santuario que no estaba estructurado como una iglesia, sino como un anfiteatro abierto. A un lado hay una capilla para la celebración Eucarística, al otro una segunda capilla más pequeña para proteger la fuente indicada por la aparición.
Los últimos años de la vida de Pierina transcurrieron de una manera humilde y oculta: ella siempre se mantuvo obediente a las disposiciones de la autoridad eclesiástica. En 1990, al agravarse la enfermedad, se vio constreñida a una silla de ruedas y sólo entonces dejó de visitar y consolar a los enfermos. El 12 de enero de 1991, a los 80 años, falleció.
En los años ‘60, el obispo de Brescia, Giacinto Tredici, no creía que las apariciones tuvieran un origen sobrenatural, opinión que compartieron sus sucesores.
Sin embargo, en abril de 2001, en coincidencia con el décimo aniversario de la muerte de Pierina, el obispo Giulio Sanguineti nombró a un sacerdote para supervisar el culto en Fontanelle. El 17 de diciembre de 2019, el lugar fue proclamado “Santuario diocesano de Rosa Mística-Madre de la Iglesia”, durante una celebración eucarística presidida por el actual obispo de Brescia, Pierantonio Tremolada.
La devoción a la Rosa Mística y los 27 en El Algarrobal
Mientras los estudios de la Iglesia avanzaban, la devoción por la imagen con las tres rosas se diseminaba por el mundo y por la Argentina.
En nuestro país, el Santuario María Rosa Mística se encuentra en la parroquia Nuestra Señora de la Victoria, de La Plata. El templo se consagró en 1949 y, en la década del ‘80 se convirtió en un lugar de peregrinación. En julio del 2005, el Camarín de la Virgen fue elevado a la categoría de santuario arquidiocesano y su popularidad se ha acrecentado cada vez más, desde entonces.
Mendoza no fue ajena, y la “virgencita con rosas en su manto” fue ganando adeptos y formaron grupos como la Legión de María Rosa Mística o Peregrinos de la Rosa Mística, quienes -por ejemplo- a principios de este milenio hicieron una gruta para la imagen en la plaza del barrio Huentota de Luján.
Por aquel entonces, el barrio Victoria de El Algarrobal tomaba protagonismo cada 27 de mes no sólo porque se acercaban miles de devotos para pedir milagros, sino porque Manuel Yanzón decía que recibía mensajes de la Virgen. Aquella marea de feligreses que llegaban incluso de San Juan y de San Luis disminuyó luego de que el Arzobispado pidiera a Yanzón que no hiciera público esos mensajes y que esa situación deviniera en una separación y denuncias cruzadas entre los colaboradores del hombre.
Vecinos de ahora cuentan que Yanzón se mudó y que habría enfermado. La gruta ya no existe, la imagen y la cruz fueron trasladadas a una barriada de Godoy Cruz. La casa de Miguel Cané al 4.700 la ocupa otra familia. La capilla colindante que donó “don Sanjurjo” se denomina, actualmente, Virgen de Guadalupe, donde hay misas los domingos a las 11.00. Y, tal como advierte una cartulina, el 27 de julio a las 10.00 se realizará la misa a Rosa Mística.
“Los 27 sigue viniendo gente, aunque no tanta como antes. Muchos vienen por la Rosa Mística y otros para ver a Yanzón que ya no está”, confía una de las habitantes del barrio.
Desde aquellas épocas -durante la primera década del 2000-, María Eugenia Videla mantiene viva su fe y devoción. “La llevo como mi madre para llegar a Jesús”, insiste esta madre de tres hijos y abuela de tres nietos que en 2003/2004 empezó a ir todos los 27 al barrio Victoria. “Creo que me llamó la atención su nombre; me gustaba la imagen; la mirada hacia mí. Debe haber sido en ese auge que sentí el llamado”, admite.
Si bien ahora se reconoce evangélica, sigue agradecida y aún le reza a la Virgen “porque es el camino para llegar a Dios”. Cuenta que la Rosa Mística siempre está en su corazón porque su hermana María Laura pasó en dos oportunidades por graves enfermedades y salió adelante. “La Rosa Mística la cubría con su manto”, asevera y agrega que también le pedía tener su propia casa y en 2011 consiguió su vivienda en Rodeo de la Cruz. “Muchas veces que no podía ir al Algarrobal porque trabajaba de maestra jardinera, hacía una oración en el micro o donde estaba”, apunta.
La noticia de la aprobación de esta advocación mariana -como tantas otras que mencionan a diferentes santos- probablemente repercuta en las ventas de las santerías. Detrás del mostrador rodeado de imágenes de diferentes cultos y aroma a sahumerio, Leonardo Velázquez comenta que las estampitas o estatuillas de la Rosa Mística son pedidas y recomendadas para la sanación. “Es la propia fe la que actua”, explica emocionado el dueño de la santería Rosa Mística, ubicada en calle San Juan de Ciudad, al contar tantas gracias concedidas que los clientes vuelven a compartirle.
