El segundo paro que realizó la Confederación General del Trabajo (CGT) contra el gobierno de Javier Milei tuvo poco impacto en Mendoza, con un dispar acatamiento de los gremios, que realizaron una movilización por la tarde en el Centro.
Para el Gobierno provincial, la medida que se dio a nivel nacional tuvo casi nulo impacto en la provincia y las frecuencias del transporte público funcionaron con más de 60%. Es que el Sindicato del Personal de Micros y Ómnibus de Mendoza (Sipemom) se plegó al paro y, por lo tanto, las frecuencias del transporte público se vieron afectadas. Por su parte, la Asociación Unida Transporte Automotor (Autam) ya había asegurado que el servicio funcionaría al 60%.
En el sistema de Salud, la asistencia fue superior a 98% en los efectores públicos y, según el Gobierno de Mendoza, todos los hospitales estuvieron operativos, y la atención en las guardias y en los consultorios externos se llevó adelante sin inconvenientes.
En la Administración Pública, todas las reparticiones y los servicios estatales funcionaron con normalidad. Las dependencias del Registro Civil y de la Administración Tributaria de Mendoza (ATM) atendieron como todos los días hábiles, destacó el Ejecutivo provincial.
REDUCCIÓN DE FRECUENCIAS
Los primeros colectivos salieron de los controles a las 6 de la mañana del jueves y la app MendoTran marcó la llegada de los que no llegaban, lo que enfureció a varios usuarios que aguardaban en las paradas.
El gremio de choferes había dado libertad de acción a los trabajadores del volante y los recorridos del Gran Mendoza, media y larga distancia provincial, tuvieron frecuencias superiores a 75%. Una gran diferencia con la situación del AMBA, donde la frecuencia de colectivos fue de sólo el 40%, lo cual complicó a muchos trabajadores en su camino al trabajo.
Según Fabián Cantalejos, secretario general de Sipemom, el paro provocó frecuencias entre el 60 al 65 por ciento. “Se redujo un poco de frecuencia porque algunos trabajadores no querían salir ya que se les dio la libertad de elegir, pero hoy en día como está la situación la mayoría optó por trabajar”, señaló.
En Mendoza, según informó el Gobierno, el servicio de transporte estaba garantizado desde las primeras horas de la mañana: “Tanto el metrotranvía y recorridos de la Sociedad de Transporte de Mendoza (Grupo 100) funcionan con frecuencias habituales al 100% de los servicios”.
“Hay gente que nos usa para justificar el no ir a trabajar, pero se ha tratado de no perjudicar al trabajador en realidad. Hubo algunos recorridos que demoraron un poco más, pero son los que tienen más frecuencia, así que creo que no ha afectado tanto”, aclaró Cantalejos.
Por último, mencionó que desde el gremio se brindó la opción de elegir, pero no han asistido a ninguna marcha. “Estamos en buenas relaciones, tanto en la parte empresarial como con el Gobierno, así que por ahora no necesitamos movilizarnos, en el momento que haga falta lo haré”, finalizó.
EDUCACIÓN: ACOMPAÑAMIENTO DE LAS FAMILIAS
La Dirección General de Escuelas (DGE) informó que el presentismo docente durante la jornada fue del 98,6%, pese al acompañamiento del Sindicato Unido de los Trabajadores de la Educación (SUTE) al paro.
La cifra de presentismo surge de los datos obtenidos por la DGE a través del sistema de carga de planillas y el relevamiento en todo el territorio provincial que realiza el personal de cada escuela a través del sistema GEM.
Por otra parte, la Universidad Nacional de Cuyo informó que la adhesión al paro en los colegios y el rectorado fue cercana al 10% en promedio. Cerca del mediodía del jueves, la actividad en el rectorado era prácticamente normal, con un nivel de adhesión a la medida de fuerza convocada por los gremios cercana al 5%. Mientras que los docentes de los secundarios de la Universidad acompañaron el paro en un 14,33% en promedio entre las seis escuelas.
“Según el relevamiento que hemos hecho por los secretariados departamentales hay una adhesión dispar: en algunos lugares no han ido docentes, en otros han faltado los alumnos y también algunos han querido acercarse a las escuelas, pero han tenido dificultades para llegar por problemas con el transporte”, dijo Carina Sedano, Secretaria General del SUTE a este diario.
Por ejemplo, en el Colegio Nacional Agustín Álvarez hubo poca asistencia de alumnos: de 1.060, asistieron 11. Este panorama se repitió en varias escuelas secundarias del Gran Mendoza.
“En algunos lugares, las familias no enviaron a sus chicos a la escuela, éstas familias sufren la misma situación de ajuste y de necesidades que nosotros, a ellos también les han aumentado los servicios y el transporte, viven cuando sus hijos no reciben una merienda o la partieron por la mitad”, comentó Sedano y agregó que muchas veces los alumnos no tienen comida en su casa y ahora tampoco en la escuela, porque hay pocas.
“Son los docentes, los celadores y los directivos quienes están eligiendo a quién brindar una merienda, sabiendo que hay más necesidad en la escuela, por eso es muy importante empezar a visibilizar lo que sucede”, agregó la secretaria del SUTE.
El sindicato acompañó en la convocatoria de la CGT en el centro mendocino a las 10 de la mañana, junto a otros miembros; la CTA de los trabajadores, de la CTA autónoma y otras organizaciones sociales. “Nuestros ejes son la defensa de paritarias, la preocupación por lo que está pasando con el sistema provisional, con los docentes y la ley bases, por eso adherimos al paro”, cerró.
Camioneros rebeldes
La Asociación Camioneros Unidos lanzó un comunicado días atrás para informar que no serían parte de los reclamos. El día del paro, el vicepresidente Norberto Fernández recalcó a Los Andes que estaban “totalmente en contra del paro”.
“Nosotros no paramos, estamos en contra del sindicalismo que no es para ayudar a la gente, sino para llenarse los bolsillos de ellos. No apoyamos ningún tipo de paro por parte de Moyano y compañía”, apuntó Fernández.
“No queremos ir en contra de este Gobierno, al contrario, queremos que este país de una vez por todas termine con la corrupción que hay. Y quiero dejar en claro, que la gente del transporte no está dando órdenes, al contrario, estamos desconociendo a los sindicalistas que no quieren que este país cambie”, recalcó y por último aclaró “el transporte lo hacemos nosotros”.
LA ADHESIÓN DE LOS COMERCIOS Y BANCOS
Desde el Centro Empleados de Comercio (CEC) confirmaron también su adhesión al paro general y convocaron a que los trabajadores no asistieran a sus lugares de trabajo. También afirmaron que los empleadores no podrán sancionar a aquellos que deseen ir, por la frecuencia de transporte público.
El secretario general del CEC, Fernando Ligorria, expresó a Los Andes: “Entendemos perfectamente que al haber un transporte limitado, el empleador no puede sancionar al empleado que no llegue a su puesto de trabajo, aunque tenga la intención de ir”.
Por su parte, la Asociación Bancaria también adhirió al paro y brindó atención al público en los bancos solo para jubilados y pensionados, pero no para otras operatorias.
“Desde la devaluación de los primeros días de diciembre, el DNU 70/2023 y la Ley Bases, no vemos un artículo que favorezca a las mayorías populares, a los trabajadores y jubilados. Cuando hacemos un repaso de números, vemos como en 4 meses tenemos una caída del poder adquisitivo equivalente entre el 18%. Lo que perdimos en 4 años del macrismo, lo estamos perdiendo en solo meses. Son razones más que valederas para ir a la medida de fuerza”, criticó el secretario general Sergio Giménez.