El satélite Aeolus, tras cinco años de servicio monitorizando los vientos globales para mejorar los pronósticos meteorológicos, está listo para volver a casa este viernes, 28 de julio. Es la primera vez en la historia que se realiza una maniobra de este tipo según informa la ESA.
A diferencia de la mayoría de los satélites, que quedan abandonados en el espacio tras cumplir su misión, la ESA ha decidido emplear el remanente de combustible a bordo para dirigir la sonda en su regreso a nuestro planeta. Holger Krag, jefe de la Oficina de Desechos Espaciales de la ESA, explicó que en el espacio extraterrestre existen al menos 11 mil toneladas de desechos generados por actividades humanas, ya que, una vez que se agota su combustible, los satélites suelen quedar abandonados. Este será el primer intento de un reingreso asistido por parte de una agencia espacial.
Un equipo de expertos de la ESA dirigió el satélite hacia una ubicación remota del océano Atlántico, lejos de zonas habitadas. Desde el Centro de Operaciones Espaciales en Alemania, han estado enviando comandos precisos para que Aeolus gire 180 grados y active sus propulsores con el fin de reducir la velocidad. La primera maniobra de frenado tuvo lugar el lunes, donde Aeolus encendió sus propulsores durante casi 40 minutos, bajando su altitud a 155 millas. A partir de ese momento, se han llevado a cabo una serie de cuatro maniobras para reducir gradualmente la “altitud de perigeo”, es decir, el punto más cercano a la Tierra en su órbita.
En la fase final y más breve del proceso, Aeolus se convertirá en escombros espaciales, completando su descenso final en solo unas pocas revoluciones alrededor de la Tierra. “Estamos utilizando el sistema de propulsión a bordo para acercarnos lo más posible a un reingreso controlado. Estamos reduciendo el riesgo de cualquier posibilidad de que un fragmento aterrice en tierra por un factor de tres en comparación con el caso en que no se toman medidas, es decir, en comparación con un reingreso natural”, agregó Krag.
Cuando Aeolus ingrese en la atmósfera y esté a unos 80 kilómetros de la superficie terrestre, aproximadamente el 80% de su estructura, con un peso total de 1.360 kg, se quemará, dejando solo unos pequeños fragmentos que se estrellarán contra la Tierra.
El lanzamiento de Aeolus tuvo lugar el 22 de agosto de 2018 desde Kourou, en la Guayana Francesa, y su misión concluyó según lo previsto cuando se agotó su combustible, tras haber cumplido con éxito el objetivo de recopilar información crucial sobre los vientos del mundo para mejorar los pronósticos meteorológicos.