El 27 de febrero de este año el puente que pasa por el arroyo Los Pozos en la ruta 40 colapsó por una fuerte tormenta de verano. El agua socavó los cimientos y la estructura cedió. Por fortuna del destino no hubo que lamentar víctimas, solo lidiar con el tránsito cortado. Frente a esta situación desde el Instituto Nacional del Agua elaboraron un Sistema de Alerta Temprana para alertar sobre fuertes tormentas y evitar posibles accidentes.
El estudio realizado para este proyecto conjuga distintas variables de recurrencia, tiempo, zona geográfica, y duración de las tormentas, considerando especialmente cuando se produce en el punto crítico de la cuenca. La propuesta busca llevar a cabo un trabajo en conjunto entre el INA y el Ministerio de Obras Públicas de la Nación y la Dirección Nacional de Vialidad.
“A partir de la lluvia del 27 de febrero pasado tuvimos una serie de reuniones con la gente de Vialidad Nacional con el fin de analizar lo sucedido en el puente de la Ruta Nacional 40, llegamos a determinar, con los especialistas, que el cambio de subsuelo en la zona, más algunas ripieras que sacan árido, y un taponamiento de canales paralelos al ferrocarril, habían provocado que el caudal de agua, que pasaba por la zona, fuera muy alto, y terminaron colapsando los cimientos del puente y arrastrándolo”, contó José Pozzoli subgerente del Centro Regional Andino-Mendoza del Instituto Nacional del Agua.
A raíz de esto, se realizaron estudios hidráulicos para la elaboración de un nuevo puente, se analizó la zona con imágenes satelitales, se recorrió el área, los nuevos cauces, y se estudió el cambio de uso de suelo. Ante la posibilidad de eventos naturales extremos se propuso elaborar un Sistema de Alerta Temprana.
Desde el Instituto Nacional del Agua no solo se trabaja con el Centro Regional Andino, sino también con Córdoba y otros sectores, se realiza la medición de precipitaciones y efectos en las distintas cuencas, especialmente en épocas de verano. Mendoza cuenta con unas 30 estaciones en funcionamiento, y la información es utilizada por Vialidad Provincial, Vialidad Nacional y Defensa Civil para conocer la cantidad de agua que cae durante las tormentas.
“Frente a lo ocurrido en febrero, propusimos hacer un Sistema de Alerta Temprana, en la zona de los puentes en la Ruta Nacional 40, a partir de los cuales, en caso que vuelvan a ocurrir tormentas grandes en la zona, de mucha intensidad y en poco tiempo, se pueda cortar el tránsito en forma inmediata y evitar accidentes. Desde el instituto se desarrolló y trabajó con nuestros profesionales y expertos. Es un trabajo de mucha innovación, y el primero que tendríamos en la provincia” explicó Pozzoli.
“Nos propusimos hacer un sistema de alerta temprana que, básicamente, consiste en poner pluviómetros que miden precipitaciones, posibilitando que cuando las lluvias sean muy importantes y puedan poner en riesgo el puente, se pueda interrumpir el tránsito en la zona. El proyecto está previsto para tres puentes: Arroyo Los Pozos, este es el puente que colapsó en febrero de este año, Chañares y Tierras Blancas”, detalló Jorge Bonilla, ingeniero responsable del Área de Hidrología Superficial, Riego y Drenaje del INA.
“El objetivo es poder prevenir y disminuir el riesgo de circulación sobre el puente. Desde lo científico, también nos ayuda a avanzar en el estudio y desarrollo de isoyetas elípticas, una representación gráfica de las tormentas. Eso permite realizar un mapa de las tormentas y, conectadas a un software de cálculo, estimar cuánta agua sale de la cuenca, que es básicamente la cantidad de agua que pasará debajo de ese puente. De esta manera podemos calcular si el caudal de agua pone en riesgo la estructura o no”, relató el ingeniero.
También se ha previsto colocar un sensor radar bajo el puente, el cual se deberá calibrar para detectar un caudal límite con un margen de seguridad por debajo del diseño y disparar la alerta de emergencia para cortar el tránsito sobre el nuevo puente y así evitar accidentes y víctimas fatales.