Una vez más el gobierno de Gildo Insfrán en el ojo de la tormenta. Ahora, a través de una investigación espacial, desde Telenoche informaron que en El Potrillo, a 700 kilómetros de Formosa Capital, convive un grupo de embarazadas que se esconde en el monte, para evitar que la Policía de la provincia las traslade a un centro de aislamiento, en donde se realizan supuestas cesáreas anticipadas para luego obligarlas a realizar 14 días de aislamiento, en los que no están en contacto con sus bebés.
La provincia que gobierna Gildo Insfrán últimamente ha sido el foco de polémicas, desde hace tiempo, cuando saltó el escándalo de los centros de aislamiento para sintomáticos de coronavirus, que parecen haberse convertido en cárceles y por los cuales la oposición denunció públicamente al gobernador peronista.
Mucho miedo
En el informe las embarazadas aseguran tener miedo de permanecer encerradas durante dos semanas y que les quiten la posibilidad de perder a sus bebés. Por eso tomaron la decisión de esconderse en los montes, para que los efectivos policiales no las encuentren.
Además, hay autoridades municipales que denuncian que la fuerza provincial ingresa a las comunidades originarias de El potrillo, se llevan a las mujeres embarazadas para ofrecerles mejores servicios para poder dar a luz, pero la mayoría lo hace en los centros de aislamiento, donde según aseguran ellas, son separadas de sus hijos sin explicación alguna.
“La gente le tiene miedo a la Policía. Le hacen una cesárea y no se encuentra más al bebé. Se han llevado nenes solos a Formosa, sin la madre, que queda aislada”, dice una de las mujeres que tiene un embarazo de nueve meses y está a punto de dar a luz.
Escondidas
En el reportaje televisivo se puede ver a las mujeres muy asustadas, y según informó TN, accedieron a brindar la nota a cambio de que no se revelaran sus nombres ni el paradero. Por eso decidieron cubrir sus rostros. “No queremos que nos vengan a buscar”, reconocen.
Cuentan también que en las comunidades originarias de la zona, la Policía de Formosa llega a caballo, por la madrugada, e inician requisas en las que a veces terminan con detenidos. Por eso utilizan la excusa del hisopado también para llevarse gente.
“Quiero tener a mi bebé de manera normal. Si me hacen cesárea tal vez no voy a encontrar más a mi hijo. Tengo miedo”, cuenta en detalle una de las embarazadas, que hace cuatro meses vive en el monte. Todo parece indicar que la mujer dará a luz en medio de la naturaleza. “No sé qué voy a hacer cuando pase, en la comunidad estamos todos asustados”, agregó.
Otra de las embarazadas explica que además del miedo de perder a su hijo, teme que el Gobierno descubra que estuvo escondida durante meses y le quite la asistencia de $4000 mensual que recibe.
Cabe destacar que en el lugar no hay luz y de noche la oscuridad se apoderada de la zona. El agua es un bien escaso, que solo reciben cuando otros integrantes de la comunidad se acercan hasta su ubicación.