Una emotiva despedida realizaron compañeros de trabajo y amigos a una enfermera de 37 años que murió por coronavirus. Prestaba sus servicios en la Clínica Santa Clara, de Godoy Cruz.
La mujer fue identificada como Viviana Laura y se encontraba internada en terapia intensiva del nosocomio ubicado en calle San Martín de Godoy Cruz. Laura era la jefa de enfermería de Área Covid-19, donde habría contraído el virus. Según las primeras informaciones, la enfermera habría padecido en algún momento tuberculosis, una enfermedad de la que se había recuperado. También explicaron que la joven mujer que había dado positivo era asintomática, pero luego comenzó a presentar síntomas y su situación se agravó hasta quedar internada en terapia intensiva.
Ayer, la enfermera fue despedida por colegas y personal de la clínica entre llantos y aplausos, acompañada por un importante operativo policial y también acompañado por vehículos del departamento de Bomberos de Godoy Cruz.
El deceso de la enfermera no fue comunicado el lunes en el parte que brinda el Ministerio de Salud de la provincia, por lo que se esperaba que en las próximas horas se anuncie su muerte.
Consultada sobre el triste fallecimiento de su colega, Patricia Irrutia, secretaria general de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad (ATSA) de Mendoza, se mostró muy dolida por lo sucedido. “Estamos atravesando una pandemia con casi dos meses de transmisión comunitaria y en ese marco se nos muere una joven con 37 años y toda la vida por delante”, expuso la dirigente.
A su vez anticipó que en esta crisis sanitaria “muchos soldados van a caer”. “Porque la carga viral que tienen los trabajadores en las clínicas privadas es mucho mayor porque no pueden tomar 14 por 14 o 7 por 7 como se está haciendo en otros efectores”, se lamentó Irrutia. Por esta situación remarco que tanto desde Atsa como Fatsa (la federación que los nuclea) están en alerta permanente.
“Estamos muy angustiados, pero no bajamos lo brazos. Lo que pedimos al personal es que se cuide y que use los elementos. Que estén atentos tanto dentro como fuera de la institución”, subrayó.
En tanto reconoció que tras seis meses de pandemia la sobrecarga se empieza a notar en los trabajadores que a su vez tienen las licencias suspendidas. “Hay instituciones privadas que han tenido que aislar hasta 60 personas, es lamentable pero el recurso humano escasea en pandemia”, señaló la referente gremial.