Constanza Bravi es mendocina, hincha de Godoy Cruz, “bilardista” y abogada. Con 25 años, supo ganarse miles de seguidores en sus redes sociales, sobre todo en Twitter e Instagram, que capitaliza para oficiar de “puente” y ayudar a la gente al mejor estilo Santi Maratea, el conocido influencer solidario nacional.
En realidad, su decisión de utilizar las redes para colaborar con comedores comunitarios con muchas necesidades surgió en plena pandemia, cuando aún era estudiante de Derecho. Observó la pobreza extrema que se agudizaba con las restricciones, comenzó a publicar su CBU para que la gente colaborara y a establecer contactos con empresas y particulares.
Así, focalizó su trabajo solidario en dos comedores: “Niños de Dios”, de Las Heras, y “Yo sí te creo”, de San Martín, aunque su red fue mucho más amplia y llegó a lugares y a hogares impensados.
Fue entonces que siguió siempre haciendo funcionar la cadena de ayuda, incluso cuando la pandemia llegó a su fin y la situación se “normalizó” entre comillas, porque el hambre, asegura, no cede.
Sin embargo, pocos días atrás, llegó a sus manos una serie de artículos periodísticos, uno de ellos de Los Andes, en los que se da cuenta de la situación de numerosos niños de la provincia que no pueden asistir a la escuela por falta de útiles, porque trabajan o porque en sus viviendas carecen de los recursos mínimos e indispensables. Niños que, en definitiva, van quedando al margen del sistema e imposibilitados de ayudar.
Ni lerda ni perezosa, “Coti” hizo uso del alcance que tiene su cuenta Twitter, donde tiene 30.000 seguidores, y abrió un debate sin imaginar la enorme respuesta que encontraría en la comunidad local y regional. En pocos días reunió nada menos que 255.000 pesos en su cuenta, dinero que utilizó para adquirir elementos escolares y alimentos. En todos y cada uno de los casos, subió comprobantes, fotos, tickets y facturas. Los dos comedores mencionados, además de “Corazones felices”, de Los Corralitos, recibieron un gran empuje para continuar funcionando.
Con un estilo desenfadado, directo y hasta divertido, publicó un tweet el lunes: “255 mil pesos ¿Ustedes están dementes?” y lo más interesante y positivo es que la ayuda continúa llegando. “Fue totalmente impensado y quiero aclarar que esto puede hacerlo cualquiera. Esta vez lo impulsé yo, pero las redes tienen un poder increíble. Siento una gran alegría y un profundo agradecimiento hacia todas las personas que se hicieron eco. No es necesario contar con la ayuda del Estado ni armar una empresa, la solidaridad entre la gente mueve montañas”, reflexionó, en diálogo con Los Andes.
Inquieta y empática por naturaleza
Nacida y criada en Maipú, “Coti” vive con su familia y no tiene novio. En 2021 se recibió de abogada, pero en realidad su curiosidad, inteligencia e interés por otras áreas la llevaron a involucrarse en el camino de la programación web y las nuevas tecnologías. Por eso asegura que este aliento enorme que recibió en las últimas horas continuará, e incorporará charlas en merenderos y comedores.
“Tengo pensado sumar charlas amenas y llevaderas sobre algunas temáticas, como inglés o matemática. De nada sirve donar útiles escolares si no tienen un uso adecuado y un sentido direccionado. Los chicos deben tener sus herramientas”, puntualizó.
Durante la pandemia, recordó, muchísima gente se puso a disposición: amigos, vecinos, familiares, empresas, particulares. Ella tenía una ventaja: una computadora, seguidores y algunos conocimientos. Se dio cuenta de que, simplemente, lo tenía todo. “Pero lo que sucedió ahora desbordó todo. Fue un hilo en Twitter que se viralizó de manera rápida. Empecé con 20.000 pesos en mi cuenta y a los dos segundos 30, 40, 50.000. No podía creer que con tan poco se pudiera hacer tanto. Empecé a acudir a los supermercados y comprar alimentos, algo básico, y luego útiles escolares, que es lo más caro”, dijo.
Y aclaró que todo lo invertido está perfectamente aclarado y transparentado en comprobantes. “Por supuesto que algunas personas critican, pero son las reglas de juego”, menciona, en alusión, por ejemplo, a un usuario que le cuestionó por qué había leche de coco en el listado de alimentos.
Ella respondió: “Es la donación que ofreció hacer la empresa de alimentos saludables que publiqué. Los pibes en los comedores no tienen ni agua potable para tomar, a veces. Mirá si le van a hacer asco a la leche, no tienen todos los días lo que se les canta el… para desayunar, como vos”.
“Sos la mejor, Coti”, “Es por ahí, amiga”, “Felicitaciones”, fueron algunos de los innumerables mensajes que recibió y que no se cansa de agradecer.
Hasta en su voz se perciben el entusiasmo y las ganas de continuar en esta movida. Y responde: “Yo no hice nada, es la gente que dona”.
De este modo, Coti dejó su CBU y sus redes sociales con el fin de que las personas que deseen colaboren con lo que puedan: 100 o 200 pesos es un “granito de arena”, sostuvo.
También se reciben colchones, frazadas, zapatillas, alimentos de todo tipo, chapas, materiales para la construcción, calzado y, por supuesto, los útiles escolares que fueron el puntapié inicial de esta enorme campaña que recién comienza.
Cómo colaborar
CBU: 1430001713022143420019
Alias: coti.godoycruz
Instagram y Twitter: @constanzabravi