Tierra, altas temperaturas repentinas, ráfagas muy intensas. No hace falta describirle demasiado a ningún mendocino de qué se trata el viento Zonda. Lo conocemos bien y también sus consecuencias, así como estamos adaptados a afrontarlo. En cambio, a muchos visitantes de fuera de la provincia ciertamente les genera mucha inquietud.
Ese ventarrón que llega intempestivamente desde el otro lado de la cordillera este año ha tenido particular saña: en lo que va de 2023, ya se superó la totalidad de los episodios registrados durante el año pasado. No sólo eso sino que ha tenido mayor intensidad e incluso provocó muertes.
Como detalló Daniel Burrieza, director de Defensa Civil de la provincia, durante todo 2022 se registraron 10 eventos de Zonda, mientras que en lo que va de 2023, cuando aún faltan tres meses para que termine el año, han sido 12 hasta el martes pasado inclusive.
Dado esto, es de esperarse que lo supere ampliamente, sobre todo si se tiene en cuenta que la temporada fuerte del fenómeno va desde mayo hasta noviembre.
“Este año hemos tenido más frecuencia de viento Zonda”, confirmó a Los Andes el meteorólogo Fernando Jara. “Los promedios de Zonda son desde mayo hasta noviembre, no es que no haya Zonda en verano pero lo más frecuente es en invierno. Por estadística, hay 65% más de probabilidades de que se dé en invierno”, explicó.
Por otra parte, Jara afirmó que los eventos de Zonda de este año han sido de importancia “porque han sido muy intensos, más fuertes que otros años”. Quizás el evento más intenso que se vivió este año fue el del viernes 21 de julio, que dejó como saldo dos víctimas fatales.
El Ministerio de Seguridad atribuyó los hechos a las ráfagas cercanas a los 140 kilómetros por hora y a la violencia del viento. Por un lado, en Las Heras, Felipe David Campos Paredes (39), un habitante del departamento, murió luego de que un puesto de diarios y revistas se volara y cayera sobre él.
El otro caso ocurrió en San Martín, más precisamente sobre el carril Chimbas. El terregal que circulaba en el ambiente era tal que disminuyó drásticamente la visibilidad. Eso provocó un choque en cadena en el que intervinieron varios vehículos. Como consecuencia, falleció Federico Agustín Arrieta Carreño, de 35 años, con domicilio en Godoy Cruz, quien iba en uno de los autos que quedó aprisionado entre otros dos vehículos.
Este fenómeno se presenta con mayor frecuencia hacia el Sur de la provincia y más específicamente en Malargüe. Es entonces que, una vez más, hay que hablar de los efectos del fenómeno del Niño, que propicia tantos cambios.
Justamente al Niño atribuyó Jara la frecuencia e intensidad del viento los últimos meses. Señaló que ya desde julio puede haber impactado, aunque su efecto se hizo más notorio en agosto. “Eso hace que en los sistemas meteorológicos, en latitudes medias como esta región, genere más posibilidades de nevadas en cordillera y por ello, más Zonda”, apuntó el especialista. Es que, justamente, la mayor frecuencia también está asociada a las mayores nevadas en la montaña.
Consecuencias
Bien sabemos los mendocinos que el Zonda deja su huella cuando sopla. Cada episodio deja una lista de daños que incluye árboles caídos y tendido eléctrico, que corrió con la misma suerte muchas veces porque lo arrasó algún árbol en su caída.
Como consecuencia, según la ferocidad del fenómeno, suelen quedar zonas sin luz lo cual a veces se extiende por muchas horas. Ni hablar de los riesgos que implica la caída de los forestales: con cada episodio se replican los videos de hechos en los que incluso caen cerca de vehículos que venían circulando o encima de autos estacionados.
Voladuras de techos y cualquier otra cosa que se haya atrevido a interferir su paso son parte del cuadro. Sin ir más lejos, justamente el viento del 21 de julio señalado arrasó con la carpa del circo Atlas en Godoy Cruz, luego de que con la embestida cediera la estructura. Afortunadamente, no hubo heridos pero sí el pesar de quienes forman parte de la compañía familiar. “Jamás vimos algo como esto”, afirmaba Alejandra Montes de Oca, encargada del circo.
Ese día hubo vuelos demorados y dificultades en el tránsito, e incluso estos episodios provocan incendios, favorecidos por la sequía que se atraviesa.
Otra de las consecuencias es la suspensión de clases presenciales por parte de la Dirección General de Escuelas como medida preventiva. Esta suele afectar a algunas zonas, sobre todo al Sur y áreas de montaña y a algunos turnos.
Según pudo relevar Los Andes, en lo que va de este ciclo lectivo y por el Zonda ocurrió en nueve ocasiones entre marzo y septiembre, es decir, más de una vez por mes.
Ocurrió el 28 de abril para toda la provincia en turno tarde, el 8 de junio en Malargüe, San Rafael y General Alvear y el 9 de junio para Gran Mendoza, zona Este y Lavalle. Unos días después debió tomarse nuevamente la medida: el 23 de junio se dispuso para el Valle de Uco y Potrerillos y tres días después, el 26 de junio, para Potrerillos, Lavalle, Gran Mendoza y Tupungato.
El 4 de julio, se decidió tomar la decisión de suspender las clases en Tupungato y Malargüe, el 10 de agosto para Valle de Uco, San Rafael, Malargüe y Alta Montaña. En tanto, el 30 de agosto se aplicó a Tupungato y Potrerillos y el 15 de septiembre para Malargüe, San Rafael y Tupungato.
Además de cambiar planes y rutinas, afecta la salud y no falta el dolor de cabeza y las alergias. Incluso puede afectar a los hipertensos y adultos mayores. Con más episodios de Zonda, este año se han exacerbado los cuadros alérgicos, que llegaron antes e incluso de manera más intensa o con mayores dificultades para la recuperación.
“Hemos visto más cuadros alérgicos estos últimos meses por muchos días de Zonda seguidos”, comentó el neumonólogo Pablo Schervobsky. Se presentan con congestión nasal, empeoramiento o aparición de asma, laringitis y conjuntivitis alérgicas.
Efecto Zonda
Se caracteriza por ser un viento fuerte, muy seco y de elevada temperatura, que se produce bajo determinadas condiciones climáticas. Se presenta en las regiones ubicadas al pie de la Cordillera de los Andes, desde la provincia de Neuquén hasta Jujuy.
Se origina en el anticiclón del océano Pacifico como un viento frío y húmedo, pierde humedad en la cordillera y llega seco y caliente al descender hacia Mendoza. Además, suele afectar mayormente a San Juan, Catamarca, Salta y La Rioja.
Pero el Zonda no siempre desciende al llano y hay ocasiones en que se produce otro fenómeno, que provoca quizás los mismo dolores de cabeza, alergias y malestar de los más sensibles. Es el “efecto Zonda”, concepto acuñado por el mismo Jara.
“El efecto Zonda es un viento en altura que hace que tengamos una cierta compresión y más temperatura en el llano, da dos o tres grados más y no implica que haya Zonda en la cordillera”, explicó el especialista.
“En Mendoza tenemos temperaturas hermosas en invierno, y no se sabe explicar por qué y eso es por el viento en altura porque hay momentos que no es Zonda pero nos da un efecto”, agregó.
El meteorólogo señaló que para que el viento descienda al llano deben darse ciertas variables meteorológicas. Son “cinco ingredientes”, dijo Jara para explicar la “receta” para que el Zonda llegue a la cordillera, precordillera o el llano. Señaló que, si no se dan dos o tres de ellos, el viento no desciende, queda en altura y provoca el tan mentado efecto Zonda.
Entonces enumeró: nevadas en cordillera, viento importante en altura, circulación en vaguada en altura, baja presión en superficie y la aproximación de un frente frío.
Según Jara, es frecuente que no llegue el Zonda como tal cuando la baja presión en superficie no se profundiza. “En Mendoza tenemos, por ejemplo, 920 hPa y puede pasar que sea menor, más profunda, cuando baja en superficie, en el llano, en tu casa o en la mía, es cuando hay más posibilidades de que el Zonda descienda”, precisó.
Recordó que ahora se comienza a ingresar en una situación más de verano y empieza a disiparse la posibilidad de Zonda en cordillera y en el llano.