En nuestro país se estima que, al menos, 1.500 niños son diagnosticados anualmente con algún tipo de cáncer. “Esta es una enfermedad poco frecuente, ya que forma parte del 1 % de los cánceres en general. Las más frecuentes son leucemias, seguidas por tumores del cerebro y otros tumores del sistema nervioso central” explicó la doctora Mercedes García Lombardi.
Generalmente, los síntomas detectables de alerta incluyen: la presencia de cualquier masa abdominal, fiebre prolongada y sin causa aparente, palidez, cansancio y/o pérdida de peso, dolores de cabeza frecuentes acompañados de vómitos (persistentes y sin causa aparente), formación de hematomas y petequias (puntos rojos) con facilidad y aumento de tamaño de ganglios en zonas del cuello, axila e ingle.
El oncólogo Eduardo Biondi explicó que, al observar estos signos y síntomas, lo mejor es que el menor sea examinado por un especialista capacitado lo más pronto posible. Además, detalló que el cáncer infantil tiene posibilidades de curación llegando a cifras del 80%.
El cáncer infantil no es prevenible, sin embargo, si se detecta de manera precoz y se recibe un tratamiento oportuno, la posibilidad de curación es mayor. “Lo importante para la detección temprana es que los padres puedan estar alerta a los signos y síntomas que tengan sus hijos, ya que esto aumenta la supervivencia y permite establecer rápidamente la estrategia de tratamiento” remarcó Eduardo Biondi (MN 81175), Gerente Médico del Laboratorio Varifarma.
Neuroblastoma, uno de los cánceres más frecuentes en los niños
El neuroblastoma es un cáncer que se origina a partir de células nerviosas inmaduras que se encuentran en varias áreas del cuerpo, normalmente se presenta en bebés y niños. Suelen aparecer en las glándulas suprarrenales y alrededor de ellas, las cuales tienen orígenes similares a los de las células nerviosas y están por encima de los riñones. También puede presentarse en otras áreas del abdomen y en el tórax, cerca de la columna vertebral y el cuello, donde existen grupos de células nerviosas.
Es el tumor sólido maligno extracraneal más frecuente en los niños. Su evolución es muy particular, ya que la mitad pueden curarse con cirugía o tratamientos cortos, sin embargo otros de los niños presentan la enfermedad diseminada, y se los considera portadores de neuroblastoma de alto riesgo.
“En los últimos años, en el mundo se han mejorado mucho las posibilidades de curación de estos niños que antes no llegaban a más del 40 %. Esto se debe gracias al descubrimiento de los llamados anticuerpos anti GD2″ detalló la Dra. Lombardi, y añadió: “Afortunadamente en nuestro país es posible realizar este tratamiento como en muchos lugares de Europa y EEUU. Nuestro grupo del Hospital de Niños Ricardo Gutierrez ha tratado 16 pacientes con el medicamento dinutuximab beta y ha logrado tolerancia y efectividad. Es por eso que cabe destacar que ya no es necesario viajar a España para que los niños reciban el anti GD2.”