Sofía Herrera, la menor que desapareció en Tierra del Fuego en 2008, cumple hoy 17 años y su madre publicó una conmovedora carta en su Facebook. La niña lleva 13 años desaparecida y sus padres nunca la dejaron de buscar, la Justicia tiene a un sospechoso en la mira, pero nunca lo detuvieron.
“Si pudiera trasladar el tiempo y volver a ese pasado lejano, pero latente, te inundaría en un abrazo que te abarque para siempre. La vida no es vida, solo una espera de que un milagro nos encuentre”, escribió María Elena Delgado en un posteo en la red social.
Y agregó: “Es inagotable el caudal de amor que tengo para ofrecerte. Quedó intacto esperando tu regreso”. “Cada mañana es abrir los ojos y ver tu sonrisa. Y tus pasos rapiditos hacia mi encuentro. Nada más preciado que nuestro hogar, juntas. Tal vez algún recuerdo en tu mente me acaricie. Porque tu corazón y el mío están unidos por siempre”, sostuvo.
La mamá de Sofía, junto al papá de la menor, Fabián Herrera, nunca dejaron de buscar a la niña que fue vista por última vez en septiembre de 2008 cuando la familia, junto a otros matrimonios amigos, fuero a pasar un domingo de camping.
El pasado 28 de septiembre, cuando se cumplieron los 13 años la última vez que fue vista la menor, Delgado encabezó una marcha en Río Grande, donde manifestó que siguen esperando la detención de José Dagoberto Díaz Aguilar, a quien apodan “Espanta la Virgen” y es señalado como el principal sospechoso.
Díaz Aguilar es un hombre de nacionalidad chilena que tiene costumbres nómades y deambula por zonas rurales entre Argentina y Chile. La justicia llegó a su imputación por dos caminos, primero por el testimonio de un suboficial que participó de las primeras tareas de búsqueda, y segundo por la descripción de uno de los niños que estaba en el lugar donde desapareció Sofía.
El domingo 28 de septiembre de 2008 la familia Herrera decidió pasar el día con amigos en el camping John Goodall, que está ubicado 59 kilómetros al sur de Río Grande, en esa provincia.
Según la reconstrucción de los hechos, las familias llegaron al camping situado en el kilómetro 2893 de la Ruta Nacional 3, en dos autos que estacionaron cerca del camino.
El lugar era un paraje rectángulo de 15 hectáreas cercado con un alambre de un metro de altura, el primero de púas. Mientras se encontraban en ese lugar, Sofía se separó por unos instantes de sus padres y desde entonces nadie volvió a saber de ella.