El invierno no solamente afecta al clima y a los árboles, sino que también tiene efectos en la vida sexual de todos. Varios estudios respaldan que los meses de invierno son el periodo del año “más sexual”. Una marca de juguetería erótica de lujo y bienestar sexual, explicó el porqué y da las claves para disfrutar al máximo de la sexualidad este invierno.
Las mañanas nubladas, las frías temperaturas y los abrigos y botas son sinónimo de que el invierno está muy instalado. Basta repasar los últimos días en Mendoza, cuando las temperaturas han subido poco más allá de los 12 o 15 grados. En esta época del año uno sólo piensa en meterse debajo de una manta y tomar un café o un matecito caliente. Pero, según diversas investigaciones, eso no es lo único que tenemos en mente durante el invierno. El deseo sexual no desaparece, para nada, pero es cierto que hay números objetivos que muestran que son otros los momentos del año donde el sexo está más presente.
Entre diciembre y febrero, los niveles de atracción son más altos, mientras que en junio, julio y agosto alcanzan su puntuación más baja de todo el año. Incluso las personas que mantienen relaciones largas y duraderas opinan que sus parejas son más atractivas durante el invierno. ¿Hay alguna explicación detrás de este fenómeno? Los investigadores creen que durante esta época en la que nos abrigamos más y la piel se ve menos hace que el cuerpo sea más excitante.
El día de cumpleaños más común en esta zona del planeta es el 16 de septiembre, lo que quiere decir que la mayoría de los bebés son concebidos en diciembre. Y, por otro lado, en agosto es cuando menos bebés se conciben. Aunque esto no demuestra completamente que el invierno sea el responsable del aumento de la actividad sexual, las vacaciones navideñas también suponen un incremento en las ventas de preservativos. La semana anterior a la Navidad se venden el doble de preservativos que la semana posterior, lo que demuestra que durante el invierno pensamos sobre todo en mantener sexo.
Según un estudio, existe una mayor concentración y mejor calidad del esperma durante los meses de invierno. Esto se debe a que la testosterona es la hormona responsable del bajo deseo sexual y un aumento de la misma se asocia a una mayor libido, es decir, más ganas de tener sexo.
Otro estudio de una década de duración demostró que durante las vacaciones, la gente hace más búsquedas en Google relacionadas con el sexo, como consejos respecto al embarazo o cuestiones relacionadas con la pornografía. Físicamente hablando, el sexo en invierno también nos ayuda a generar calor.