Las malas condiciones climáticas en los últimos tres meses del año han provocado que, por la decisión de autoridades chilenas y argentinas, el paso internacional fuera cerrado por 25 días entre junio, julio y lo que va de agosto. A esto hay que agregarle motivos administrativos y hasta medidas de fuerza de trabajadores aduaneros del país trasandino. El impacto en términos económicos asciende a 1.300 millones de pesos que se han perdido en facturación.
La postal de miles de camiones varados esperando la apertura del tránsito en Uspallata, la destilería de Luján de Cuyo y algunas estaciones de servicio de los accesos ha sido una escena que se repitió este fin de semana. La circulación se interrumpió desde el domingo como medida preventiva ante el pronóstico, que se cumplió, de intensas nevadas en Alta Montaña.
El secretario de la Asociación de Propietarios de Camiones de Mendoza (Aprocam), Sergio Olivencia, explicó que en términos brutos, de los costos que demanda mover los camiones de ida y vuelta y sin tomar en cuenta las ganancias, se perdieron seis vueltas en los cortes entre junio y agosto. “Sin sacar las ganancias, sólo en facturación, hemos perdido 9 millones de dólares. Es muchísimo lo que pierde el transporte internacional mendocino y a veces no hemos tenido temporal, sino que ha sido impedido el tránsito ante una eventualidad climática”, analizó Olivencia.
A esta problemática hay que sumarle las demoras en las cargas con destino a otros países, que tienen conexión desde el Pacífico y el retorno de divisas que pierde la Argentina.
Hasta la tarde de ayer el paso internacional permanecía cerrado por la persistencia de las inclemencias climáticas, según informó Gendarmería Nacional. Además el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió dos alertas amarillas para algunos sectores de la provincia. Así, en Malargüe y San Rafael hasta el cierre de esta edición regía el alerta por nevadas. “Se esperan valores de nieve acumulada de entre 30 y 50 centímetros, pudiendo ser superados en forma puntual”, apuntó el SMN.
La otra alerta regía en el mismo sector para vientos intensos. “El área cordillerana será afectada por vientos del sector Oeste con velocidades de entre 55 y 65 kilómetros por hora y ráfagas estimadas entre 70 y 100 kilómetros por hora”, se informó oficialmente.
Odisea blanca
En la segunda semana de julio más de 400 vehículos, entre micros y rodados particulares, quedaron varados en plena cordillera de los Andes por un intenso temporal de nieve. Las bajas temperaturas y la nieve acumulada no permitían el avance de los colectivos con turistas y familias enteras que buscaban cruzar a Chile.
La contingencia demandó un trabajo entre ambos países para despejar la ruta en el sector de Los Caracoles (Chile) y de esa manera permitir el tránsito de los automovilistas y ómnibus de larga distancia.
Durante dos semanas persistieron las malas condiciones meteorológicas, representando trabajos de logística e infraestructura para que pudiera normalizarse.
La Municipalidad de Las Heras y la Provincia brindaron asistencia a las personas afectadas por el temporal, siendo socorridas con alimentos, elementos de abrigo y atención médica.
En esas casi dos semanas se acumularon 2.800 camiones que quedaron apostados en distintos puntos del Gran Mendoza para cruzar a Chile.
Impacto en la sequía
De acuerdo con un reciente informe del Departamento General de Irrigación, la comparación interanual hasta el 20 de julio de 2022, en la actual temporada ha nevado cinco veces más que en el año pasado.
Respecto de los valores medios diarios históricos, hasta el 20 de julio se registraron nevadas por 70% en la cuenca del río Mendoza; 40% en las cuencas del centro provincial (Tunuyán y Diamante) y 95% en las cuencas del Sur mendocino (Atuel y Grande).
De esto se desprende que “sólo en el Sur de la provincia las nevadas del actual invierno están cercanas a los valores diarios históricos de un año medio. El resto de las cuencas están bastante por debajo, especialmente las del centro de la provincia”.
Tomando de parámetro los registros históricos, las nevadas más importantes se presentan durante agosto hasta los primeros días de setiembre. Es decir que todavía quedan más de 40 días en los que se pueden producir buenas nevadas.
Asi, la expectativa está puesta en los próximos 30 días cuando debería nevar el doble de lo que ha nevado en las cuencas de los ríos Mendoza, Atuel y Grande y cuatro veces más en las cuencas de los ríos Tunuyán y Diamante. “Si no nevara más en todo este invierno, ya hay más nieve que en todo el año pasado en las cuencas del Mendoza, Atuel y Grande. No ocurre lo mismo en el Tunuyán y Diamante”, remarca el análisis de Irrigación.
El organismo hace estas campañas anuales en las estaciones donde se hacen cateos de nieve, a través del personal del Departamento de Hidrología que se traslada en helicóptero a todas las estaciones para relevar datos hidronivometeorológicos (SIH) y mediciones del equivalente agua nieve (EAM), para validar las mediciones automáticas hechas durante todo el invierno.
La falta de nieve en Mendoza tiene un correlato directo en la afectación de actividades agrícolas y pronostica un verano con cortes de agua para riego, y puede afectar también su uso para el consumo domiciliario, por lo que desde hace diez años el Departamento General de Irrigación de Mendoza viene alertando sobre la crisis hídrica, que se ha transformado en una situación de sequía.
El dato
U$S9 millones
Es la pérdida, sólo por facturación del transporte de cargas, por la cantidad de días que estuvo interrumpido el tránsito en la ruta internacional.