Uno de los momentos emocionantes del reciente Encuentro de Escritores de Luján de Cuyo, que se vienen realizando en el departamento desde 1988, fue la presentación del libro “Encuentro en la memoria”, obra póstuma del ensayista y escritor Rolando Concatti, fallecido en junio de 2019, a los 86 años.
La reunión de los que escriben y el público se realizó durante dos jornadas en la biblioteca municipal y popular Juan Bautista Alberdi, responsable final del evento.
La descripción del libro y su génesis estuvo a cargo de la esposa del novelista, la profesora Esther Sánchez, quien también participó, junto a los hijos, de la compilación de los textos que conforman la obra, de 390 páginas, que editó Cromologías Servicios Gráficos.
El segundo hijo, Gabriel Concatti (sociólogo), es el responsable de la tapa del producto, un collage de fotos en las que se ve al escritor oficiando de sacerdote; una imagen del Mayo Francés, a los “27 curas” que se revelaron a la curia mendocina y otras imágenes.
Esther contó que el libro comenzó a gestarse hace seis o siete años, luego de la realización de uno de los últimos proyectos asociados de Rolando, “Línea de tiempo en la ocupación del espacio mendocino” (Convenio Provincia de Mendoza-Consejo Federal de Inversiones, CFI, 2011), realizado junto a José Luis Menéndez, ‘Pupi’ Agüero y un equipo. Al concluir la investigación, la curadora de arte sugirió que el autor de “El tiempo diablo del Santo Guayama” escribiera el trabajo que fue presentado el viernes pasado.
También colaboraron estrechamente Alberto Isuani, Alicia Romero “y muy especialmente” Carlos Sota, quien pasó muchas tardes releyendo borradores con el autor.
La presentadora admitió que “Encuentro…” puede ser interpretado como una autobiografía de Rolando, pero salvo algunas páginas personales, el cuerpo general de la obra debe ser considerado una “biografía social”, resuelta a través de un diálogo entre un periodista (papel asumido por los hijos y otras veces por Esther) y el ensayista.
Al principio hay mucho del Luján de Cuyo natal de los años ‘40, ‘50 y ‘60 y enseguida se trasluce la visión del novelista sobre el “Mayo francés”, el Concilio Vaticano II, los difíciles años setenta y su paso por la vida sacerdotal hasta llegar a la crisis de los “27 curas” mendocinos que se opusieron al entonces Obispado local, situación que terminó con la expulsión de varios de ellos del clero de Mendoza. Luego la vuelta a la ‘vida civil’, el matrimonio, la militancia en el peronismo y en la Literatura, a la que accede recién a los 60 años.
La compañera de 46 años de vida, sostuvo: “Quiero resaltar el gran esfuerzo de Rolando de no dejar en el olvido lo ocurrido en una década tan polémica y compleja, de tanto compromiso, como fue la década del ‘70. Rolando sentía este relato como un deber, como una deuda que debía saldarse dejando un material que le pueda servir a las futuras generaciones, dónde buscar errores, aciertos, no sólo los que venían del Evangelio sino del hombre común y en la búsqueda de un hombre nuevo”.
También opinó que “lo más valioso (de esta entrega) es el paralelo establecido entre los que pasaba en Mendoza, Argentina, América Latina, Europa y en el mundo”.
Al final de la reunión se proyectó un video sobre distintos momentos de la gestación de la obra y la familia donó un ejemplar a la biblioteca lujanina, distante a unos pasos de su casa de calle Alvear, a la que frecuentemente concurría el escritor.
En la reunión de la biblioteca estuvieron los familiares de Concatti y también la esposa e hijas de otro protagonista de aquellos años descriptos por el ensayista, Oscar “Braquio” Bracelis. Del grupo de 27 sacerdotes que protagonizaron discrepancias con el Arzobispado se encuentran con vida Carlos Pujol, Vicente Reale, Justo Pol, Oscar Debandi, Hugo Santoni y Rafael Rey.