Este jueves el Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes emitió un comunicado donde informaba que una colaboradora había cometido un “error programático” al usar una jeringa vacía para inocular a una mujer en la sede de Parque Benegas en Godoy Cruz.
Ante esto, la mujer fue separada del puesto y se dio inicio a una investigación administrativa. Además, la persona que no había sido vacunada recibió la dosis correspondiente este miércoles.
“Error programático”
Desde hace meses Argentina, y el mundo entero, está llevando a cabo el operativo de vacunación más importante que se ha hecho hasta el momento. Dicho operativo está atravesado por una serie de protocolos que ordenan y aseguran la trazabilidad del proceso.
Entre ellos se encuentra el sistema de vigilancia ESAVI (Evento supuestamente atribuido a vacunas e inmunizaciones) que consiste en todo cuadro clínico que aparece luego de la administración de la vacuna y que potencialmente puede atribuirse a esta.
Los eventos adversos pueden deberse a cualquiera de los componentes de la vacuna o a problemas con su administración (error programático).
“En los grandes operativos de vacunación puede haber errores. Estos errores deben ser notificados y cargados en el SIISA (Sistema integrado de Información Sanitario Argentino) para después ser evaluado por la CoNaSeVa”, explicó a Los Andes la jefa del departamento de inmunizaciones de Mendoza, Iris Aguilar.
“La mayoría de los ESAVI suelen ser errores humanos. Nosotros consideramos que se trató de un error grave pero que ya fue subsanado”, confió Aguilar al reconocer que la mujer ya fue vacunada. Cabe destacar que la jeringa que fue utilizada estaba vacía por lo que no representó un riesgo para la salud de la persona.
Se cree que lo que puede haber ocurrido es que la jeringa vacía se ha mezclado con las que estaban preparadas para la vacunación. No obstante, las circunstancias serán determinadas por la investigación.
“Por eso nosotros siempre insistimos en que el proceso de vacunación no es un acto rutinario sino un acto pensante. Tiene una técnica, requiere una expertise y nadie está exento de cometer un error. Mientras más seguro se está es más probable que se cometa una equivocación”, remarcó Aguilar.
“Para evitar errores tenemos cinco correctos básicos, que son los cinco desde de una mano: que la vacuna correcta, que sea la persona correcta, que la vía de administración sea la correcta (hay diferentes tipos de vacunas), que las dosis sea la correcta y por último que el lugar de aplicación sea el correcto”, explicó.
Aguilar también aclaró que los errores son fácilmente detectables gracias al complejo sistema de registro y seguimiento que posee el operativo de vacunación. “Todos los días hacemos un arqueo con la cantidad de dosis, las dosis que fueron aplicadas, las personas que se presentaron y las que no”, agregó.
En números
Al momento de la publicación de esta nota, según el monitor público de vacunación, en Mendoza llevaba 1.118.185 millones de dosis aplicadas, 913.914 de la primera dosis y 204.271 de la segunda dosis.
Este jueves, el ministerio de Salud de la provincia advirtió sobre el porcentaje de personas entre 30 y 40 años que se han aplicado la vacuna, ya que hasta ahora alcanza al 59% cuando podría ser mucho mayor.
“Es importante que las personas entiendan que la vacunación es un acto de solidaridad. Tenemos una herramienta fundamental para mitigar la pandemia de coronavirus ( además de los testeos y el cumplimento de las medidas y el aislamiento). La inmunidad de rebaño es lo que nos va a ayudar a mejorar las condiciones sanitarios”, dijo la jefa del departamento de inmunizaciones.
En cuanto a la vacunación de las personas mayores de 18 años, Aguilar afirmó: “Los más jóvenes están ávidos por vacunarse”.