La alarma saltó de inmediato: según el Nomivac (Registro Federal de Vacunación Nominalizado), que asienta el desarrollo de la inmunización contra el Covid en el país, unos 4.000 mendocinos habrían recibido el primer componente de la vacuna Sputnik V (Ad26) a pesar de que les correspondía el segundo (Ad5). Eso es, al menos, lo que podría desprenderse del hecho de que eso consta en el registro: ese grupo de personas tienen apuntadas dos “primeras dosis”, en lugar de una con el primer componente y otra del segundo.
Sin embargo, desde el Ministerio de Salud local aseguran que en realidad el error es en la incorporación de datos y no en la colocación de vacunas. Esto es, los mendocinos de ese grupo recibieron correctamente la dosis segunda, pero hubo un error “en el lote de carga”.
Así lo confirmó Iris Aguilar, jefa de Inmunizaciones de la provincia, quien buscó transmitir tranquilidad y explicó que los motivos corresponden, básicamente, a la complejidad del sistema Nomivac. “No es muy amigable para hacer la carga”, confesó.
Según la funcionaria de Salud, los encargados de la vacunación se encuentran con un enorme número de lotes en el sistema a la hora de hacer la carga, donde aparecen tanto las primeras como las segundas dosis. Por eso, un error humano llevó a cargar, en definitiva, los segundos componentes colocados con el número de lote de una primera dosis, y eso produjo la confusión. “Se puso un número de lote del primer componente en lugar del segundo”, dijo, en un intento por hacer sencilla la explicación.
Un sistema complicado
Las dificultades del sistema Nomivac, según confió Aguilar, fue una de las razones que llevaron a nuestra provincia “a llevar un doble registro, tanto en el sistema como en papel”, dado que, dijo, se producen a veces lentitudes en el sistema, caídas y otros inconvenientes.
“Por todo esto, en la carga de la vacuna y en la preparación, hay un sistema de doble control. Por ejemplo, una persona chequea el número de lote y otro el vencimiento. Y también hay un doble registro, en papel y en el Nomivac. Y después, por indicación de la ministra Nadal, también se han creado burbujas de carga y de corrección de carga, donde se hace el control de las planillas para cotejarlas con la del Nomivac”, detalló.
Un error real poco probable
Ahora bien, ¿cuál es la posibilidad real de que, en lugar de un error de carga, se produzca un error en la inoculación?
Según Aguilar, “en lo práctico es muy difícil que suceda eso”. “Como se trata una campaña de vacunación tan grande y tan atípica, que incluye varias marcas de vacunas y un escalonamiento en las dosis, se establecieron sistemas de doble control. Por ejemplo, en los lugares de vacunación, ya desde el ingreso se hace ingresar a la gente según la dosis que viene a recibir. Cuando llegan por las segundas dosis se sectoriza en un lugar específico diferente al de los que reciben la primera”, contó.
Ya en el terreno de las conjeturas, Aguilar expresó que, en el caso de que se hubiera producido un error así, no hubiera revestido gravedad en cuanto a la salud o a la inmunización. Y esto porque, por el propio diseño de las vacunas, colocar dos dosis de la Sputnik V equivaldría, aproximadamente, “a recibir el esquema completo de la AstraZeneca, por ejemplo”.
