Las historias de vida de la bombera Nancy Veliz (50), cabo del cuartel de Bomberos Voluntarios de Godoy Cruz, y de la perrita Nara tienen mucho en común, más incluso de lo que ambas hubieran llegado a imaginar hasta el sábado al mediodía. Por ejemplo, ambas vivieron episodios complicados que les comprometieron sus extremidades: Nancy recibió un balazo en su codo derecho cuando había asistido a rescatar a una persona en junio de 2020, mientras que Nara tenía una grave lesión en su patita trasera que derivó en que deban amputarle parte de ella durante los últimos días.
Sin embargo, y más allá de esta coincidencia en sus historias, recién el sábado se conocieron entre sí. Y Nancy -junto a sus compañeras Belén Salinas, Vilma Pontis y Lucía Eyub- fueron las responsables de que Nara siga con vida, de que haya podido reencontrarse con sus dueños y de que haya llegado a esa cirugía que ya era impostergable. Porque la cabo (Veliz) y las tres bomberas (Salinas, Pontis y Eyub) rescataron a la perrita Nara del Zanjón de los Ciruelos, donde estaba ya recostada y casi resignada durante el mediodía del sábado.
“Le dimos los primeros auxilios y después la llevamos al refugio Ángeles de Cuatro Patas donde la asistieron bien y la atendió una veterinaria. Le hicieron algunas curaciones, porque tenía además un ojito mal, y después le amputaron parte de la pata. Y a los días nos enteramos que Nara había vuelto con sus dueños”, rememora Nancy a Los Andes.
Recién cuando se reencontró con su familia, Nancy supo que la perrita se llamaba Nara. Porque, luego del rescate y el traslado, la habían rebautizado como Peky. Lo que le suma más emoción a la historia es que la familia de Nara la buscaba desesperadamente desde el 9 de enero.
“La verdad es que estoy feliz. Por lo que le pasó a ella y lo que me pasó a mí, ¡estaba escrito que nos teníamos que encontrar! Y creo que esta es la paga por lo que hacemos: un final feliz”, piensa en voz alta la mujer, quien además está casada con un bombero y tiene a su hijo, quien también es bombero.
Una historia difícil
Nancy Veliz es bombera desde hace 14 años. El 6 de junio de 2020 participó de un procedimiento en el que, por poco, no perdió la vida. “Recibimos un llamado referido a que en calle San Martín de Godo Cruz, cerca de un local de comida rápida, había una posible fuga de gas. Nos habían dicho que el olor era muy fuerte y habían hasta identificado en departamento en el sexto piso”, recuerda la bombera.
Cuando llegaron al lugar, efectivamente corroboraron el penetrante e intenso olor a gas, por lo que se dispusieron a actuar. “Golpeamos la puerta varias veces porque nos habían dicho que adentro había una persona. Pero, como no nos abría nadie, forzamos la puerta y apenas entramos, un hombre que estaba adentro disparó un arma. Una bala me dio en el codo derecho”, rememora Nancy.
El caso tomó trascendencia pública y luego se supo que quien disparó era un hombre con antecedentes penales y quien había intentado quitarse la vida abriendo la llave de gas, por lo que eso explicaba el fuerte olor. Luego del episodio, el hombre fue condenado a 3 años de prisión, aunque quedó en libertad.
“Nunca supe bien en qué quedó y el no seguí bien el caso. Pero, gracias a Dios, conservo mi brazo. Me quedó una incapacidad, por lo que no puedo estirar al 100% el brazo derecho. Pero puedo seguir trabajando”, continúa Nancy, quien aclara que “jamás” olvidará ese 6 de junio de 2020.
Cuatro ángeles de la guarda para Nara
Dos años y medios después de aquel mediodía en que Nancy Veliz volvió a nacer, ella –como coordinadora del operativo- y sus tres compañeras (Belén Salinas, Vilma Pontis y Lucía Eyub) fueron imprescindibles para que la perrita Nara volviera a nacer. O, al menos, tuviera bien en claro que todavía no le había llegado la hora.
“El sábado, cerca de las 11, yo estaba en el cuartel y nos entró un aviso por el CEO referido a un perrito atrapado en un canal. Era en Perú y Cipolletti (límite entre Ciudad y Las Heras), pero igual nos desplazamos, aunque no sea nuestra jurisdicción. Porque la prioridad va a ser siempre la vida”, reconstruye Nancy sobre el más reciente procedimiento.
Al llegar al cauce, encontraron que había un perro (luego constataron que, en realidad, era una perra) que estaba en el interior del Zanjón de los Ciruelos. “La gente nos señaló el lugar exacto y, cuando la vimos, bajamos con una escalera. Cuando bajamos –fuimos toda una dotación de mujeres-, vimos que se movía muy poquito y que estaba lastimada la perrita. Entonces entramos con una red que usamos en esos casos para que no se asusten ni se escapen los animalitos. Y cuando la teníamos sujetada, vimos que le faltaba parte de una patita”, continúa la bombera.
Y aunque la intención era llevarla al cuartel en el acto para asistirla y luego dar intervención a los médicos veterinarios, un incendio de emergencia por el que se les dio aviso cambió los planes, y las 4 bomberas y Nara se dirigieron en el camión para controlar el fuego que se había iniciado en un cañaveral de Las Heras (aunque, obviamente, la perrita Nara nunca bajó del camión).
Ya de regreso en el cuartel de Bomberos Voluntarios de Godoy Cruz, Nara recibió las primeras curaciones básicas y la llevaron al refugio y al veterinario. Y, también durante el fin de semana, se reencontró con su familia.
Otro rescate de un perrito, también a cargo de los Bomberos Voluntarios de Godoy Cruz
Poco más de 24 horas después de este exitoso operativo, efectivos del mismo cuartel de Bomberos Voluntarios de Godoy Cruz participaron de otro operativo de rescate de un perrito en Godoy Cruz.
Según confirmaron desde el cuartel, fue a las 12:40 del domingo que –a través del 911- se les dio aviso de que había un perrito atrapado en un cauce de Godoy Cruz. De inmediato, una plantilla integrada por Fernando Sáez, Edgardo García, Facundo Carrizo y Gisela Arancibia se dirigió hacia el lugar. Y, al igual que con Nara el día anterior, el operativo fue exitoso y el can fue rescatado.