El 17 de noviembre pasado, una serie de mensajes de WhatsApp interrumpieron la calma y rutinaria jornada de David Reinoso y de su esposa, Mariela Bergara. Ambos estaban en su casa del barrio Chile II (Godoy Cruz), cuando la joven con la que estaba viviendo su hijo, Kevin Alexis (23) en Málaga, les escribió shockeada para contarles que su hijo acababa de caer de un segundo piso en esa ciudad española a la que el joven había llegado hacía 11 meses.
“La chica estaba muy bloqueada con todo el shock, y solo nos pudo decir que necesitaba que alguno de nosotros viajara urgente a estar con él. Y ahí empezó el infierno de nosotros, porque necesitábamos juntar mucha plata. Yo trabajo en el área Limpieza de Ciudad de Mendoza y necesitábamos dinero, pero era mucho. Por suerte el caso salió en la televisión, llegó a mucha gente y fue impresionante la cantidad de ayuda que recibimos. Tanto que alcanzó para que mi señora y mi hijo, el hermano mayor de Gabriel, pudieran viajar a Málaga. A nosotros nos avisaron el jueves 17 de noviembre y el sábado 19 de ellos pudieron viajar”, repasa David, a más de un mes del episodio
Este sábado regresaron a Mendoza la mamá de Kevin, Mariela, y su hermano, Gabriel Nicolás (25). En cuanto al joven accidentado, ya salió de la terapia –donde, incluso, llegó a estar en coma inducido- y avanza en su recuperación.
“Acá estamos de nuevo, y seguimos luchando. Mi hijo está por empezar una pequeña rehabilitación en España. Kevin ya está en el departamento, débil, muy flaquito, pero saliendo adelante. Su fuerza de voluntad y la ayuda que recibió de todo el país –económica y también con las oraciones- permitieron que pudiera verse con su mamá y su hermano, y que esté bien. Es el mejor regalo de Navidad”, resume David, quien aclaró que su hijo no ha podido viajar desde Málaga todavía porque hay algunas cosas del vuelo –como por ejemplo, el zumbido- que lo afectarían por su situación. “No veo la hora de que pueda volver”, agrega, con nostalgia.
La caída de Kevin y la noticia que cambió todo
El domingo 22 de noviembre a las 21, Mariela Ester Bergara y su hijo mayor, Gabriel Nicolás Reinoso (25) llegaron a España. Cinco días antes habían recibido la terrible noticia referida al accidente de Kevin y el aviso de que el joven estaba en coma.
“Mi esposa y mi hijo Gabriel se encontraron con la imagen de Kevin entubado por todos lados, ¡8 máquinas tenía encima!”, rememora David.
Kevin Nicolás se fue a vivir a Málaga hace casi un año. Primero se había ido la chica con la que vivía y quien fue quien avisó a los padres del accidentes y, una vez que estuvo instalada ella, la siguió el joven que hoy tiene 23 años. Aunque en el momento del accidente ellos habían terminado su relación, la joven no se movió de al lado del mendocino hasta que llegó su madre y su hermano.
“Mi hijo se fue a trabajar a Málaga. Él es pintor de departamentos y no sabemos si fue así como se cayó, pero la caída fue desde un segundo piso. Hay cosas que ni siquiera él mismo recuerda de ese momento”, repasa David sobre las circunstancias del accidente.
A raíz de la caída, Kevin sufrió distintos traumatismos en su cabeza y en su cuerpo. La lesión de mayor consideración la sufrió en el dedo meñique de su mano izquierda, que directamente lo perdió. Además le pusieron más de 11 puntos en distintas partes de su cabeza, y debieron practicarle una traqueotomía.
“La ayuda de la gente para que mi mujer pueda viajar fue increíble. Sumado a que vendimos varias cosas nuestras -prácticamente, las regalamos- porque necesitábamos plata urgente, porque mi esposa no quería llegar y que no estuviera más su hijo. Así pudimos juntar los casi 700.000 pesos que salían los dos pasajes para ir, más 1.800 euros que se pide que lleve la gente que va como turista a Europa. Y después necesitamos otros 700.000 pesos para volver. Por eso queremos aprovechar esta nota para agradecerle muchísimo y con todo nuestro corazón a la gente que estuvo para ayudarnos y hacer esto posible”, repasa el trabajador municipal.
Y aunque aclaran que no precisan de más ayuda, la realidad es que cada día de rehabilitación y el costo de vida de Kevin en España es muy costoso.
“Mi idea es que, apenas esté bien, él pueda volver. Sería lo mejor que nos podría pasar como familia, que volviera. Pero el temor es que, cuando viajás en avión, el zumbido en las orejas –o, mejor dicho, la situación que genera el zumbido en las orejas- le puede hacer mal, igual que sentir puntadas en los ojos, nos han dicho que podría complicarse todo”, resume David.
La recuperación y el “milagro” de Argentina campeón
Durante el casi mes entero que estuvieron Mariela y Gabriel en Málaga, acompañando a Kevin en su evolución, hubo momentos en los que el joven estaba consciente, aunque otros en los que debían inducirlo al coma.
“Es muy loco, pero las veces que mi hijo Kevin tuvo mejorías, fue cuando ganaba Argentina. De hecho, pudo ver la final y ver campeón a Argentina con el hermano en la sala del hospital”, cuenta David Reinoso.
En cuanto a la recuperación, avanza muy de a poco. Pero, por supuesto, el panorama es mucho más alentador que el día en que recibieron los desesperados mensajes y también el momento en que lo encontraron en coma en la sala de un hospital de Málaga.
“Le hicieron la traqueotomía y eso lo ayudó mucho a salir de la situación grave. Ahora está recuperándose de a poco. Camina 10 pasos y vuelve a sentarse a la silla de ruedas. Además, todavía tiene algunas manchas de sangre en la cabeza, pero de a poquito van a ir desapareciendo. Hay muchas cosas que no recuerda, ni siquiera cómo fue que se cayó”, cuenta el hombre.
Si hay algo de lo que sabe la familia Reinoso Bergara es de resiliencia, de adaptarse a los cambios negativos y salir adelante. De hecho, hace casi 6 años, Gabriel –el hijo mayor del matrimonio, el mismo que viajó a España con Mariela- sufrió un grave accidente, luego de que un hombre lo atropellara en su auto y huyera, dejándolo tendido. A raíz de este episodio, a Gabriel debieron amputarle la pierna derecha.
“Ahora estamos más tranquilos. Mi señora volvió el sábado a Mendoza, con esa locura porque no pudo traer de vuelta a Kevin. Pero acá estamos con Gabriel y la hermana de los chicos, una nena de 11 años. Porque la vida continúa, para nosotros acá y para Kevin allá hasta que pueda volver”, concluye.