Con posiciones irreconciliables, chicanas cruzadas, interpretaciones antojadizas y datos forzados para que cuadren de acuerdo al sello partidario del orador, la Cámara de Diputados sancionó esta noche el cambio de fórmula de movilidad con la que desde marzo se ajustarán las jubilaciones y pensiones de 7 millones de personas y la Asignación Universal por Hijo (AUH) que perciben 8 millones de chicos en el país.
Impulsada por el oficialista Frente de Todos a pedido del Gobierno de Alberto Fernández, el cambio de la fórmula de movilidad jubilatorio es ley: 132 votos a favor, 119 en contra y ninguna abstención. El oficialismo logró la sanción gracias al apoyo de los bloques porvinciales Córdoba Federal, el Frente Misionero de la Concordia y Unidad Federal para el Desarrollo. Mientras que Juntos por el Cambio y la Izquierda fueron críticos de la iniciativa. Para ambos, por derecha y por izquierda, el Gobierno cedió ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) y ajustará a los jubilados.
En definitiva, desde marzo las jubilaciones se actualizarán con una fórmula que combina en un 50% la recaudación de la Anses y en otro 50% la variación salarial, surgida de la que resulte más alta entre las medidas por el Indec y por el Ministerio de Trabajo, esta última en base al índice de Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte).
En torno a un solo punto hubo consenso pleno y transversal en la sesión: la Argentina atraviesa una profunda crisis previsional, dado que los cotizantes que aportan al sistema no alcanzan para cubrir el nivel de gasto de la Anses e incluso cada vez son menos, lo que exige las arcas públicas e incrementa el déficit fiscal.
Juan Carlos Giordano (de la Izquierda Socialista) señaló: “La consultora Ecolatina dice que el ajuste previsional alcanzará en 2021 los 4.500 millones de dólares, equivalente al 1% del PBI”. Y agregó que parte de ese ajuste será para pagarle la deuda al FMI. Natalia Villa, del PRO, completó: “Al proyecto lo redactó el FMI”.
Alfredo Cornejo, presidente de la UCR, dijo que la nueva fórmula está atada a la macroeconómica y apunta reducir el déficit fiscal. Y lamentó que el Gobierno “no sea capaz de decir la verdad” de que busca “congraciarse” con el FMI y no plantea un “debate franco”, dado que así probablemente se alcanzarían consensos.
“Es un fracaso de todos”
El cordobés Luis Juez, el PRO, dijo que este debate es un “fracaso de toda la dirigencia política, con el partido, el presidente y la gestión que quieran”. Y agregó: “Cuando los dirigentes nos sentamos a discutir una reforma previsional, es porque decimos ahí hay plata, vamos a meterle el diente y veamos cómo la repartimos. Nos olvidamos que esa gente laburó y aportó para tener tranquilidad”.
Nicolás del Caño, del PTS – Frente de Izquierda, se había expresado en el mismo sentido horas antes. “Una vez más estamos asistiendo a un ajuste a millones de jubilados que trabajaron toda su vida. Acá no hay grieta, todos los gobiernos le meten la mano en el bolsillo a los adultos mayores”. Y criticó al kirchnerismo y al macrismo por igual.
En las gradas estuvo la titular de la Anses, Fernanda Raverta, una promotora de la nueva fórmula. Y Juntos por el Cambio recordó en varias oportunidades la violencia que ganó el recinto y las calles el 18 de diciembre de 2017, cuando el macrismo impulsó el cambio de fórmula para ajustar los haberes por inflación, dando de baja la que venía de 2008. También hubo duras críticas para Fernández por el incumplimiento de su promesa electoral de incrementar las jubilaciones un 20% tras asumir.
Acuerdo opositor
También en la oposición hubo un punto de acuerdo, a nivel discursivo: radicales, del PRO, la Coalición Cívica, la izquierda, Consenso Federal y hasta el diputado mendocino de Equidad Federal, José Luis Ramón, (quien votó a favor de la iniciativa) señalaron que el Gobierno apuró el debate para el 29 de diciembre porque se sabía que el mismo día el Senado iba a tratar la legalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), un tema de enorme repercusión en la opinión pública.
La massista Mirta Tundis, una referente de la defensa de los jubilados, se expresó y votó a favor del cambio de fórmula. En sintonía con sus compañeros de bloque, vaticinó que en 2021 los haberes le van a ganar a la inflación. Y le pidió a Juntos por el Cambio que no hable de ajuste, porque “ajustes fueron los que aplicaron en 2001, cuando Patricia Bullrich les descontó el 13% a los jubilados o en 2018, cuando se comieron seis meses sin aumentos”.
Marcelo Casaretto, del Frente de Todos, dijo que con la fórmula sancionada en 2008 hubo una mejora del 26% del poder adquisitivo de los jubilados y con la fórmula del 2017, los jubilados perdieron un 18% en dos años. Su par Carlos Heller pidió un acto de fe a la oposición, porque “¿alguien imagina paritarias 2021 con acuerdos salariales por debajo de la inflación?”.
Alejandro Cacace, de la UCR de San Luis, dijo que en las 17 reuniones de comisiones que hubo se discutió con especialistas, pero después el Frente de Todos “hizo lo que quiso” y “decidió en forma unilateral lo que se iba a imponer”, justo antes de la llegada de la misión del FMI.
Pablo Carro, del Frente de Todos cordobés, también defendió la iniciativa. “Les puedo asegurar que el año que viene, los jubilados van a tener un aumento por encima de la inflación. Y que los jubilados van a tener un mejor bienestar si todos los argentinos lo tenemos. Y eso se logra con mercado interno, con mejores salarios, con una sociedad integrada”, dijo.
María Soledad Carrizo, de la UCR cordobesa, dijo que hoy el gobierno está haciendo el “peor ajuste a los jubilados”. Y señaló a quienes hoy defienden lo que impulsa el Gobierno porque en 2017 apelaron al “sistema patoteril” con el que le quisieron “ganar a la democracia”. “Hoy los gestores y artífices de aquello, callan disciplinadamente. Son cómplices”, dijo.
