Florencia Barraza, es una joven médica de 27 años. Es oriunda de la Ciudad de Buenos Aires y en las últimas horas se volvió viral luego de publicar un tuit en el cual narró una situación que la llevó a renunciar a su puesto en una clínica privada.
Si bien la doctora residente en cirugía no especificó el nombre del sanatorio, sí relató en su cuenta de Twitter que, tras recibir a un paciente que no contaba con la cobertura médica adecuada para atenderse allí, decidió intervenirlo quirúrgicamente aún sin el consentimiento de la directora del lugar.
“Recién me tuve que pelear con la enfermera y directora de la clínica. No me dejaban suturar a un hombre que se cortó el pie con una amoladora porque no lo podía pagar. Lo suturé igual y renuncié. Prefiero siempre al Estado antes que al vil empresariado”, escribió la profesional de la salud que se recibió en 2018.
Mensaje a favor de la salud pública
Su publicación superó los 10 mil retuits y los 107 mil likes. También generó otros miles de comentarios, en donde recibió un sinfín de respuestas. En el final del primer mensaje agregó: “¡Aguante la salud pública!”.
Al ver la repercusión que se había generado con el primer tuit, Barraza retornó una hora más tarde para brindar más detalles: “Cuando le dije a la directora que mi deber como médica era la asistencia sin importar los medios económicos que tenga el paciente, me dijo: ‘No, en los privados las cosas no funcionan así’”.
“En los privados no se hace medicina, se hacen negocios y los productos son seres humanos”, completó.
La joven relató en la misma red social que comenzó la residencia en cirugía a principios de febrero. “Al fin me decidí a hacer la especialidad que siempre estuvo acechándome pero que nunca me anime a abordar por su complejidad y sacrificio”.
Salud pública
También en sus tuits suele contar historias de su trabajo, detalles de los días de guardia y situaciones muy íntimas como la que tuvo que afrontar frente a una familia al entregarles una mala noticia: “Es un antes y un después en la vida de cualquier persona”.
Tras los agravios que recibió por su crítica al sanatorio privado, aclaró que también trabaja en un hospital público y que permanecerá únicamente con ese empleo.
En 2020, tras recibir su título, redactó en Instagram: “Lo imaginaba rodeada de aplausos, de amor, de felicidad pero el mundo esté sufriendo y ya nadie puede sonreír. Hoy recibí mi título sola, como si fuese un trámite, a manos de un desconocido y sin ningún aplauso. Pero no importa porque los aplausos van a estar en los ojos de cada persona que logre ayudar. A partir de hoy, prometo solemnemente dedicar mi vida al servicio de la humanidad”.