Con las altas temperaturas que llegan con el verano y que se inició la semana pasada, es fundamental tomar en cuenta ciertos cuidados para evitar que éste afecte la salud.
Unas grandes aliadas son las frutas, que además de colaborar con una buena hidratación aportan nutrientes y permiten saciar el hambre sin sobrecargar el estómago, que también puede contribuir al malestar. Esto sobre todo durante la noche ya que sobrecargar el estómago durante la cena puede contribuir a un mal descanso que se suma a la incomodidad que genera el calor.
Sus aportes de fibras favorecen la digestión. Además son un excelente recurso para comer algo fresco y saludable como colación durante el día. Ni hablar de que están al alcance de la mano y, si se quiere, no necesitan preparación alguna.
Justamente, la naturaleza, siempre sabia, ofrece en esta época aquello que se necesita. Por ello que las frutas de temporada tienen alto contenido de agua y son las que hay que preferir.
Qué frutas elegir cuando hace calor
Sandía
Cualquiera que ha comido sandía sabe que queda algo “inflado”. Es que sin duda, es una de las frutas con más contenido de agua por lo que es muy hidratante y por ello, muy recomendable en esta época.
Tiene vitaminas A, C, B6 y potasio. Este último además, ayuda a mantener el equilibrio hídrico en el cuerpo.
Duraznos
Es una fruta muy noble: fresca, versátil para la cocina y que aporta pocas calorías.
Tiene fibra, agua, vitaminas y minerales: contiene vitaminas A, E, K, C y del Complejo B (B1, B2, B3, B5, B6, B9 y B12). También presenta buenas cantidades de minerales como: el potasio, hierro, fósforo, magnesio, sodio, zinc, calcio, luteína y bioflavonoides.
Se puede comer fresco o usarse para preparar licuados, postres y ensaladas.
Ciruelas
Las ciruelas son un gran recurso para mantener el nivel de hidratación. “Uno de los principales beneficios de las ciruelas es que su principal componente es el agua. Es refrescante y nutritiva”, apunta Frutality una empresa española dedicada al comercio de fruta. Advierte que es altamente diurética.
Además son beneficios para mejorar el funcionamiento intestinal. “Aunque son más conocidas por su capacidad laxante, la ciruela aporta gran energía ya que la fibra soluble que contienen forma un gel en el estómago que reduce la velocidad de vaciamiento gástrico y la absorción de hidratos”, señala la publicación. Por eso es buena sugerencia como colación ya que permite sobrellevar varias horas hasta la comida fuerte.
Melón
Tiene un alto contenido en agua y bajo aporte calórico. Por ello es ideal para aliviar el hambre, refrescarse y cuidar el peso. También tiene propiedades diuréticas y laxantes y es bueno para el sistema nervioso y muscular por su alto contenido en potasio.
Ananá
Es una fruta muy fresca y nutritiva pero que, como contrapartida, tiene un costo que no es accesible para cualquiera. Estimula el metabolismo y reduce la inflamación, regula la hipertensión y ayuda a quemar calorías. Hay quienes le atribuyen otros beneficios como reducir el colesterol.
Cerezas
Se las señala como una “súper fruta”. Es que entre otras cosas tienen gran cantidad de antioxidantes, vitaminas y melatonina, que regular el ritmo cardíaco y los ciclos de sueño del cuerpo, ideal para el verano en que cueste dormir por el calor.
La Organización Mundial de la Salud recomienda su consumo. Es preferible cuando están maduras, color rojo intenso, porque los nutrientes están más concentrados.
“Entre los múltiples beneficios de las cerezas, también destaca que ayudan a combatir el estreñimiento, a regular los niveles de azúcar en sangre; fortalecen el sistema inmunológico; reducen la acumulación de gases intestinales y malestares digestivos; ayudan a relajar y calmar el estado de ánimo”, destaca el diario La Vanguardia de España.
