Con la llegada del calor se espera que aumente la circulación de mosquitos y con ellos, los casos de dengue. Las autoridades de salud de Mendoza ya han anticipado que esta temporada será más “fuerte” que la anterior, la cual ya había sido récord.
En ese marco, hay un tema que vuelve a ponerse en debate. Es que los usuarios suelen reclamar por fumigaciones y cuestionar la falta de ellas al gobierno y las comunas. Sin embargo, especialistas y autoridades hacen algunas salvedades al respecto y advierten que no es una estrategia que deba usarse de manera masiva. Por el contrario, tal cosa podría ser contraproducente.
“La fumigación masiva no sirve”, dijo tajante el ministro de Salud y Deportes, Rodolfo Montero. “La fumigación mata al mosquito cuando el mosquito está volando, digamos, no es una fumigación que tenga permanencia en el tiempo, que después si el mosquito va y se apoya, se muere, no. Es una fumigación que se tiene que hacer en casos excepcionales, en casas donde haya habido casos confirmados de dengue, para matar el mosquito volando, con lo cual, esas campañas de fumigación masiva en la calle no tienen ninguna efectividad”, resaltó el funcionario.
En ese sentido destacó la importancia del trabajo conjunto con los municipios: “Lo hemos puesto todo por escrito para que todos estemos capacitados, hay que trabajar, por eso insisto, de manera profesional con este vector”, remarcó al presentar el Plan de Abordaje del dengue 2024-2025.
Cuándo debe fumigarse
Yanina Mazzaressi, directora de Prevención y Promoción de la Salud, puso énfasis en el cuidado del impacto ambiental al destacar la importancia de realizar los controles ambientales pertinentes. Sobre la fumigación dijo que es necesario que sean acciones focalizadas.
Explicó que como parte de la estrategia, ante un caso positivo o sospechoso, “se va a la manzana índice, que es la casa que está notificada, que tiene un caso sospechoso de dengue y se hace control de toda la manzana en donde se busca la presencia de larvas, de aedes aegypti (el mosquito vector) y la presencia de mosquitos adultos”, detalló.
Destacó además que el rociado ambiental para el mosquito adulto debe captar al insecto en vuelo para eliminarlo pero que si luego se apoyan sobre lo rociado, no mueren. “Entonces, no tiene un impacto, no tiene un efecto residual para el mosquito y al contrario, genera algunos inconvenientes respecto al medioambiente y respecto a otros ecosistemas y a la resistencia que ya existen”. Sobre el asunto señaló que hay provincias que “abusaron de alguna manera” del rociado ambiental y los mosquitos generaron resistencia.
Durante los brotes, que hasta la temporada anterior los mendocinos veían desde lejos, abundaban las imágenes de fumigaciones callejeras en otras provincias, que ahora con “el diario del lunes”, se sabe que más tenían de espectacularidad que de beneficios.
“Esto también forma parte de las lecciones aprendidas, por lo tanto, los rociados son para casos muy específicos en donde se va a la manzana índice, se detectan los criaderos positivos, se detecta el mosquito adulto, y se tiene que rociar justamente el mosquito”.
Dijo que se están armando los equipos territoriales con el equipo del departamento de Zoonosis, los municipales y las áreas sanitarias departamentales.
Cómo actuar ante casos sospechosos de dengue
En tanto, Mazzaressi se enfocó en las acciones medioambientales más allá de la fumigación. Detalló que ante un caso sospechoso se debe ir al área a descacharrar, “tenemos que ir a eliminar criaderos, tenemos que hacer control ambiental y tenemos que darnos cuenta de dónde viene la procedencia, del foco, de dónde están creciendo las larvas y de dónde están naciendo los mosquitos infectados, porque podemos atender pacientes y ocuparnos del brote, pero si no eliminamos el criadero y la fuente en donde están naciendo los mosquitos infectados, verdaderamente todas las acciones resultan inalcanzables”, subrayó.
En este contexto destacó que durante el brote del verano pasado se hizo muestreo de larvas junto a los municipios y se concluyó que las muestras del aedes aegypti, el mosquito transmisor del dengue, fundamentalmente vivía dentro de las casas: “Las muestras positivas fundamentalmente están dentro de las viviendas, más que en los espacios públicos, más que en las acequias, por lo tanto, y teniendo en cuenta las incumbencias municipales del alcance territorial, nosotros necesitamos llegar a cada vecino y a cada barrio y a cada territorio, haciendo las tareas básicas de descacharreo, eliminación de los posibles criaderos, búsqueda activa de las larvas para poder ir teniendo un monitoreo de dónde tenemos la presencia de este vector”.
Sumó la necesidad de eliminación de desechos, mantenimiento de espacios públicos y la fiscalización o control de lo que es el espacio privado. “Llegaban denuncias de todo tipo de vecinos que peleaban entre sí por espacios mal mantenidos, por lagunas o lagos artificiales dentro de sus propiedades y en esto hablo de barrios privados, también de bodegas, restaurantes, diversos lugares que usan este tipo de lagunas”, contó.
Por eso, dijo que en el plan que se ha compartido con los municipios se explica con respecto a las lagunas, el mantenimiento de lagunas vivas, es decir, que todas estén con mojarras o especies que se alimenten de las larvas para que estos espacios no sean un lugar útil para la reproducción. En cuanto a las fuentes, dijo que mientras estén en movimiento, no generan inconveniente, “pero en el caso de que hagas fuentes que no tengan mantenimiento tienen que vaciarse, porque no podemos tener aguas estancadas sin movimiento, sino que tienen que ser lagos o lagunas vivas o de alguna manera hacer lo mismo que con las piletas, garantizar que las piletas de alguna manera tengan el adecuado mantenimiento con cloro, con movilidad”, recomendó.