Con todo el año laboral a cuestas, más otros condimentos, el clima laboral puede tornarse denso. Más aún si no se cuenta con ciertos recursos para lidiar con la situación. Por ello, desde la plataforma Babel publicaron estrategias de comunicación a las que se puede apelar para un mejor vínculo. Se trata de un recurso que puede ser positivo para incorporar entre el año que se inicia.
Allí explican que una de las circunstancias que más estresan a las personas en el ámbito laboral es la falta de cultura interna que debe adaptarse a los diferentes estilos de trabajo, antecedentes, culturas y necesidades personales.
En definitiva, plantean que se trata de llegar al entendimiento mutuo a través del lenguaje para poder lograr un ambiente laboral más sano e inclusivo y así evitar situaciones estresantes.
Babbel es una plataforma de aprendizaje de idiomas enfocada en conversaciones cotidianas.
“La falta de diversidad e inclusión en la comunicación, las políticas y la cultura de la empresa es uno de los principales agentes de estrés en el entorno laboral. La negligencia en este ámbito puede reforzar los prejuicios, dañar la autoestima y la ansiedad, así como fomentar la inequidad”, detalla Dorothea Herm, Directora de Recursos Humanos de la empresa.
Explican que construir un lugar de trabajo mentalmente saludable se basa en la concientización, la educación, los métodos preventivos, la reducción de los factores de riesgo relacionados con el trabajo y el apoyo. Además, es fundamental poder crear un entorno donde las personas se sientan seguras y puedan ser ellas mismas al permitir un alto grado de autonomía, una comunicación transparente, flexibilidad en lo que respecta al horario de trabajo de todos y la oportunidad de tomarse suficiente tiempo libre para el disfrute y desarrollo personal. Una de las formas de abordarlo es proporcionando una base para conversaciones significativas, a un nivel de igual a igual y también entre el empleado y el gerente, considerando las necesidades individuales, los estilos de trabajo y las capacidades.
El trabajo remoto
Según consideran, la tecnología también puede convertirse en una fuente de estrés, especialmente en entornos de trabajo remoto, trabajar desde casa no significa reaccionar inmediatamente a cada mensaje que se recibe. Por eso la buena comunicación es fundamental, que los empleados notifiquen sus horas de trabajo para que todos sepan cuándo estarán disponibles, que establezcan franjas horarias para las reuniones en sus calendarios mientras bloquean el tiempo para el trabajo enfocado ininterrumpido o para los descansos, evita cometer malentendidos y equivocaciones o sobrecarga de tareas, fomentando una buena práctica laboral y evitando situaciones de estrés .
No obstante, la tecnología puede desempeñar un papel positivo y ayudar a aliviar el estrés. En primer lugar, proporcionar herramientas para el trabajo colaborativo en equipo, incluso en entornos remotos, brinda a los empleados la flexibilidad de elegir dónde y cómo les gustaría trabajar, incluso fuera de su país de residencia.
“Otra fuente bien conocida de estrés en el trabajo es tener metas y expectativas poco claras o sentirse abandonado, lo que puede ser aún más común en entornos de trabajo remoto donde las personas no comparten el mismo espacio”, dijo la directora.
Estrategias a implementar
Aclaran que no existe una estrategia universal y se deben considerar soluciones específicas para cada fuente de estrés en diferentes tipos de negocios o industrias. Lo más importante es poder tomar los problemas de manera seria y responsable a nivel individual y de equipo para crear un ambiente de conexión, entendimiento y cuidado mutuo. Esta base es una regla de oro para asegurar un lugar de trabajo saludable junto a las estrategias que se mencionan a continuación:
Estrategias para empleados
-Pedir aclaraciones sobre metas y expectativas: Una fuente bien conocida de estrés en el trabajo es tener metas y expectativas poco claras. Para abordar este problema, puede ser útil hablar con su gerente o jefe. En algunos casos, también se pueden establecer objetivos juntos y luego poder discutir las estrategias para lograrlos y el momento y las formas en que se monitorean o evalúan.
-Aprender a manejar las críticas: Una cultura corporativa basada en la retroalimentación continua es importante porque brinda a los empleados la oportunidad de mejorar su desempeño. Tanto los comentarios positivos como los negativos representan una oportunidad de crecimiento. Sin embargo, algunas personas tienden a ver el negativo como un ataque, lo que genera una situación de estrés y descontento. Entonces, ¿cómo gestionar y aprender de las críticas? Si la retroalimentación no es lo suficientemente específica, no temer hacer preguntas para comprender mejor. Entonces se debe tratar de no tomarlo como algo personal, recordando que los errores pueden ocurrirle a todo el mundo y que la crítica suele estar dirigida al trabajo y no a la persona. También debemos evitar las excusas y las actitudes defensivas, pero al contrario proponer un plan de acción para mejorar.
-Planificar y priorizar: Planificar el trabajo puede reducir considerablemente el estrés. Es aconsejable establecer siempre plazos realistas, muchas veces, de hecho, si una actividad no tiene un plazo, se deja de lado o, en ocasiones, incluso se olvida. Otro elemento fundamental es aprender a priorizar las distintas tareas evaluando la importancia de cada una de ellas en función de los objetivos o metas a alcanzar. Simplemente se puede usar un planificador semanal, una lista de tareas pendientes o, para una carga de trabajo más considerable, software de administración de tareas.
-Tomarse un tiempo para desconectarse: Especialmente en este período en el que muchos todavía trabajan desde casa, la línea entre el trabajo y la vida privada es cada vez más estrecha. Sin embargo, es fundamental al final de la jornada laboral relajarse y desconectar, sin pensar en el trabajo ni consultar los correos electrónicos en el teléfono móvil. No descansar nunca puede generar un nivel de estrés muy alto, que no beneficia ni a la persona involucrada ni a la empresa. No olvidar utilizar los días de vacaciones o tomar descansos diarios de vez en cuando
Estrategias para gerentes o jefes
- No dejarse atrapar por el perfeccionismo: Al contrario de lo que se podría pensar, ser perfeccionista puede causar bastantes problemas en el lugar de trabajo. Hacer todo perfectamente a menudo es poco realista, especialmente en un trabajo muy dinámico y agitado. Un truco para evitar la trampa del perfeccionismo es tomarse el tiempo para felicitarse por sus resultados, tratar de desviar la atención a los aspectos del trabajo con los que está satisfecho cuando nota un error y fijarse metas realistas.
-Establecer una relación de estima y confianza con el equipo: Los niveles de estrés pueden aumentar cuando no hay confianza y respeto mutuo con las personas con las que se trabaja todos los días. Por ello es recomendable implementar estrategias para crear un ambiente de trabajo de respeto y confianza. Una estrategia es solicitar comentarios continuos sobre las habilidades de liderazgo, tomando en serio las opiniones de los demás sobre cómo ser un mejor gerente o jefe. También se debe tener en cuenta las diferentes personalidades del equipo y ser consciente de que no existe una forma universal de comunicarse o acercarse y alentar a los empleados.
-No tener miedo de delegar: Los gerentes deben poder delegar algunas de sus funciones a otros miembros del equipo. De hecho, lo importante es tener una visión general sin tener que estar en control de cada pequeño detalle, ya que supondría tener una carga de trabajo inmanejable. Delegar también significa confiar en el equipo, creando así un ambiente positivo donde los empleados se sientan satisfechos y valorados.
- Promover el equilibrio entre la vida laboral y personal: Crear una cultura y ética laboral que apoye la vida fuera del trabajo y dar ejemplo es uno de los factores más importantes para reducir el estrés dentro del equipo y para los propios gerentes. De hecho, los gerentes tienen la tarea de ofrecer un modelo a seguir positivo cuando se trata de hábitos buenos y saludables.