Álvaro tiene 17 años y, al estar estudiando en una escuela técnica, aún le queda un año más de secundario. Todavía no define con exactitud qué carrera universitaria estudiar, pero tiene en claro que será algo relacionado con el diseño industrial y enfocado en lo automotriz.
Y hasta tanto defina con exactitud qué carrera seguirá, tiene la intención de asistir al cursado de distintas materias y en distintas facultades con sede en Mendoza. No lo hará como alumno regular de una carrera en especial, sino como “estudiante vocacional”.
Si bien la figura de estudiantes vocacionales no es novedosa en las principales universidades, parece estar tomando un mayor protagonismo en los últimos años, En especial, en un contexto donde pareciera ser que cada vez más jóvenes prefieren pensar bien antes de tomar la decisión de qué carrera seguir.
“Post reforma universitaria, todas las universidades ofrecen la posibilidad y figura de ‘estudiante vocacional’. Esto le permite a cualquier estudiante inscribirse en una materia que no sea de su carrera, rendir y, en caso de aprobar, obtener una certificación por ello”, resume el secretario académico de la UNCuyo, Julio Aguirre.
Esta figura está presente tanto en las universidades públicas como en las privadas y permite a cualquier estudiante universitario sumar formación para su futuro. Eso sí, es requisito indispensable ser ya estudiante universitario.
En la UTN Mendoza, por ejemplo, entre 2022 y 2023 ingresaron 19 cursantes vocacionales (en esta universidad los denominan de esta manera). De ellos, 12 son franceses y 7 colombianos.
Y es que es muy común entre los estudiantes de intercambio que están estudiando carreras en las universidades de su país de origen. Al llegar a Mendoza, se inscriben previamente en distintas asignaturas y luego pueden cursar, rendir y aprobar como cualquier estudiante regular. Aunque sin número de legajo, claro.
“Está súper bien, porque es la oportunidad que te genera estudiar y conocer otra cultura, desarrollarte personal y profesionalmente. En abogacía es un poco más complicado, porque son materias diferentes. Pero es clave lograr ajustarlo o ver cómo aplicarlo en México, ya que, si bien el derecho es diferente, la teoría y principios son los mismos”, sintetiza Fernando Merlo (22).
Fernando es mexicano, estudia Derecho en la Universidad Autónoma del Estado de México y llegó de intercambio a la UNCuyo. Y como “estudiante vocacional”, está cursando 6 materias en la carrera de Derecho de la universidad mendocina.
ESTUDIANTES VOCACIONALES Y OYENTES
El caso de Álvaro, quien vive en Godoy Cruz, no es de los más frecuentes en las universidades mendocinas. Pero de los que más notoriedad van tomando.
Y es que lo más frecuente es encontrar como “estudiantes vocacionales” en las cátedras a jóvenes que llegan de intercambio. Sin embargo, es una alternativa que le permite a los estudiantes ir sumando certificaciones y engrosando un futuro currículum.
“Cualquier ciudadano que curse regularmente una carrera universitaria reúne las condiciones mínimas para ser ‘estudiante vocacional’, aunque no sea alumno de esa universidad. El artículo 65 del estatuto de la UNCuyo detalla los tipos de estudiantes, mientras que el artículo 68 describe las características del ‘estudiante vocacional’”, explica el secretario académico de la Universidad Nacional de Cuyo.
Entre los distintos tipos de “estudiantes vocacionales”, están aquellos que están cursando una carrera específica y quieren hacer un seminario de otra carrera. Si bien a veces está la posibilidad de sumarla como “opcional” dentro de la currícula preestablecida, en caso de que esto no sea posible, siempre se puede cursar vocacionalmente.
A estos alumnos se les entrega, una vez completado el cursado y aprobados los exámenes, un certificado por haber completado dicha materia.
En la UTN Mendoza, es el director del Departamento de Enseñanza de cada carrera la autoridad académica que avala o no la inscripción del aspirante en base a los antecedentes, entrevistas, vacantes disponibles y opinión del director de cátedra o profesor a cargo de la asignatura. Mientras que la autorización definitiva recae sobre el decano de la Facultad Regional.
En el caso de estudiantes de intercambio -extranjeros-, estos se inscriben en las materias específicas ni bien llegar a la universidad, certifican su cursado y aprobado y luego también pueden acreditarlo como parte de sus estudios.
“Si el estudiante está en una carrera universitaria distinta, puede acreditar este certificado como crédito complementario. En caso de que sea una carrera vinculada, puede acreditarlo justamente como algo relacionado. Pero, si no, lo incluye como un suplemento analítico de su carrera”, resume Aguirre, quien indicó que las exigencias para los “vocacionales” son las mismas que tiene cualquier estudiante.
En ese sentido, cualquier estudiante que quiera cursar y recibir su certificado -en caso de aprobar- como “estudiante vocacional”, tiene que inscribirse como cualquier alumno formal. Y para anotarse debe dirigirse al departamento de Alumnos de la facultad correspondiente y constatar los requisitos.
Por lo general no hay cupos predeterminados para “vocacionales”, a no ser que se trate, por ejemplo, de una materia de laboratorio y donde desde un comienzo hay límites.
“También está la posibilidad de inscribirse como alumno oyente, sin estudiar ni rendir nada. Esto está destinado a estudiantes secundarios que estén terminando sus estudios o a quienes ya estén en la carrera y quieran tener un primer pantallazo para saber qué les espera para más adelante”, resume Aguirre.
Según explicaron desde la UTN, el cursante vocacional se somete a las mismas normas que rigen para los estudiantes regulares de las carreras de grado en todo lo relacionado con el Régimen de cursado y promoción en la universidad, con la única excepción del régimen de correlatividades, que no es de aplicación en este caso.
Además, a estos cusantes se les entregan constancias de aprobación de la actividad curricular, con la firma del Secretario Académico de la Facultad Regional.
“No se emitirán certificados de inscripción, asistencia, aprobación de parciales o cursados”, resaltaron desde la casa de estudios.
EN PRIMERA PERSONA
Álvaro Bagorda (17) tiene claro que su futuro estará relacionado con el diseño industrial automotriz. De hecho, reconoce que descubrió la existencia de la figura de “estudiante vocacional” por un popular diseñador automotriz argentino que cursó y certificó varias materias con esta figura, aunque sin estar estudiando las carreras en las que estaban incluidas esas cátedras.
“Ya tengo más o menos claro cuáles son las universidades con carreras en las que podría anotarme como ‘estudiante vocacional’. Son la UNCuyo, la Champagnat, la Universidad de Mendoza y la Universidad del Aconcagua”, destaca Álvaro.
Fernando Merlo (22), nació y vive en el Estado de México. Llegó de intercambio a Mendoza y a la UNCuyo en 31 de agosto y estará en Mendoza hasta diciembre.
“En la Universidad Autónoma del Estado de México estudio Derecho. Y aquí en Mendoza estoy cursando 6 materias de Abogacía en la UNCuyo. La idea es luego homologar estas materias allá”, agregó.
Fernando está cursando Historia de las Instituciones Argentinas y Latinoamericanos, Mediación I, Método de Investigación II, Criminología, Derecho del Consumidor y Derecho Internacional Privado.
“Nos dan certificado de notas y rindo parciales y finales como cualquier estudiante”, resume.
Antonio Cinti, por su parte, es italiano (de la región de Ancona) y tiene 21 años. También es un estudiante de intercambio en la UNCuyo, y llegó a Mendoza el 3 de agosto para quedarse hasta enero.
En su país natal está estudiando Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en la Universidad de Boloña. Sin embargo, al no existir esa carrera en la UNCuyo, está cursando materias en las facultades de Ciencias Políticas y en la de Derecho.
“En Derecho estoy cursando Derecho Político y Derecho Internacional Privado, mientras que en Políticas estoy cursando Relaciones Internacionales y Políticas Internacionales. Me inscribí en las materias y rindo regularmente, por lo que me van a dar un certificado de notas”, explica el joven italiano.
Si bien en su carrera universitaria en Italia, Antonio está cursando tercer año, las materias que está cursando como “estudiante vocacional” en la UNCuyo son de primero, quinto y cuarto año.
“Esto es estupendo, porque aporta al currículum y la experiencia académica. En Italia, pocas universidades tienen estas posibilidades. Y estoy muy agradecido, porque lo veo como una buenísima oportunidad para aprender en lo académico”, concluye.