La modelo y actriz Liz Solari se reunió con el presidente de la Nación, Alberto Fernández para manifestarle su preocupación y rechazo por el acuerdo porcino alcanzado entre Argentina y China, mediante el cual se propone que Argentina produzca una importante cantidad de carne porcina. Junto a ellos estuvo también el presidente de la Unión Vegana Argentina (UVA), Manuel Alfredo Martí y ambos activistas (Solari y Martí) entregaron al primer mandatario más de 500.000 firmas en contra del mencionado y cuestionado proyecto. Ambos referentes consideraron que significará una “fábrica de nuevas pandemias”. Incluso, Fernández posó con un letrero donde se lee: “No al acuerdo porcino con China”.
En la plataforma virtual Change, la propia modelo impulsa una campaña para rechazar este proyecto con el lema “¡Paren el negocio con China para ser sus fabricantes de cerdos y de nuevas pandemias!”.
El acuerdo
La espera de la firma definitiva por parte de las autoridades chinas -a la que se suman los constantes cuestionamientos y críticas al proyecto- han dilatado la firma del acuerdo binacional, y su desenlace es una incógnita por el momento. Según resaltaron oportunamente desde Cancillería Argentina (en agosto), el convenio permitiría la llegada de inversiones desde el gigante asiático para producir cerdos en territorio argentino. Y la inversión estimada que se prevé en un período de cuatro años es de casi 3,8 miles de millones de dólares.
Del convenio participarían, del lado argentino y con mayoría de inversiones chinas, socios de Chaco, Santiago del Estero y Catamarca. Y se prevé criar 300.000 cabezas de madres porcinas en el período de cuatro años. Para ello se montarán 25 unidades con 12.000 “madres” cada una, con plantas de elaboración de alimento balanceado, biodigestores, criadero, frigorífico exportador, proceso sin laguna de efluentes, oficina de Senasa y de Aduana.
La mayor fortaleza -según se desprende del documento pendiente de firma por las autoridades asiáticas- serán las exportaciones. En ese sentido, se esperan ventas anuales por 2.500 millones de dólares; y que genere 9.500 puestos de trabajo.
Fábrica de nuevas pandemias
La Unión Vegana Argentina, con Liz Solari como embajadora y cara más visible, ha manifestado su oposición y preocupación al acuerdo que está en vías de ser formalizado. Según resaltan entre los fundamentos del petitorio para rechazarlo, acusan duramente que dicho convenio será una “fábrica de nuevas pandemias”.
“Si quiere crear pandemias, entonces construya granjas industriales. La sociedad está buscando una vacuna para Covid-19 y lo más probable es que la encuentre. Pero ¿de qué sirve crear vacunas contra virus si no frenamos la raíz de el problema, es decir la construcción de los sistemas industriales intensivos que están creando estos virus?”, especifican en la campaña.
En ese sentido, argumentan que la pandemia actual está directamente relacionada con la forma en que se crían, consumen y comercializan animales. “Cuando, se busca producir carne animal en gran cantidad, se crean granjas industriales donde millones de animales nacen, crecen en espacios sucios, sin tener acceso al movimiento, y por consecuencia tienden a enfermarse. Aquí se crea el ambiente perfecto para la propagación de las llamadas supercepas de gripe. Además, la carne que se vende al consumidor puede contener bacterias resistentes a los antibióticos, causando infecciones resistentes a los fármacos en las personas”, se explayaron.
Los activistas resaltaron que en China se ha dado un rebrote de la Peste Porcina Africana, que ha sacrificado a unos 400 millones de cerdos; y que se ha propagado en 10 países de Asia. “Las empresas del país asiático están interesadas en invertir en Argentina. Su objetivo, evitar que futuras epidemias o pandemias nazcan nuevamente en sus tierras, instalarse en otros países y abastecer su mercado de carne de cerdo, la que más consumen, sin tener que producirla ellos”, acusaron.
Respecto al acuerdo binacional, Solari y los activistas denunciaron que “China le ofrece a Argentina pagar 27.000 millones de dólares a cambio de crear granjas industriales de cerdos para abastecer su mercado. Esto no estaría beneficiando a la sociedad argentina. No le provee buenos alimentos, ni una mejor calidad de vida y nos expone a nuevas crisis de salud y económicas. Algunas pocas industrias se verían beneficiadas; por esto, las cerealeras, los empresarios rurales y los laboratorios que venden estos remedios”.
“Debemos frenarlos- Unámosnos todos, levantemos la voz para demandar que paren este negocio, que trae beneficios para unos pocos, y hambre, pestes y muerte para nuestra sociedad el día de mañana. #LaMuerteNoEsNegocio“, concluyeron.
