El sábado 12 de este mes falleció a los 83 años María Josefina “Fina” Orozco de Muñoz, como consecuencias de una enfermedad con deterioro cognitivo.
Fue una gran docente y sobre todo una empecinada dirigente gremial por el mejoramiento de las condiciones de los educadores.
Integró la comisión del SUTE como vicepresidenta, en la gestión del histórico Marcos Garcetti.
Fue maestra normal y directora por concurso de la prestigiosa escuela Patricias Mendocinas, cargo en el que fue cesanteada tras el golpe militar de 1976 y declarada “subversiva”, un calificativo que jamás entendió ni consideró merecer. El gobierno de Raúl Alfonsín la restituyó en su cargo de directora de la Patricias en 1983, pero eligió dirigir escuelas del interior provincial y al poco tiempo se recibió de inspectora, desempeñándose en los departamentos de Lavalle y Tunuyán.
Participó asimismo en las gestiones de la construcción del barrio Ujemvi, de Las Heras, a fines de los ’70, donde residió mucho tiempo con su esposo Roberto Muñoz, ex jefe de Noticias de Los Andes y sus cinco hijos: María Eugenia, Roberto (“Pacho”), Santiago, Carina y María Soledad.
La Legislatura provincial la consideró merecedora de la Distinción Sanmartiniana en 2006 y además recibió diversos premios a lo largo de su vida.
Bien se la puede considerar a “Fina”, como se la nombraba, como una mujer de anticipación ya que los años ’60 trabajaba a la par de su esposo, criaba a los hijos y ejercitaba su militancia sindical en beneficio de los maestros, al punto que siempre consideró al SUTE como su segunda casa. Allí pasaba muchas horas, convivía con sus pares durante interminables jornadas, como oradora de plenarios y gestora de logros junto a sus pares, tal el caso de la aplicación del 82% móvil.
Al final de su trayectoria, ya jubilada, siguió en el gremio como parte de comisiones, intentando lograr la consolidación de diversas metas, una de las cuales era el Hogar del Jubilado docente.