El bosque urbano de Mendoza es un espectáculo que sorprende. El milagro del oásis en pleno desierto que le da un tono exquisito y pintoresco a las calles de la zona metropolitana. Ahora, con algunos nuevos datos se suma información sorprendente: cuántos árboles hay y de qué tipo. Pero también una cifra clave: falta plantar 35.000 forestales.
El Censo del Arbolado Público es una promesa que se está haciendo realidad. Así, en pleno proceso, cada uno de los forestales que se encuentran en los siete departamentos que conforman el Unicipio ya tiene su propio “DNI”. Se hizo en un meticuloso recorrido que llevó 82 días y durante el cual se transitaron 3.700 kilómetros de calles para encontrarse e identificar a cada uno de los ejemplares. Entonces se les asignó un número y se los identificó con su propia ficha de “antecedentes”.
Así, se supo que hay 630.000 sitios de plantación, pero no todos tienen un forestal. Un poco antes de que llegara el censo 2022 a cada casa para censar a sus habitantes, en la zona metropolitana mendocina hubo 615.000 árboles que fueron censados. Son los que dan el verde a la ciudad. En los 15.000 espacios restantes hay una deuda: allí se había planificado que hubiera un árbol que no está y debe plantarse.
Pero además, hay 20.000 tocones. Graciela Marty, coordinadora del Unicipio, explicó que esto es el resto del tronco que queda cuando se ha cortado un ejemplar, quizás por estar enfermo o muerto. Allí hay otra deuda: hay que quitarlos y replantar.
Así que ahora se sabe que hay que poner manos a la obra y plantar al menos 35.000 nuevos forestales. Habrá que ver cuántos de los relevados no están en buenas condiciones o están muertos y deben cortarse, lo que aumentará este número, pero la funcionaria dijo que aún no cuentan con esa información. “Queremos tener una producción de 25.000 forestales porque ya sabemos que una vez que destoconomes quedarán los nichos vacíos”, agregó Marty en referencia a los próximos pasos.
Ahora también se sabe que en el bosque urbano mendocino hay 179 especies y que la mayoría son moreras y fresnos.
Un “DNI” forestal virtual
Estos datos están siendo volcados en un sistema informático especialmente desarrollado para el caso y único en Latinoamérica. De este modo, se tendrá esa información disponible para que se generen acciones para el cuidado y mejoras del bosque urbano.
Pero no sólo eso. Los ciudadanos de Mendoza (y por qué no de cualquier otro sitio) tendrán esa información disponible y podrán identificar el árbol que deseen. Allí estará el que tienen enfrente de su casa y podrán reconocerlo. Es que se verán absolutamente todos en un mapa, que desde arriba muestra la totalidad o la zona del territorio que se desee pero también podrán acercarse para conocer detalles sobre aquel que buscan.
Cada uno ofrecerá una ficha con información botánica, como su estado de salud, su especie y sus coordenadas. Además, podrán verse fotos que han sido tomadas por quienes encararon el censo en un recorrido a pie, que fue acompañado por equipos técnicos y que también han relevado las acequias. Ellas fueron las artífices del milagro, protagonista típico del paisaje mendocino.
El sistema “Mi árbol Mendoza” fue inspirado en el mapeo de Nueva York y diseñado especialmente para la provincia por una empresa de Buenos Aires, que ganó la licitación entre unas 30 oferentes que incluía propuestas extranjeras.
Cómo se hizo el Censo del Arbolado
El Censo del Arbolado Público es una promesa entusiasta que apunta a gestionarlo de manera digital, en principio, y luego a través de las medidas que se requieren con la intención de mejorarlo y expandirlo.
Se hace a través del Sistema integrado de información y gestión para la refuncionalización y recuperación del arbolado urbano del área metropolitana de Mendoza. Ya se ha hecho el relevamiento y se están cargando los datos, aunque no hay fecha definida para que esté listo.
Conocer esto implicó un relevamiento en los siete municipios metropolitanos que conforman el Unicipio: Lavalle, Las Heras, Capital, Guaymallén, Godoy Cruz, Maipú y Luján. El trabajo específicamente en territorio comenzó en 2020.
“En el verano, entre noviembre de 2020 y febrero de 2021, se hizo el relevamiento en territorio. Es un recorrido con dos cámaras que georeferencia los árboles, que les otorga un punto por forestal y luego saca tres fotos estáticas.”, detalló Marty.
“Con este material los censistas a mano rellenan una ficha relacionada con la botánica del árbol. Las cosas más importantes, como la altura del árbol, la especie, como está su salud, el grado de inclinación, cuál es la tecnología que se usa para el riego, para la mayoría de los forestales son acequias”, continuó la coordinadora de Unicipio.
Y subrayó: “Es un trabajo inmenso, es un relevamiento cuanti y cualitativo, implica saber cuántos árboles hay y cómo están, por ejemplo, si está amarillando antes de tiempo sufre sequía”.
Una vez que termine de cargarse la información, los gestores podrán acceder fácilmente y conocer en detalle dónde actuar. Además, se espera lograr una actualización de la información y los cambios en tiempo real ya que el sistema viene acompañado de una aplicación para el celular que permitirá al trabajador municipal que haya actuado sobre un árbol subir la información en ese mismo momento y agregar una foto.
Asimismo, la población podrá acceder, ya sea con una computadora o con el celular. Allí se puede ver el bosque urbano completo, se puede hacer zoom y llegar a cada forestal. En dicha plataforma se incluyen imágenes estáticas de cada árbol y tomas a 360 grados, un panel de estadísticas y un catálogo de las especies que se encuentran en el territorio.
En la primera se incluyen datos, como cantidad de acequias, árboles por kilómetro, cantidad de ejemplares vitales sobre los totales y cuántos hay de cada especie. También se establecieron rangos de sustentabilidad y riesgo.
“Se puede poner por ejemplo ‘árboles muertos’ y aparecen todos los que hay en un territorio o podés poner ‘jacaranda en tal lugar’, en Cuarta Sección o en una calle”, dio como ejemplo la funcionaria. Dijo que, incluso, esa herramienta puede ser usada en el sistema educativo.