Viviana Conti todavía se emociona cuando recuerda la primera vez que fue en familia a buscar a su primer hijo sustituto: se había inscripto en el programa de la Asociación Voluntarios de Mendoza (Avome), con nervios y temores.
“¿El resultado? Una experiencia inigualable. Era una gordita de un mes con muchos problemas de salud, que nos acompañó más de un año y que, al partir a su hogar definitivo, estaba repuesta y feliz”, resume esta maestra jardinera, casada y mamá de tres hijos.
Pero por la familia de Viviana, que ahora también tiene dos nietos, pasaron en total seis niños que esperaban una familia y cada experiencia fue tan diferente como movilizadora.
“Luego fuimos padres de un bebé con síndrome de Down, a quien también acompañamos en su tratamiento, y salió adelante. Todos -relata- fueron niños maravillosos que nos dejaron mucho más de lo que nosotros brindamos”.
Viviana supo desde un principio que cada nuevo integrante era temporal y en ese sentido preparó su “cabeza” y la de su familia. “La felicidad y el desafío de la bienvenida se convierten, cuando se alejan, en tristeza, pero felicidad a la vez”, asegura. Por eso la familia temporaria debe tener presente su rol.
“Esto es un legado de amor y muchas familias lo pueden hacer, es solo cuestión de proponérselo”, invitó. Y finalizó: “Albergar a un niño es salir de la comodidad y del egoísmo, dejar de pensar sólo en nuestros seres queridos, correr la mirada y volcarse a otra persona que nos necesita”.
Trayectoria
Noemí Massolo, titular de Avome (entidad que lleva 50 años de labor), recordó que el programa apunta a familias que voluntariamente se ofrecen a acoger en su seno a niños que, por medidas de protección excepcionales, no pueden seguir conviviendo con sus familias biológicas por diversas razones.
Los tiempos varían en cada caso. “Es claro que la familia temporaria tiene un carácter transitorio; esto es muy importante saberlo”, advirtió.
Luego, sostuvo que es muy difícil la realidad que transitan los niños a los que a su familia se les aplica una medida excepcional, y deben ser institucionalizados en la Casa Cuna, minihogares y albergues.
El año pasado, atípico por la pandemia, Avome y todos sus programas siguieron trabajando y buscando adaptar la tarea a los protocolos. Desde entonces pasaron por el programa 43 niños en 42 familias temporarias, considerando que en una familia había dos hermanos. Así, se pudieron concretar 22 adopciones y dos reintegros a sus familias de origen.
Todo esto fue gracias a la gran colaboración de las familias temporarias, que asumieron con gran responsabilidad esta situación tan particular, y al equipo de trabajo que, desde lo presencial y lo virtual, pudo dar acompañamiento y no dejó de dar el seguimiento a cada situación. En 2019 transitaron 59 niños ubicados en 39 familias temporarias. En 2018 se registró un trabajo con 53 niños y 42 familias temporarias y, en 2017, 41 niños y 23 familias.
“Se observa un incremento importante y un mayor trabajo y compromiso desde el equipo profesional”, dijo Massolo. Mencionó dos situaciones positivas: un 60 % de los casos tuvieron su resolución, ya sea por adopción o reintegro o a su familia biológica, y un crecimiento de familias temporarias.
“¿Qué sucede cuando el tiempo se prolonga? Esto no favorece ni al niño ni a la familia, que se enoja, se indigna y trata de investigar si puede quedárselo. Es normal pese al acompañamiento del equipo profesional de Avome”, dijo.
Cómo convertirse en familia temporaria
Pueden inscribirse sin límite de edad; no es necesario tener hijos, pero sí tener experiencia en cuidado de niños; no estar inscripto en el Registro Público de Adoptantes (RPA) y contar con red social o familiar de apoyo.
Dónde informarse: se pueden enviar mensaje a las redes sociales: Fanpage: Familia Temporaria Mendoza, Intagram: @familiatemporaria.mendoza, teléfonos: 261265-6544 (celular) y 4281149 (fijo).
Correo electrónico: administración@avome.org
Legislación
Diputados que conforman la comisión de Desarrollo Social evalúan un proyecto de ley de la diputada Marcela Fernández (UCR), que procura regular el programa impulsado por Avome y, en especial, fijar el concepto de “temporalidad”.
“Se intenta de este modo establecer que el sistema de la asociación no implica apropiación, sino hogar sustituto”, diferenció la legisladora, en diálogo con Los Andes.
La iniciativa surge a partir de un hecho que tomó estado público meses atrás, cuando una familia recibió a una niña en extrema vulnerabilidad y que buscó adoptarla, pero fue dada en adopción a otra familia. “La custodia es temporaria y ha de extenderse sólo hasta que se decida judicialmente respecto de la situación del niño”, agrega el proyecto, entre otros numerosos puntos.
