A pocos días de haber cumplido sus 61 años de vida institucional, la FCAI San Rafael continúa formando profesionales en el medio, con una nueva conducción desde mediados de agosto, que apunta especialmente a la modernización de la casa de altos estudios. “Buscamos promover el fortalecimiento de la capacidad institucional jerarquizando la comunicación y la gestión, basado en una administración transparente e innovadora que permita cumplir los objetivos; entre los que se destaca garantizar el acceso a una educación pública superior de calidad”, enfatizó el flamante decano.
Fieles a su esencia y al lugar donde la Facultad está inserta, han ido atravesando y adaptándose a los procesos socioeconómicos del país, su impacto y las trasformaciones con la búsqueda incesante de lograr un aprendizaje innovador e inclusivo, que acompañe integralmente tanto a docentes como a estudiantes. “Siendo hijos de la universidad pública, conocemos el alma mater hace muchos años, lo que nos genera un gran sentido de pertenencia y una enorme responsabilidad en las necesidades que tiene la comunidad”, indicó el ingeniero Augusto Roggiero.
A sus 45 años, Roggiero está convencido de que más allá de las demandas locales, la apertura de la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria debe proyectarse al mundo. “Educamos a un ciudadano global, no podemos pensarlo de otra manera, buscamos una interacción creadora con la comunidad, para generar experiencias, reciprocidad de saberes que nos lleven a responder a demandas en San Rafael, Mendoza o en cualquier otro lugar del planeta”, aseguró.
Bajo este concepto se apunta a desarrollar una política internacional, transversal mediante el Intercambio estudiantes, docentes, personal de apoyo académico, doble titulación con otras unidades académicas del exterior, certificación de títulos a nivel Mercosur para evitar reválidas y la incorporación de docentes extranjeros al plantel de la facultad, lo que posibilita fundamentalmente enseñar, investigar, producir y divulgar científicamente lo que se produce, no solo replicar conocimientos.
Actualmente la casa de altos estudios cuenta con una matrícula de 1000 alumnos en sus seis carreras, de los cuales el 70 por ciento son de la región sur de Mendoza, el resto provienen de Neuquén, La Pampa, San Luis, Buenos Aires e incluso actualmente hay estudiantes de Italia y Sudáfrica.
“Lo que sucede es que la calidad de vida y el tipo de estudios que brinda San Rafael son netamente motivadores para desarrollar la vida académica, por eso pretendemos el bienestar en la comunidad universitaria para asegurar la igualdad de oportunidades, por ejemplo en el ámbito de la salud, el desarrollo de habilidades blandas para la inserción laboral, actividad física saludable, servicio de comedor o espacios artísticos y culturales, abordando a los estudiantes y a los docentes desde múltiples áreas porque ahí está la formación integral”, explicó Roggiero.
En cuanto a la permanencia de los egresados en San Rafael, en su mayoría las carreras están atadas al desarrollo industrial del país, por lo tanto, donde se genera ese progreso se transforma en una zona de atracción para los estudiantes que logran culminar sus carreras. Actualmente hay egresados de la FCAI en el sur del país con el petróleo y el gas, pero también en el norte argentino con la minería, en la industria de la alimentación como es el caso de los egresados en enología, el profesorado de química o los ingenieros mecánicos.
El decano considera que “el desafío ahora es modernizar las estructuras, porque el mundo lo requiere, las relaciones laborales están cambiando, hay simulaciones remotas, aprendizajes basados en problemas, experimentación, laboratorio para promover las vocaciones científicas y desarrollar junto a empresarios locales, con la intención de lograr la transformación de la matriz económica”.
Por ello explica que “los precursores que fundaron la Facultad en 1961 propiciaron siempre que tuviese laboratorio y planta piloto, lo cual es inherente a nosotros para la formación práctica. Con el contexto actual necesitamos la renovación del equipamiento para capacitar, fortalecer el vínculo entre Estado, empresa y casa de estudios porque nosotros no generamos ingresos, sino que producimos conocimiento. Consolidar la relación con los egresados es primordial porque son ellos nuestros representantes en el territorio y los que tienen vínculo con las empresas, por eso el impacto social de las carreras tiene que ver con su desempeño laboral”, insistió el ingeniero.
Por último, destacó “Somos parte de la Universidad Nacional de Cuyo, de la comunidad, el logro de FCAI también es un logro colectivo. Como institución debemos promover el nivel ético, estético y de conocimiento para un mejor vivir en todos los aspectos. San Rafael fue pionero en tener una facultad y claramente se ve la vocación universitaria del departamento, lo que genera un fuerte compromiso. Somos sanrafaelinos haciendo ciencia y tecnología y produciendo educación superior”.
